Ituzaingó: Joven murió tras ser atropellado por un patrullero
Se trata de Diego Nicolás Anjanatti, de 13 años. Fue embestido el pasado sábado cuando salía de la matiné de "Enjoy", un boliche bailable del distrito. Según informaron fuentes judiciales y policiales, la policía que conducía el móvil fue desafectada de la fuerza e imputada por "homicidio culposo".
De acuerdo a los testimonios de los familiares del adolescente, el patrullero acudía a dispersar a un grupo de jóvenes que peleaban a la salida del boliche y luego corrieron hacia una pequeña plaza ubicada a 150 metros.
Personal de seguridad del local bailable alertó de lo sucedido a dos policías que estaban frente al boliche a bordo del móvil 19.870 del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Ituzaingó y que luego se trasladaron hasta esa plaza.
Una fuente judicial explicó a Télam que el patrullero era conducido por la oficial Graciela Noemí Basualdo. Según la versión del efectivo que la acompañaba, sobre una calle de tierra y con un zanjón de un lado, uno de los chicos, que resultó ser Anjanatti, tropezó con una piedra y cayó a mitad de la calle, por lo que fue embestido por el patrullero.
Asimismo, contó que Basualdo había acelerado "pero no mucho", ya que no había llegado al tercer cambio, y frenó, pero no pudo evitar atropellar al adolescente.
Tras el impacto, la víctima fue trasladada en una ambulancia de una empresa privada al Hospital Posadas donde murió a raíz de las heridas, principalmente en el cráneo.
Por su parte, Cristian Anjanatti, padre de Diego, dijo a la prensa que su hijo iba "caminando" y que "no se cayó" delante del patrullero. "Hay amiguitos que son testigos y a uno de ellos el mismo patrullero le pisó un pie. Ellos vieron cómo fue: que el nene venía caminando y el patrullero supuestamente venía a todo lo que da. Había nenes que se corrieron pero él no escuchó y lo embistió", relató.
Y agregó: "Cuando me acerco y pregunto lo que pasó (los policías) me dijeron que lo habían encontrado así (tirado en la calle) y llamaron a otros móviles en vez de llamar a la ambulancia. Yo me quedé con mi hijo gritando veinte minutos '¡que venga la ambulancia!' y después lo acompañé (al hospital)".
La Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial desafectó a Basualdo, con dos años de antigüedad en la fuerza, hasta que se determine su responsabilidad en el hecho.