Crece el armado electoral “celeste”, entre el oportunismo y lo reaccionario
La lucha a lo largo y ancho del país por el aborto legal, seguro y gratuito, llevada a cabo por miles de mujeres en todos los ámbitos, generó como contrapartida un nuevo sujeto político/social: los “antiderechos”, identificados con el pañuelo celeste. Se trata de un sector reticente a las movilizaciones y acciones por la positiva, pero que a modo de reacción conservadora se ha volcado a las calles para rechazar el avance de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Como era de esperarse, ahora surgen quienes quieren capitalizar electoralmente a ese espacio.
-Por Federico De Marco - Para LaNoticia1.com
Personajes identificados con vetustos valores de antaño, que habían quedado marginados de la arena política, se restriegan las manos con la apertura del espacio “celeste”. Cynthia Hotton y Ricardo Gómez Centurión (ambos ex macristas), por ejemplo, buscan capitalizar ese sector social identificado solamente con la lucha contra el aborto legal.
Esta postura viene acompañada, siempre, de otros significados ideológicos tales como: la preservación de la familia tradicional (conformada por hombre, mujer e hijos), determinado nacionalismo, religión cristiana recalcitrante, entre otros de similar índole conservadora. Y también de significantes vacíos como “la defensa de la vida”, el cliché preferido para denostar la titánica pelea del colectivo de mujeres por el derecho a la IVE.
La prueba piloto, en el marco del año electoral, la realizó Amalia Granata, en Santa Fe, quien con un partido alquilado y sin vivir en ese territorio se colocó en el tercer puesto en la carrera hacia la Cámara de Diputados provincial.
Por supuesto, existen otros fenómenos para la explicación de la performance de la mediática, pero su apuesta política más fuerte de los últimos tiempos ha tenido que ver solamente con la oposición al aborto legal. Además, sus laderos en la nómina son inefables personajes de la casta evangélica santafesina, con estructura y anclaje en sectores “celestes” per se.
Como se sabe que Granata no tiene plataforma política, ni militancia, ni proyectos, ni simpatizantes activos, ni partido, su elección fue vista con buenos ojos por otros (que se encuentran en similar situación) que quieren apalancarse en el sector antiderechos para tener una oportunidad electoral.
Hotton y Goméz Centurión son un claro ejemplo de ello. Pero no son los únicos. En todo el país comienzan a pulular los oportunistas reaccionarios interesados en arañar un cargo erigiéndose en voceros de un sector unido por una sola causa, y por la negativa.
Este oportunismo queda ilustrado en el nombre del movimiento pergeñado por Hotton y Gómez Centurión: "Por las dos vidas", una frase hecha sin demasiado anclaje analítico y conceptual.
También estos espacios suelen presentarse en modo crítico a la política tradicional, elevándose como “lo nuevo”, una estrategia trillada pero que a veces suele tener eficacia. Surgir en la política con ideas retrógradas es más viejo que la vieja política, pero todo depende del marketing.
Mientras tanto, los grandes problemas de los argentinos siguen sin ser abordados, y menos aún serán abordados por estos sujetos preocupados, solamente, por su futuro individual y por buscar legislar para que nada cambie. Nada más lamentable que quien pretende “hacer” para no hacer nada, ya que el aborto, señoras y señores, sigue estando prohibido en Argentina. Muestra de ello son las mujeres que cada día mueren producto de prácticas clandestinas.
Por un país con más derechos y menos oportunistas. ¡Salud!