Boliches, alcohol y "descontrol" en la noche de San Isidro
Locales bailables sin restricción ni habilitación, restaurantes, bares y clubes que se convierten en boliches, venta de alcohol a menores es el panorama que describe la concejala Marcela Durrieu. La Presidenta del bloque del Frente Renovador impulsa el prgrama "Noches Vigiladas". Incluye controles de alcoholemia y cámaras de seguridad. Estaría sincronizado desde el Centro de Monitoreo y conectado a la web oficial del Municipio. San Martín y Tigre ya implementaron medidas similares.
"Nos encontramos con pizzerías, restaurantes, bares y hasta clubes que a partir de cierta hora son convertidos en boliches, sin estar habilitados ni controlados para realizar esa actividad, ni mucho menos para albergar la cantidad de gente que concurre, la cual sobrepasa amplia y gravemente la capacidad física de los lugares" sostiene la concejala del Frente Renovador Marcela Durrieu, al describir la noche de San Isidro.
En tal sentido aseguró que "ni siquiera se toman medidas para evitar la venta de alcohol a menores, ni la excesiva cantidad de gente que ingresa a los locales. Las personas que se acercan a bailar no cuentan con ningún tipo de protección de parte del Municipio, que tampoco se ha ocupado de regularizar las habilitaciones de los boliches".
Por tal motivo, presentó el programa "Noches Vigiladas", que intenta "ordenar la actividad para que se realice en condiciones de seguridad para los miles de personas, incluidos menores, que concurren a estos locales".
Entre otras cosas, el proyecto solicita al Intendente Posse que instrumente controles de alcoholemia en los ingresos y salidas de los boliches, como así también la utilización de cámaras sincronizadas con el Centro de Monitoreo, todo conectado a la web oficial del Municipio.
Medidas similares fueron aplicadas en San Martín, donde existe una ordenanza que regula la habilitación y funcionamiento de los locales nocturnos; y en Tigre, en donde avanzaron en la materia hasta el punto de colocar cámaras en las puertas de los boliches, las cuales son monitoreadas desde el Centro de Operaciones y sus filmaciones pueden observarse en tiempo real por parte de los padres o de cualquier interesado.
"Estamos proponiendo cosas que son totamente posibles y concretas, que ya han dado resultados, y que San Isidro necesita. Lo que pasa dentro de los boliches impacta también afuera, por eso no es sólo un asunto de quienes van a bailar o de quienes manejan los locales" culminó Durrieu.