Macri: Del "segundo semestre" de 2016 a "los resultados van a demorar" de 2018
Entre otros factores, las estrategias de comunicación de Cambiemos -con aval de los grandes medios de comunicación mediante- han sido uno de los puntos más salientes del espacio. Con poco y nada para mostrar como positivo desde la gestión, los eufemismos, clichés y slogans estilo zen se reproducen conforme a las necesidades. Aquí un breve repaso de las excusas con las que el Gobierno ha intentado sortear las malas praxis, y que continúan con el objetivo de que Mauricio Macri pueda llegar con chances a 2019 a pesar de la fuerte crisis económica que atraviesa al país y el incumplimiento de todas las promesas.
Por Emmanuel Rossi
No hay gobierno sin relato. Si bien en nuestro país, en los últimos años, se adjudicó el "relato" a una cuestión intrínseca al kirchnerismo, todo gobierno necesita de un discurso rector, un lenguaje que genere adhesión, cohesión, que ayude a llevar adelante las políticas.
El macrismo tiene el suyo, y a pesar de que en términos concretos de gestión hay poco y nada para presentar como positivo, entre otros factores (como el antagonismo con la gestión anterior), el relato sigue reinventándose y siendo un gran pilar.
Siempre con el foco puesto en un presunto bienestar a futuro, Mauricio Macri había iniciado su gestión hablando del famoso "segundo semestre", donde todo iba a mejorar. Eso nunca sucedió. Luego su vice, Gabriela Michetti, habló de una especie de túnel que había que transitar y que existía una luz que se divisaba en el fondo, y (algo así, ya que su explicación era bastante ininteligible) como que íbamos hacia esa luz... En fin.
Ninguna de las promesas de campaña se cumplió, pero para (casi) todas existió alguna excusa. Hubo devaluaciones ("sinceramiento" y "turbulencias"), pérdida de empleo ("ñoquis"), tarifazos tremendos ("porque no se podía pagar $20 de gas en Capital"), ajustes, más trabajadores pagando ganancias, endeudamiento histórico, etc, etc, etc... Todo bajo el paraguas argumentativo de la "pesada herencia" que presuntamente dejó el kirchnerismo.
Ahora, con los números de pobreza en crecimiento (luego de una disparada brutal del dólar y una inflación incontrolable), el Presidente salió a decir que "los resultados van a demorar", es decir, no habrá mejoras para el enorme conjunto de los argentinos a ya casi tres años de gestión Cambiemos, pero "después de esta tormenta vamos a crecer", volvió a prometer el Jefe de Estado, siempre con el foco puesto en un futuro (que jamás llega, evidentemente).
A pesar de esto, Mauricio Macri mantiene una intención de voto más que importante, que podría llegar a darle la reelección en 2019 bajo determinado marco. Todo parece indicar que las promesas del Gobierno no se cumplirán nunca... Solo le queda la retórica, el respaldo de los mass media y el odio antikirchnerista para buscar la continuidad en el poder, algo que, hasta el momento, le ha dado resultados a pesar del fracaso en lo que verdaderamente importa, la política como herramienta para mejorar la vida de las personas.