Una pareja dio el sí en la terapia del hospital San Martín de La Plata
La terapia intensiva del hospital platense se convirtió en un lugar de celebración. Yolanda aceptó la propuesta de matrimonio de su marido, Mario, internado hace tres semanas por una infección. Lo habían postergado tres veces y al fin se produjo. Él le dijo que "que no le importaba el lugar, ni las circunstancias".
Ella había cancelado el casamiento tres veces. Hace tres semanas, él fue internado por una infección y en el hospital volvió a proponerle matrimonio. Esta vez, Yolanda no se negó y la terapia intensiva del hospital provincial San Martín de La Plata fue escenario de la celebración.
La fiesta contó con torta, globos y guirlandas. Uno de los catorce boxes del servicio fue acondicionado para celebrar el primer casamiento por iglesia de ese establecimiento sanitario.
El flamante marido se llama Mario, tiene 61 años y se encuentra internado en terapia desde el 23 de marzo. Por suerte, fue operado con éxito de una grave infección en la vesícula y está conectado a un respirador porque, además, padece una enfermedad pulmonar producto de muchos años de fumador. Los médicos aseguran que evoluciona bien y que pronto estará en una sala común.
Aunque hace 33 años que vive con Yolanda y juntos tuvieron tres hijos, nunca se habían casado. Lo curioso es que, a lo largo de los años, ella suspendió tres veces la ceremonia: Con fechas reservadas en el registro civil, familiares invitados y festejos programados, a último momento, Yolanda entraba en pánico y cancelaba todo. "Tenía miedo de repetir la historia de mis padres, que se separaron cuando yo tenía cinco años", confesó.
Los recién casados se conocieron en una pensión ubicada frente a la terminal de La Plata. Allí se instaló ella con sólo 18 años cuando llegó desde Santiago del Estero. Es empleada doméstica y Mario, que fue sereno, cobra una pensión por discapacidad porque sus piernas ya no le permiten trabajar.
El jueves pasado, desde su cama de internación Mario volvió a insistir. Le habló a su mujer de su deseo de casarse y le dijo "que no le importaba el lugar, ni las circunstancias". Esta vez Yolanda aceptó y, con la ayuda de los médicos, enfermeros y el equipo de salud del hospital, consiguió al cura y organizó la celebración.
Así el sacerdote de la capilla del hospital, Sergio Cercato, los casó. Alrededor de la cama de Mario estuvieron los amigos y familiares de la pareja, y también los trabajadores del hospital que comparten el día a día de esta historia de amor en terapia intensiva. Esta vez, ella no lo dudó y al lado de la cama de internación de Mario dio el sí sin miedos.