Pinamar: Altieri denunció agresiones que los municipales niegan
El Intendente se reunió con los trabajadores buscando destrabar las medidas de fuerza que llevan a cabo desde hace semanas en demanda de aumento salarial. No hubo acuerdo y Altieri sostuvo que lo "putearon". Desde el Sindicato negaron la acusación.
El conflicto salarial que enfrenta a trabajadores municipales y al Ejecutivo de Pinamar sumó un nuevo capítulo en una escalada que parece no tener fin.
El Sindicato que nuclea al sector (STMP) sigue llevando adelante una dura medida de fuerza, con paros y movilizaciones, y en un intento por destrabar el conflicto el Intendente Blas Altieri se reunió con una comisión para encontrar una salida.
La propuesta del Jefe Municipal no cumplió con las expectativas de los trabajadores y el encuentro se puso caliente. No hubo acuerdo y se pasó a cuarto intermedio. Además, tras la reunión Altieri denunció agresiones por parte de los sindicalistas que, según el Intendente, lo "putearon".
En un comunicado oficial el Municipio argumentó: "Luego del paro organizado por el Sindicato de Trabajadores Municipales durante la jornada del martes 13 de julio, donde no faltaron papelitos, huevos y palabras de insulto como parte de la protesta, el Intendente Altieri acompañado por funcionarios de su gabinete, recibió a dicha organización para continuar negociando una solución".
"A lo largo de una extensa y controvertida reunión, incluidos agravios verbales por parte de algún que otro afiliado hacia el propio Intendente, las propuestas del Ejecutivo fueron modificándose en función de las diferentes condiciones planteadas por el sindicato, las cuales fueron variando hasta alcanzar un tono insensato. Al punto de resultar insatisfactoria cualquier medida propuesta, entre otras un aumento del 10% escalonado luego de la aprobación del paquete de medidas elevado al Concejo Deliberante, la conformación de una comisión mixta entre funcionarios y representantes del STMP para estudiar el estado financiero del municipio e incluso acotar las bonificaciones al 50%", continúa el escrito.
"Luego de que los dirigentes sindicalistas desaprobaran los puntos planteados, el Ejecutivo solicitó entrar a un cuarto intermedio por 7 días. Estableciendo de esta manera un tiempo de pausa para rever una nueva salida al conflicto", concluye.
Por su parte, Mónica Lugones, integrante de la comisión que se reunió con Altieri, sostuvo que no hubo agresión: "Fue una discusión mutua donde tanto la compañera que discutió, como el Intendente se dijeron cosas", afirmó, y agregó: "Entendemos a la compañera que también está en esta lucha con nosotros".