Mercedes: Asombroso descubrimiento en base a dos cráneos de tigres dientes de sable
Los cráneos hallados tienen 30 mil años de antigüedad. Gracias a su descubrimiento concluyeron que los Smilodon populator, más conocidos como tigres dientes de sable, batallaban entre sí. Asimismo demuestran que los largos colmillos eran capaces de atravesar huesos.
El descubrimiento y estudio fue llevado a cabo a partir del hallazgo de dos cráneos de Smilodon, cada uno de los cuales tenía un gran agujero en la parte dorsal y cuyos contornos corresponden exactamente con un canino de tigre dientes de sable, precisó el doctor Federico Agnolin, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), Fundación Félix de Azara y del CONICET.
"Previamente, había estudios que suponían que estos grandes caninos eran frágiles y no eran usados por los tigres dientes de sable para cazar, sino para exhibirlos ante las hembras, o que solo servirían para atacar en zonas blandas, como por ejemplo el cuello o el estómago de sus víctimas", comentó el paleontólogo a la Agencia CTyS-UNLaM.
Ahora el análisis de los cráneos permiten demostrar que "los tigres dientes de sable también podían atacar partes duras y perforar los huesos", indicó Agnolin, uno de los autores del estudio publicado en la revista de la Academia de Ciencias Francesa Comptes rendus Palevol.
Uno de los cráneos que permitió esta nueva investigación fue encontrado a la vera del Río Luján en 1992 por Javier Moleres (ver foto). En tanto, el otro ejemplar fue hallado en Río Tercero por Javier Ochoa durante a comienzos de la década del 2000. En la foto puede observarse también a Viviana Buide, del Museo Municipal de Ciencias Naturales de Mercedes, sosteniendo uno de los cráneos perforados atravesado por una réplica de un tigre dientes de sable.
Estas grandes perforaciones ocasionaron la muerte de cada uno de los individuos hallados. Agnolin contó: “Este descubrimiento demuestra que los Smilodon usaban de manera activa sus grandes caninos y también indica que luchaban contra individuos de su misma especie”. Los colmillos alcanzaban los 30 centímetros de longitud y los tigres eran robustos, de patas cortas y fuertes, cuyo peso rondaba los 300 kilos.
El investigador del MACN destacó que "este es uno de los pocos casos en que podemos sacar datos de la paleontología que nos dan certeza acerca de ciertas prácticas de una especie que se extinguió hace miles de años". Debido a sus grandes colmillos, se calcula que el Smilodon populator debía abrir la boca en un ángulo mayor a los 120° para poder morder a sus presas o, como ahora se sabe, a los miembros de su propia especie.
Esta investigación estuvo a cargo además de los especialistas Nicolás Chimento, del MACN y del CONICET, Leopoldo Soibelzon, del Museo de La Plata y CONICET, Javier Ochoa, del Museo Regional Florentino Ameghino de Río Tercero, y Viviana Buide, del Museo Municipal de Ciencias Naturales de Mercedes.