Qué hay tras el regreso del Disney de Max Higgins
Una estampida inmobiliaria, la conveniencia política, una estafa internacional, la aparición de un desquiciado… Son sólo algunas de las hipótesis que envuelven el caso de Max Higgins y su Walt Disney Mundo. Qué se esconde tras el ambicioso proyecto que no avanza.
El fin de semana pasado abrió un nuevo tema en la agenda de los sampedrinos. El intempestivo regreso de Max Higgins a las oficinas de la Municipalidad tiene un “mensaje” para quienes alguna vez estuvieron involucrados en su fantasioso aterrizaje en el campo del camino a Vuelta de Obligado.
El “regalito” para el flamante intendente Guacone y el Secretario de Coordinación Facundo Vellón resulta al menos sospechoso para quienes desde la investigación realizada por La Opinión Semanario de San Pedro no encentran explicaciones lógicas.
Hasta el viernes todo parecía una estafa montada en una página web que dejó deudas en distintos países del mundo y un empresario que, disfrazado con el mismo traje que usó en 2007, vino a buscar algo más que repercusión o pagar las deudas que dejó pendientes.
En San Pedro son varias las personas que no perdieron contacto y, entre otros, el ahora ex Director del Corralón Eduardo Estelrich trabajó para el jamaiquino junto a otros contratistas como Alberto “Tito” Cid o el Comisario Sergio Pérez, que lo proveyó de seguridad y especialmente un ex empleado de la inmobiliaria Frangi quien fue el que presuntamente realizó la operación de la compra del campo que hasta el año pasado no sólo no se había escriturado sino que exhibía una hipoteca por un millón de pesos en los registros del Banco Central.
Esa misma inmobiliaria es la que en 2009 concretó la operación con la esposa de Rudy Ulloa Igor, el ex chofer y próspero empresario de medios de Néstor Kirchner. Por entonces, el gestor del negocio dijo desconocer a quién le había vendido el predio que otrora fuera propiedad de la familia de viveristas Pons. Mientras Rudy construía su casa en un sitio estratégico para la mirada de curiosos, el Municipio “olvidó” pedir los planos y cobrar los derechos de construcción hasta que este medio llegó al predio en procura de fotos y expedientes que fueron confeccionados entre gallos y medianoche para justificar la ingenuidad del departamento de Obras Públicas.
Palabras más, palabras menos, lo que se avizora en el horizonte es la estampida inmobiliaria que dejó a San Pedro como uno de los lugares más caros, en comparación con Pilar o Punta del Este.
De todos modos, el árbol que tapa el bosque siempre tiene nombre y apellido: Emile St. Patrick Higgins. Fue el Estudio Jurídico Lima quien lo patrocina y el que lo persuadió de montarse al Mercedes Benz negro para retirarse de inmediato de San Pedro apenas se alejó dos cuadras de la Municipalidad.
Hipótesis, miles. Certezas, las que fueron investigadas por La Opinion de San Pedro y por el Juzgado del Dr. Villafuerte Ruzo, que tiene en sus manos la causa por violación a la Ley de marcas y patentes, que obligó a Higgins a borrar la palabra Disney de todos los carteles que instaló anunciando su emprendimiento sampetrino.
La historia del Ratón Mickey
El supuesto empresario
llegó a San Pedro una semana antes de las elecciones de 2007, en helicóptero y acompañado por una comitiva de personas ataviadas como árabes. En aquel momento fue recibido por las autoridades en el mismo lugar donde se instalaron los carteles que anunciaban “Disney Mundo Cooming Soon”.La presunta venta del terreno de más de 100 hectáreas sobre las barrancas al jamaiquino nunca se aclaró. De hecho, la sociedad que aparece como propietaria se llama Huife, cambió su domicilio casualmente el 2 de Octubre de 2007 y su composición se transformó recién el 14 de mayo de 2008, cuando los trabajos de alambrado perimetral ya habían concluido. En el acta publicada en el Boletín Oficial dice textualmente: “HUIFE SOCIEDAD ANONIMA Escritura XXX del 05/11/2007 se protocolizó Acta de Asamblea General Ordinaria del 17/09/2007 por la que se aceptó la renuncia del presidente Alberto Alejandro Sassoon y de la Directora Suplente Karin Hede Geczynski quedando el directorio conformado por Presidente Emile Maxim St. Patrick Higgins DNI 94.141.255 y Director Suplente Kenrick Gordon Gilpin pasaporte de Jamaica A2694224 domicilio Especial en sede social; Acta de Directorio del 17/09/2007 por la que se resolvió fijar la sede social en Alicia Moreau de Justo 1150 piso 3 departamento B 301 de esta Ciudad…”.
El despecho de una mujer
Fue su mujer, Sandra ZapataHiggins ya era conocido en Argentina por haber rentado un Lamborghini cuyo uso nunca pagó. , la que mayores detalles ofreció sobre su vida cuando se separaron traumáticamente. La mujer relató a la periodista María Fernanda Villosio en la revista Noticias que las mentiras comenzaban desde el origen de su relación. Se conocieron en un local de diversión nocturna y convivieron un tiempo en la humilde casa de sus padres hasta que comenzó a ver que manejaba gran cantidad de dinero sin mayores explicaciones. Se mudaron a un edificio cercano a las oficinas emplazadas en Puerto Madero y a los pocos meses se encontró siendo titular de este emprendimiento. Por entonces Higgins invitaba a inversores a través de su página Higgins Warner a colocar dinero con un 20% de rentabilidad asegurada.
Cuestiones con la Justicia
En noviembre de 2007, la empresa Disney Enterprisses emitió un comunicado desmintiendo cualquier inversión en Argentina. El Estudio Carbone y Asociados obtuvo una victoria judicial en los tribunales de San Nicolás obligando a tapar en los carteles toda mención a Disney.
En diálogo con La Opinión, Max Higgins ratificó su decisión de poner en marcha el emprendimiento y se quejó por las investigaciones realizadas sobre su persona a la luz del dinero que dice que invertirá y las fuentes de trabajo que piensa generar. Ahora resta saber si la reunión que ha anunciado con sus abogados patrocinantes traerá novedades puesto que no pesan sobre él pedidos de captura y quiere dejarlo en claro.
Chofer perdido
El más desconcertado de todos fue suchofer cuando observó la presencia de acreedoresy periodistas. A bordo de un Mercedes Benz negro que exhibía un gran desgaste y una calcomanía del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio Internacional y Culto, el hombre dijo que trabajaba para una empresa de remises y que sólo le habían indicado que debía transportar a dos personas hasta San Pedro. Mientras tanto, su traductora aseveró algo similar y pidió no ser fotografiada. Ambos acompañantes miraron con asombro cómo a Higgins le tembló la pera cuando dos policías se le acercaron y le recordaron que mantenía una abultada deuda con la Comisaría local, ya que nunca pagó la custodia del lugar. “Voy a la Municipalidad y a la vuelta paso por la Comisaría”, dijo. Recién fue el miércoles, sin dinero, y firmó un compromiso de pago antes de pasar por una sede del banco Santander Río.