Familiares, amigos y allegados a Francisco Di Lucca, detenido en el marco de una causa por trata de personas abierta tras hallar trabajadores hacinados en un campo en Baradero, se concentraron en las calles de Balcarce para reclamar por su liberación.
Di Lucca se encuentra alojado en el
penal de Ezeiza, acusado de ser
coautor responsable del delito cometido en un campo de la localidad de Portela. Su tío,
Miguel Di Lucca -arrendatario de Establecimiento Don Lucas, propiedad del ex Fiscal de Santa Fe Claudio Corbelli - continúa
prófugo de la Justicia.
En Avenida Kelly y calle 17, pancartas, pasacalles y volantes brindaban apoyo al joven Di Lucca. Participaron de la marcha su madre, hermanos, abuelos, tíos, amigos y allegados.
El abogado que representa al joven, el Dr. Daniel Canto, afirmó que Di Lucca "es un estudiante que fue a trabajar a Baradero en una chacra de papa, unos 20 ó 30 días, y estaba totalmente desvinculado de cualquier tipo de relación empleado y empleador".
Sin embargo, los trabajadores lo sindicaron como el que les vendía alimentos y les cobraba el alojamiento. Gaseosas de segundas marcas a $ 9, cigarrillos a $ 7, medio kilo de pan por $ 10, un kilo de carne para puchero a $ 20 y colchones por $ 150 son los números de la “proveeduría” de los contratistas, que anotaban todo para descontar de la paga por las tareas en la cosecha.
Adrián González Archibay, Juez de la causa, dictó la prisión preventiva para Francisco Di Lucca, mientras dos encargados del campo que estaban en el lugar al momento del operativo fueron liberados por considárselos "empleados". Además, libró orden de captura para otro conocido productor de Balcarce, Angel Montes, socio de Miguel Di Lucca en el arrendamiento del campo.
En un
operativo conjunto de
Uatre con el
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires se descubrió que había
personal trabajando en
condiciones infrahumanas y privados de su libertad.
El caso se descubrió tras la concurrencia al Hospital LinoPiñero por parte de 8 de los obreros hacinados. Uno de ellos quedó internado por un persunto diagnóstico de dengue junto a un paciente cuyos resultados habían dado positivo. Así trepó a los medios zonales y a los pocos días, llegaron las inspecciones al establecimiento.