Emotivo homenaje al escritor Fernán Félix de Amador en Vicente López
El evento se realizó el pasado sábado 4 de agosto ante la presencia de alrededor de 100 personas, la mayoría descendientes directos de poeta quién escribió gran parte de su obra en Olivos y donde murió en 1954.
El pasado sábado 4 de agosto la Asociación Fundadores y Pioneros de Vicente López realizó el homenaje al escritor, poeta y periodista Fernán Félix de Amador y a sus descendientes que asistieron desde distintos puntos del país. El acto se hizo en la sede de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Olivos, la entidad más antigua del distrito fundada en 1904, y contó con la presencia de alrededor de 100 personas. Estuvieron representantes de Secretaría de Cultura de Vicente López, Comisión Especial Museo Histórico y Centro Documental de Vicente López, Archivo Histórico Digital de Vicente López, Rotary Club Olivos, Centro Guías de Turismo, Centro de Investigación Histórica Vicente López, Centro Cultural Alfonsina Storni, Asociación Amigos de la Historia de Carapachay, y del Olivos Tenis Club, entre otras.
La mesa principal estuvo integrada por Oscar Revuelto, Presidente de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Olivos; Dr. Carlos Constenla, Presidente de la Comisión Especial Museo Histórico y Centro Documental de Vicente López; el historiador Juan Lucero, la bisnieta del homenajeado Lucía Grandolini de Muratorio; Adriana Corvalán y Claudio Negrete de la Asociación Fundadores y Pioneros de Vicente López.
Oscar Revuelto abrió el evento dando la bienvenida a todas las entidades y vecinos asistentes destacando que “este homenaje se hacía y no por casualidad en la entidad más antigua de Vicente López que ha compartido mucho de ese tiempo vivido por Amador en Olivos como de los personajes de aquella primera mitad del Siglo XX.” Luego, hizo uso de la palabra Claudio Negrete, presidente de Asociación Fundadores y Pioneros de Vicente López, quien dijo que “quizás este sea un homenaje tardío a la gran figura de Amador pero nunca perderá vigencia su obra y ese gran legado que ha dejado más allá de las letras y que es una numerosa descendencia que mantiene vivo su permanente recuerdo. Y además, debemos estar contentos porque entre todos hemos podido generar, algo no tan común en estos tiempos, este espacio de diálogo, de compartir este momento mirándonos las caras, y reconocernos como parte de una historia e identidad común que tienen en Amador al gran convocante”.
En nombre de la familia habló la nieta del escritor homenajeado, Lucia Grandolini de Muratorio. “El espíritu de Amador ha continuado a través de sus descontentes muchos de los cuales se han dedicado a las artes y a las letras. Por ejemplo, el actor Federico Amador se puso Amador por Fernán Félix; y uno de sus bisnietos, Manuel Fernández Gache, tiene su pasión en la música. Es decir, él fue un amante de la vida y sin dudas que lo ha transmitido a su familia y por eso ha trascendido a su Lujan natal y a su querido Olivos. Es una figura de la cultura nacional”, afirmó.
Por su parte, el historiador Juan Lucero hizo una reseña de la vida de escritor desde su juventud en Alemania y Francia, su cambio de nombre, y su producción literaria en Argentina. “Era un prolífero escritor, no desechaba la oportunidad para escribir. Infinidad de veces, en cualquier lugar que estuviese, volcaba en un papel su inspiración no importaba si era un papel grande o chico; y en otras ocasiones dejaba una reunión para escribir lo que fluía en su mente. Muchas veces ingresaba a un bar o un almacén, solicitaba un papel y dejaba plasmado un sueño”. Y luego agregó: “Su nombre de nacimiento Domingo Fernández Breschtedt quedó en el olvido tapado por el genio, ese que creo a Fernán Félix de Amador, y lo hizo eterno, con sus poemas, sus dibujos, sus textos de historia del arte, sus criticas de arte, así firmaría todas sus obras literarias y su producción artística, las exposiciones y cualquier documento referido a su persona ya que por disposición del juez en lo Civil, Doctor Raúl Ignacio Ferrando, en 1928, fue legalizado su nombre como Fernán Félix de Amador y, por lo tanto, lo utilizaría de ahí en más ya no como un apodo sino como su nombre legal”.
Hacia el final de la reunión se hizo presente el vecino de Olivos, Billy Boorman, de 95 años, para dar su testimonio: “Yo conocí a Amador y su primera casa en la calle Mariano Pelliza al 600. Estaba casi frente a la entrada del Colegio Internacional de Pancho Chelía, eran íntimos amigos. Nunca olvidaré que siendo muy pequeño iba a tomar el tren a la Estación Borges y en la placita estaban los dos sentados conversando animadamente sobre el futuro del país”.
Se leyeron poemas del escritor homenajeado y para el cierre del evento Manuel Fernández Gache, bisnieto de Fernán Félix de Amador, ofreció un mini recital con su banda musical.
Una semblanza
Fernán Félix de Amador fue uno de los intelectuales más importantes y destacados de la historia nacional y del Partido de Vicente López. Nació en Luján, Provincia de Buenos Aires, el 26 de julio de 1889 y falleció en Olivos 26 de diciembre de 1954. Su nombre verdadero era Domingo Fernández Beschtedt pero cuando comenzó a escribir adoptó su seudónimo por el que se hizo famoso: Fernán como una síntesis de los Fernández, el apellido que desde España llegó con su bisabuelo a la Argentina, Félix, que se dice era la forma de mostrar este estado de ánimo a los demás, y Amador fue la manera de sintetizar la importancia que tenía este sentimiento, el amor en su vida.
A lo largo de sus de 65 años tuvo una extensa trayectoria intelectual y también en el campo de la docencia y la academia. Cursó estudios superiores en la Alta Escuela de Arquitectura Paisajista de Steglits (Alemania) y en la Escuela de Altos Tratados Sociales de Paris. Escribió una quincena de libros. Fue profesor de la Escuela Nacional de Artes de Buenos Aires desde 1924, profesor de la Universidad Nacional de La Plata en las Cátedras de Historia del Arte y Cultura Artística para toda la Universidad, incluyendo los cursos de la Escuela Libre de Cultura Integral (1933) y dirigió entre 1930 y 1934 la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Fue miembro de Jurados de pintura, escultura y literatura, se desempeñó como redactor y crítico de arte del diario La Prensa de Buenos Aires. Fue designado académico de número de la Academia Nacional de Bellas Artes en 1936. Además, fue miembro honorario de varias universidades y centros académicos nacionales e internacionales (Bolivia, Brasil, España).
En Olivos, donde vivió la mayor parte de su vida y murió, tiene una calle que lo recuerda y un monolito en la Plaza Intendente García del Solar, frente al tradicional Cine-Teatro York. Un busto de él se exhibe en el Paseo de los Poetas en el Rosedal (Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires) y otros dos están en San Juan y San Martín de los Andes donde también tuvo una destacada actuación. El Museo de Bellas Artes de Luján lleva su nombre.