Julián Domínguez cuestionó a Macri por la crisis del sector lácteo
El exministro de Agricultura de la Nación y precandidato a gobernador bonaerense en las elecciones 2015 señaló que "la idea de que el Estado debía dar un paso al costado y dejar que el mercado se autoregule está trayendo consecuencias muy negativas para el país".
Julián Domínguez, exministro de Agricultura del primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2009-2011), cuestionó duramente la política del gobierno de Mauricio Macri en relación a la crisis del sector lácteo.
El exdiputado, que fuera precandidato a gobernador en 2015, se refirió al proceso de conversión de Sancor —"un emblema del cooperativismo agrario", según dijo— en una sociedad anónima en la que los productores tamberos tendrán una participación societaria de apenas el 10 por ciento.
"Más allá de los desaciertos que se le puedan achacar a la gestión de la cooperativa, que la llevó a una situación terminal, no podemos correr este hecho de la realidad que atraviesa la cadena láctea y donde la ausencia del Estado resulta un factor determinante", sostuvo Domínguez.
El hombre de Chacacbuco aseguró que "a idea de que el Estado debía dar un paso al costado y dejar que el mercado se autoregule está trayendo consecuencias muy negativas para el país" y que desde la asunción de Macrio "comenzó a transitarse un rumbo del cual emergen dos grandes perdedores: por un lado, nuestros productores tamberos por un lado y por el otro, los consumidores".
"Si bien se puede decir que las crisis en la lechería resultan cíclicas, cada vez los tiempos de bonanza son más cortos y los de penuria, más largos", analizó el exministro y cuestionó: "En 2016, increíblemente, el gobierno Nacional apostó a que la falta de materia prima mejoraría el valor de la leche pagada a tambero. Esta ingenuidad llevó al cierre de una gran cantidad de tambos".
"Hoy los productores nos dicen que el costo de producción, para no descapitalizarse, ronda los $7 por litro, contra un valor promedio —repito, promedio— de $5,70. Los productores nos cuentan que la mayoría de las vacas de tambo que se venden no son compradas por otros establecimientos, sino que van directamente a faena", señaló.
"También nos trasmiten su preocupación ya que hacen falta más de 5.000 litros de leche para pagar una factura de la luz. La coyuntura se agrava porque la sequía ha elevado aún más los precios del maíz y de la soja", agregó Domínguez.
"Para cualquier gobierno que vela por los intereses de su pueblo, la leche es un alimento estratégico y el Estado intervienen enérgicamente en defensa de sus productores y consumidores. Pero hoy en Argentina se los está dejando librado a su suerte, lo que no hará otra cosa sino agravar la situación", cuestionó el peronista.