La peor semana para Sergio Berni: Desde el crimen de Facundo y el caos en Moreno, a las tomas de tierras y la rebelión policial
El ministro de Seguridad bonaerense atraviesa por estas horas los días más críticos desde su retorno a la gestión de gobierno. El crimen de Facundo en Villarino; el femicio de Ludmila y los incidentes en la comisaría de Moreno; sus peleas con ministros, intendentes y funcionarios del Frente de Todos; las tomas de tierras y la rebelión policial coronaron una semana muy complicada para el dirigente más leal a Cristina Kirchner. Mantener su imagen, que le demandó horas de TV, dependerá de su habilidad para salir airoso.
Por Christian Thomsen Hall
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, vive por estas horas la semana más difícil desde su retorno al gobierno. Sus constantes peleas con la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic; los pedidos de renuncia por parte de funcionarios de su propio espacio; y los reiterados enfrentamientos con Intendentes del Frente de Todos pusieron en jaque al mediático ministro de Axel Kicillof, quien ya no suele aparecer en múltiples programas de televisión como solía frecuentar hasta hace apenas unos días.
Sin embargo eso no es todo. El crimen de Facundo Astudillo Castro tras ser detenido por la Policía en Villarino; los incidentes en la Comisaría de Moreno entre la Policía y familiares de Ludmila Pretti; las denuncias de persecución por parte de la bonaerense contra militantes de organizaciones sociales en Esteban Echeverría, las acusaciones por violencia policial en el desalojo en las tomas de tierras de Guernica y la rebelión policial de este martes en reclamo de salarios dignos, fueron la gota que rebalsó el vaso de un ya cuestionado Berni.
Las peleas de Berni y Frederic suelen recalentar la interna oficialista en un tema muy sensible como el combate contra la inseguridad. Ambos funcionarios tienen visiones totalmente opuestas de la estrategia para encarar la política de seguridad. Tuvieron roces por los operativos de control de movimientos en la cuarentena, difieren en el caso de la muerte de Facundo Astudillo Castro, han discrepado públicamente por la forma en que se encararon los operativos en el Conurbano y se tiraron munición gruesa por las tomas de tierras.
En la Casa Rosada ven con preocupación las últimas intervenciones públicas del ministro bonaerense. Ya no solo apuntan a la política de seguridad nacional, sino a otros sectores que integran la alianza del Gobierno. Esta semana, el cruce fue con Fernando "Chino" Navarro, referente del Movimiento Evita y actual secretario de Relaciones Parlamentarias de la Nación. Berni acusó a los movimientos sociales de estar detrás de las tomas de tierra en la provincia, mientras que Navarro le contestó que es "un charlatán de feria".
Según pudo corroborar LaNoticia1, el enfrentamiento entre Berni y Navarro ya tuvo un antecedente en junio de 2017, cuando en plena campaña el "Chino" apoyó a Florencio Randazzo y generó las críticas del actual ministro de Seguridad. Además, Berni no tiene reparos en insistir con que su jefe político no es el Presidente, sino Cristina Kirchner. Esta semana fue incluso más allá, cuando acusó al peronismo porteño de ser "servil" a Horacio Rodríguez Larreta. Nadie desconoce que este sector sí responde a Alberto Fernández.
Sin embargo esa no fue la primera vez que el Ministro genera roces dentro del Frente de Todos. En mayo se enojó con el Intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro y lo acusó de tener "negocios inmobiliarios". "La salud, la educación y la seguridad es lo que menos le interesa", afirmó. En junio, también arremetió contra el Intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, y a través de Twitter le dijo: "Che Juanchi, ¿te acordás cuando querías ser intendente? Todos los días me pedías que fuera hablar. ¿Qué pasó? ¿Cambiaste de idea? Que tonto soy".
Otro tema que pone en jaque al Ministro de Seguridad bonaerense es el caso de Facundo Astudillo Castro, el joven de 22 años de Bahía Blanca que estuvo desaparecido desde el 30 de abril y que apareció muerto el 16 de agosto en Villarino, luego de haber sido detenido por la Policía bonaerense. Cristina Castro, madre del jovenfallecida, fue recibida el 27 de agosto por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y tras la reunión, la mujer dijo: "Le pedí la renuncia de Berni y le pedí que el ministro deje de mentir".
Desde algunos sectores de la oposición también pidieron la renuncia de Berni. Los diputados del PTS-FIT, Myriam Bregman y Nicolás de Caño, denunciaron el incremento de la violencia policial en el país durante la cuarentena y especialmente el accionar del ministro de Seguridad de la Provincia. Pero lo que llamó la atención fue el pedido de renuncia dentro del propio oficialismo. En ese sentido, la ministra de Gobierno de la provincia, Teresa García, cuestionó a Berni y dijo que "si la Policía hubiera seguido los protocolos, Facundo estaría vivo".
Otro caso que sacudió a la opinión pública esta semana fue el femicidio de Ludmila Pretti, la chica de 14 años que asistió a una fiesta en la casa de un conocido y apareció muerta en una bolsa en la localidad de Francisco Álvarez. Un grupo de familiares y amigos de la menor se enfrentaron este lunes con la Policía Bonaerense frente a la comisaría 6ta en Moreno. El reclamo era porque la Policía había “dejado escapar” a Cristian Adrián Jerez, de 19 años, el principal sospechoso por el crimen, quien luego de los incidentes fue detenido.
Otro problema no menor que debe enfrentar Berni esta semana son las denuncias de persecución por parte de la bonaerense contra militantes de organizaciones sociales en Esteban Echeverría. El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), MULCS, PO, FPDS CP, Mar, MTR, OLP, realizarán este miércoles una movilización a Monte Grande para denunciar intimidación y violencia policial. "La Policía realiza rondas nocturnas de intimidación a activistas sociales y hace inteligencia amenazando con la integridad de las familias", aseguraron.
En medio del conflicto por la toma de tierras, la Justicia platense también ordenó este martes el desalojo de la toma de terrenos en la localidad bonaerense de Guernica, en el partido de Presidente Perón. Pese a la ilegalidad de sus actos, desde las organizaciones sociales salieron a realizar acusaciones por violencia policial en el desalojo y este miércoles llevarán adelante un abrazo simbólico para pedir el fin de la violencia. Contrarrestar la usurpación de los terrenos será todo un desafío para la fuerza que conduce Berni.
Con las sirenas a pleno de sus patrulleros cruzados en el asfalto de avenidas y calles, y en medio de una manifestación sin precedentes en la historia cercana, este martes los efectivos de la policía bonaerense hicieron sentir fuerte su reclamo en el conurbano. En el el Gobierno nacional crece el malestar porque nadie anticipó la gravedad del reclamo de la Policía. El lunes, Alberto Fernández habló con Axel Kicillof y acordaron el anuncio de aumento entendiendo que así finalizaría el conflicto, pero sucedió todo lo contrario.
Durante el anuncio no se informaron porcentajes de las subas y el reclamo se agudizó aún más. Ahora desde Casa Rosada culpan a Berni por no dimensionar la profundidad de la demanda policial. Por su parte, los intendentes oficialistas optaron por el silencio, pero con cautela varios tienen reproches para la conducción política de la fuerza y cargan sobre los hombros del ministro, buena parte de la responsabilidad por el estallido de las protestas, que consideran justificadas por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo.
Así pasó la semana más difícil para Sergio Berni. El ministro quedó preso de sus propias palabras cuando en abril del 2018 aseguró en TV que "conmigo a Santiago Maldonado no le hubiera pasado lo que le pasó". Pese a esta afirmación, el funcionario no dio respuestas suficientes por la muerte de Facundo Astudillo Castro. Inmolarse públicamente por su fidelidad a Cristina Kirchner encendió el "fuego amigo" dentro del Gobierno. Y muchos dirigentes de Todos se frotan las manos cada vez que Berni debe afrontar un nuevo conflicto.
Las encendidas arengas ante sus subordinados que la misma oficina de prensa del Ministerio difunde como gacetillas, parecen haber perdido el brillo frente a este clima convulsionado. En el seno del oficialismo revelan que Berni está construyendo "su propia candidatura" y que "lo dejan hablar" porque "dice lo que le gusta escuchar a la gente". La continuidad de sus presentaciones casi en "cadena nacional" por los medios, favorecidas por ser el dirigente "más de derecha" que tiene el kirchnerismo, ahora son todo una incógnita.
Cabe recordar que Berni es médico cirujano, teniente coronel del ejército, especialista en táctica y estrategia, paracaidista, buzo táctico, alpinista, e instructor de karate. "He operado varias veces sin luz pero en situaciones totalmente extremas y precarias, en el medio del campo", había revalo el meses atrás en LaNoticia1. ¿Podrá ahora sortear los obstáculos que le presentó esta difícil semana? Quienes lo conocen apuestan a que lo logrará porque, tal como sostiene en sus discursos, sabe que "aquí no hay lugar para los tibios".
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