Condenan a cazador que mató a un puma en una reserva natural de Magdalena
La condena consta de tres años de prisión condicional y una multa. El hecjo ocurrió en octubre de 2015 cuando ingresó a la Reserva El Destino con un arma con silenciador para la que no tenía permiso para portar.
Un cazador furtivo fue condenado a tres años de prisión condicional y al pago de una multa por haber matado un puma dentro de la Reserva Natural El Destino de Magdalena, informó el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
Según el fallo, en octubre de 2015 el cazador, identificado como Ramiro Remorini, ingresó a la reserva con un fusil con silenciador, que es un arma de fuego de uso civil prohibida para la caza, y para el que no contaba con licencia de portación ni autorización para entrar a la reserva.
El hecho se hizo público cuando el imputado subió fotografías con el animal muerto a su cuenta en la red social Facebook, que fueron viralizadas y difundidas por diversos medios de comunicación, en las que se indicaba que habían sido tomadas en la reserva natural de Magdalena, según informó La Nación.
En las fotos se observaba a Remorini con ropa de camuflaje, sosteniendo el fusil y parado al lado de un puma muerto, colgado de un árbol. La policía rural y los guardaparques Ricardo Cañete y Carlos Ventrone, del OPDS, aportaron las pruebas, entre ellas, las fotografías del cazador con el puma muerto.
Desde el OPDS afirmaron que "se trata de un hecho muy grave, no sólo por la muerte de este ejemplar, sino que también estamos hablando de una persona que violó leyes y normativas como las de nuestra reserva natural, en la cual está terminantemente prohibida la caza de cualquier tipo de animales, ya que se trata de una zona declarada como Refugio de Vida Silvestre".
En la zona se encontró el esqueleto del puma colgado, al que se le había extraído la cabeza y el cuero. El guardaparque también constató que la vegetación existente coincidía con la que aparecía en las imágenes viralizadas.
La sentencia del juez Eskenazi fue de tres años de prisión en suspenso, 3000 pesos de multa y la prohibición durante cinco años para portar armas de fuego, por el delito de portación ilegal, en tanto que el fusil y los cartuchos fueron decomisados para su destrucción.