Bioenergética en pandemia: “Trabajamos sobre las emociones impresas en nuestro cuerpo”, afirmó psicoterapeuta
En tiempos de estrés generalizado y de crisis existencial la mirada de esta psicoterapia rompe con la idea de pensar los problemas de la mente separados del cuerpo físico. Por el contrario, consideran que las somatizaciones musculares o emocionales son una “coraza” que nuestro cuerpo genera para protegerse. Desde el Instituto Argentino de Análisis Bioenergético, la psicóloga Liliana Dosoretz, nos introduce en una mirada experiencial y vivencial.
Por Ramiro Pablo Gómez
La Licenciada Liliana Dosoretz es una de las directoras del Instituto Argentino de Análisis Bioenergético (IAAB), establecimiento con 30 años de trayectoria. En dialogo con LaNoticia1.com abordamos esta corriente de la psicoterapia que nació con el doctor norteamericano Alexander Lowen a mediados del siglo XX y propone un reencuentro entre el cuerpo y la mente.
A diferencia del psicoanálisis, donde el intelecto juega un papel central y el cuerpo es secundario, esta disciplina entiende que “las emociones están impresas en nuestro cuerpo”. Si la cultura contemporánea y frases tradicionales como “usa la cabeza” o “lo que importa es lo de adentro” se encargan de disociar esa “unidad funcional mente cuerpo”, desde esta psicoterapia intentan rescatar la energía biológica que circula (o no) por el cuerpo.
- ¿Qué es la bioenergética?
Es una disciplina que une la mente y el cuerpo utilizando tanto el área de psicoterapia como un análisis bioenergético para comprender las situaciones del psiquismo y del cuerpo mediante esta técnica. Otra variante es la práctica de ejercicios energéticos que son terapéuticos en sí mismos porque apuntan a la respiración, el enraizamiento de la persona, el contacto consigo mismo y el entorno que la rodea. Lowen decía que nosotros no tenemos un cuerpo sino que nosotros somos nuestro cuerpo.
Trabajamos con una mirada de expresión autentica de las emociones de las personas. Es un aprendizaje que se da de manera vivencial con apoyatura teórica fundamentada. La base es el trabajo experiencial y vivencial.
- ¿Lo que proponen en un reencuentro entre el cuerpo y la mente?
Acá se habla de una unidad funcional mente cuerpo. Esto significa que lo que pasa en la mente repercute en el cuerpo y viceversa. La bioenergética trabaja sobre las emociones que están impresas en nuestro cuerpo. Entonces frente a situaciones de desarrollo en la vida o lo que estamos pasando con la pandemia y el estrés que eso provoca en nuestro cuerpo físico, afecta a nuestro psiquismo, al estado de ánimo, a las emociones. Por eso hablamos de una unidad y similitud entre cuerpo y mente, no como cosas separas sino integradas
- Si es una unidad funcional el cuerpo y la mente ¿Por qué los percibimos como si estuviesen separados?
Ahora desde la neurociencia y otras miradas del cerebro hay más aperturas pero en general, en la cultura occidental, la mirada es mucho más racional donde hay que comprender desde el intelecto para saber por dónde vas en la vida. Desde la bioenergética pensamos que el cuerpo tiene un idioma que hay que reaprender a escucharlo porque los niños lo hacen perfecto.
- Frases como “lo que importa es lo de adentro” o “usa la cabeza” ¿Van en la dirección occidental que marcas?
Exacto. Es más lo que debes ser y no tanto lo que sentís o lo que viene desde adentro hacia afuera. Lo que sucede es que el afuera se va imponiendo y va construyendo lo que nosotros llamamos coraza que se da a nivel del cuerpo, somáticamente a nivel muscular y del comportamiento. Uno para poder funcionar en un entorno, en una sociedad, se acomodas más a lo que el entorno espera de vos que a lo que internamente es tu propia necesidad.
- El nombre es bioenergética. ¿Cómo entra la energía en todo esto?
El profesor de Lowen era Wilhelm Reich que era contemporáneo a Freud, y aprendían o trataban de percibir como circulaba la energía biológica en el cuerpo. Hay propuestas de ejercicios específicos para que el cuerpo vibre y tenga movimientos que nosotros llamamos involuntarios. Uno empieza a percibir como circula o no, en determinadas zonas, la energía en el cuerpo. El color de la piel también es un determinante para ver si la energía corporal fluye o está detenida.
La movilidad del cuerpo, un cuerpo vivaz, despierto, con brillo en los ojos, te da la posibilidad de ver si esa persona tiene la vida en el cuerpo. Ahora un cuerpo más apagado, deprimido, colapsado, te da la pauta que hay una disminución de la energía vital de esa persona y el trabajo bioenergético apuntaría a revitalizar, a través de las prácticas, esas sensaciones de la vida en el cuerpo.
El psicoanálisis trabaja en general desde un diván, con el cuerpo horizontal, pasivo. La bioenergética dispone el cuerpo de otra manera, como un agente activo. ¿Cómo se puede explicar esta diferencia?
Las tres patas de la terapia bioenergética son: el vínculo terapeuta paciente, el cuerpo y la palabra. Esta última por supuesto se utiliza porque necesitas saber en qué está la persona pero también vamos al cuerpo y a establecer una relación vincular que favorezca que esa persona vaya empezando a soltarse y a deshacerse algunas de esas capas de cebolla que construyó para protegerse pero que esta bueno que las pueda ir soltando para encontrarse con su propia esencia, su ser más profundo, y no con todo eso que uno arma para circular por el mundo.
- ¿Cuál es la importancia de la respiración?
Es muy importante. Cuando nacemos es lo primero que hacemos pero además está íntimamente ligada a las emociones. Si ahora mismo pegó un grito desaforado tu respiración se detendría por un instante. Situaciones de miedo o de estrés intenso van haciendo que nosotros manejemos de manera emocional la respiración pero para no sentir. Cuando el cuerpo siente, expresa las emociones que muchas veces tenemos reprimidas. La mejor manera de reprimir las emociones es dejando de respirar o respirando poco o cortito, solamente un poco de pecho. Sabemos que el diafragma, el órgano principal de la respiración, tiene movimientos en subidas y bajadas que involucra al abdomen. Toda esa zona delantera del abdomen, diafragma, pecho, cuando está liberada hace que las respiraciones sean más amplias, profundas, integradas.
- En la educación primaria y secundaria es normal tener “educación física”. Lo que no sucede es tener una actividad “psicofísica”. ¿Cómo hacen los niños para desarrollar una concepción mente cuerpo como unidad?
Lamentablemente no está en las escuelas, sería fantástico que estuviera. Imaginate que en un colegio, haya un espacio en el recreo, un rinconcito, donde hubiera colchonetas, flota flota, o elementos que los chicos pudieran golpear, sin lastimarse por supuesto, y decir expresiones como "basta", "no quiero", "no me gustó", "estuviste mal". ¿Cómo vuelve un chico al aula después de soltar esas emociones?
Tengo un nieto de cinco años que cuido cuando los papas trabajan. Tengo flota flota, colchón, raquetas. Lo vi un poco exaltado y le sugerí si quería jugar y decirle al coronavirus todo lo que quiera. Empezó a darle con el flota flota al colchón y decía insultos, de todo. Después vio la raqueta y entonces me pidió usarla. Cuando terminó me dijo "que bien que me hizo esto" y tiene 5 años.
Nuestros cuerpos son envases que son permeables a todo. Si vos tenes a un chico durante tantas horas sentado en un aula, intentando que le entre todo el contenido por el intelecto, es una exigencia muy grande. Nosotros nos educamos así pero el cuerpo lo siente. En nuestra formación nos detenemos mucho en lo que son las etapas del desarrollo, que le pasa al infante, los vínculos.
- En la pandemia hubo un primer momento de cierta lucidez de velorio donde sectores sociales se cuestionaron su existencia. Ahora, con el paso del tiempo, da la sensación que imploran por un regreso a esa cotidianidad que llegaron a cuestionarse. ¿Qué opinas?
El estrés impacta directamente en el cuerpo físico y en nuestras mentes o psiquis. Entonces en una situación mundial generalizada el impacto en todo nuestro ser mente-cuerpo es descomunal. De acuerdo a nuestra historia, a lo que nos ha pasado en la vida, a cómo es cada uno, lo que llamamos carácter, es cómo cada uno responde a esa situación impresionante. Algunos se quedan más encerrados, otros salen desmesuradamente y otros regulan un poco. Perder los vínculos afectivos, de amor, contacto, los abrazos, es un impacto muy fuerte para las personas. Creo que en un tiempo, cuando esto termine, vamos a ver muchos efectos de situaciones exacerbadas por la pandemia.
- A nivel terapéutico ¿Es una frecuencia semanal? ¿Depende la situación?
Las sesiones, en general, funcionan por una hora de duración una vez por semana, salvo situaciones muy severas. Primero se va haciendo el contacto y transferencia entre terapeuta y paciente, hay una parte que es conversada, otra parte que es de ejercicios y, a veces, en la práctica se intercala la situación vincular. En este momento estamos haciéndolo vía zoom lo cual requiere la experiencia de saber leer un cuerpo a través de lo virtual para que vaya alineando y percibiendo su energía.
Web de IAAB : http://www.bioenergetica.org.ar/
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