San Isidro: Cayó asesino que mató un hombre para quedarse con su casa
Juan Pablo Barbaria fue detenido tras haber estado dos años prófugo. El hombre de 63 años está acusado de ser el homicida de Hernán Rodolfo Stolzenwald, el propietario de una vivienda de Acasusso que alquilaba. El delincuente le había amputado las yemas de las falanges de ambas manos a la víctima para hacerles creer a los investigadores que se trataba de una banda narco. Fue atrapado en Capital Federal. Tenía captura internacional por tenencia de armas y drogas.
El caso ocurrió el 15 de agosto de 2013 en el partido de San Isidro, cuando en una calle de la localidad bonaerense de Acasusso, hallaron el cuerpo de un hombre de 49 años que fue asesinado por su inquilino para quedarse con su casa. La víctima fue reconocida como Hernán Rodolfo Stolzenwald, quien fue encontrado muerto dentro de una gran bolsa. El cadáver tenía la cabeza tapada, aparentes signos de ahorcamiento y las yemas de las falanges de ambas manos amputadas.
Tras una ardua investigación, los efectivos lograron determinar que este sábado el acusado iba a encontrarse con su nieta en un Coto de Avenida Cabildo, en el barrio de Belgrano. Fue así que los investigadores comenzaron a seguir a su hija, quien para despitar a la Policía, se movilizó en diferentes medios de transporte. Finalmente, la mujer se encontró con su padre y le pasó a criatura, por lo que comenzó un despliegue policial que concluyó con el arresto del hombre de 63 años.
La detención fue efectuada por los detectives del Gabinete de Homicidios, pertenecientes a la DDI San Isidro, quienes en mayo lograron detener a otra peligrosa asesina que estuvo 10 años prófuga en San Martín. Durante el operativo también colaboró personal de la División de robos y hurtos de la Policía Federal. El acusado fue identificado como Juan Pablo Barbaria y tenía pedido de captura internacional por tenencia de armas de guerra y drogas.
Fuentes del caso confirmaron a LaNoticia1 que el detenido confesó haberle amputado las yemas de las falanges de ambas manos a la víctima "porque lo vio en una película de la mafia rusa" y para hacerles creer a los investigadores "que se trataba de una banda narco". Durante los dos años que estuvo prófugo, el hombre cambió su identidad y se ocultó en diferentes hoteles de la Ciudad. El caso quedó a cargo del Juez de Garantías 5, distrito Martínez, Dr. Gastón Garbus.