Los precios no existen
Un falso axioma que se ha instalado en los últimos tiempos, cortesía del macrismo, sostiene que “hay que pagar las cosas lo que realmente valen”. Generalmente esta falacia argumental es utilizada para referirse a los brutales tarifazos de los servicios que el actual Gobierno ha aplicado al conjunto de los argentinos, pero también para otros bienes, como los combustibles. ¿Qué significa pagar lo que vale? ¿Hay un precio per se para todo? ¿O sólo cierto neoliberalismo contiene esta teoría que más que una teoría es una excusa para el ajuste? Aquí veremos brevemente que los precios se encuentran dentro del marco de una decisión política deliberada.
Por Emmanuel Rossi
Oferta y demanda, regulaciones o magnitud de trabajo socialmente necesario involucrado en cada mercancía, son distintas formas de abordar el tema de los precios. Sin embargo, no queremos trazar aquí una teoría económica, y mucho menos macroeconómica. Por tal razón, nuestro objeto de análisis será la construcción discursiva que el Gobierno de Mauricio Macri y sus voceros oficiales (entiéndase, funcionarios y grandes medios de comunicación) han tratado de imponer desde su llegada a la Casa Rosada.
La teoría que se repite: “Hay que pagar lo que las cosas valen” son el basamento para el aumento desmedido de las tarifas, tema que nos ocupará aquí, pero también de otros servicios, como los combustibles.
¿Cuánto vale el agua corriente de red, un bien tan indispensable como necesario? Lo mismo podríamos preguntarnos por el gas y la electricidad. Acá no hay oferta y demanda, ya que uno no puede cambiar de proveedor. Por lo tanto, el fundamento es tan cínico como contundente: "Los servicios cuestan y hay que pagarlos" y "lo que te regalan a la larga cuesta más".
¿En todo el mundo ocurre lo mismo? Claro que no. Entonces, quienes no siguen la política de Macri y ahoga a los ciudadanos (con aumentos de hasta el 2000% en las tarifas de los servicios), ¿están equivocados?
Los precios de los servicios son una decisión política. El macrismo dirá que con el Gobierno anterior se pagaba vía impuestos. Pero, ¿Cambiemos ha bajado esos impuestos ahora que las tarifas están por las nubes? Absolutamente, no.
Si los precios los determina el mercado, cómo explican intromisiones tan diversas, como los impuestos a los autos, los cigarillos y hasta las retenciones al agro. Aquí se ve claramente que los precios obedecen a una intencionalidad.
Sucede que la excusa se aplica cuando conviene. Liberar el precio de los combustibles y dolarizar los servicios no es algo dado a priori por un designio de la providencia. Es una decisión.
"Antes se pagaba muy poco por los servicios, no podía ser”, es una frase que baja de la actual administración y se hace cuerpo en parte de la sociedad, generando quizás la novedad más grande del macrismo: convencer a una porción de los argentinos de que es mejor pagar más que pagar menos por el mismo servicio (y sin ninguna "devolución por otro lado", por ejemplo, con rebaja impositiva). Y eso que siempre se aseveró que el órgano más sensible del argentino era el bolsillo…
Definitivamente, que un jubilado tenga que abonar 10 mil pesos de gas, una Pyme 100 mil o una cooperativa un millón, no es una cuestión de azar. Ésos no son los precios del servicio, es lo que el Gobierno quiere que se pague, porque básicamente de eso se trata el ajuste (conjuntamente con otro tipo de medidas que van en dirección de que se deprecie el salario y se pierda poder adquisitivo).
Por tal razón, los precios no existen. Hay una decisión de Estado para que las tarifas (y otros bienes) tengan determinado valor, y lamentablemente los ganadores de esta decisión son los pocos en detrimento de los muchos.