A 15 años del motín de Sierra Chica, el más sanguinario de la historia
El motín en el penal de Sierra Chica comenzó el 30 de marzo de 1996. Duró ocho días. Una historia de la rebelión encabezada por los conocidos como "Los 12 apostóles". Asesinatos, torturas, canibalismo y negociadores rehenes, que cambiaron la historia penal para siempre.
En el distrito comandado por José Eseverri estos son días en los que se recuerda el horror ocurrido en Sierra Chica en 1996.
8 días duró el motín considerado como el más sanguinario de la historia. El sábado 30 de marzo de ese año 13 presos se quisieron escapar pero uno de ellos cayó muerto por la policía. El resto regresó al penal y organizó el motín. Fueron bautizados como "Los 12 apóstoles".
La banda estaba encabezada por Marcelo Brandán Juárez de 32 años, quién cayó preso a los 19 años y purgaba entonces una condena de 19 años y tres meses por robo calificado reiterado y tenencia de arma de guerra. Tenía antecedentes por su participación en motines en La Plata, Olmos y Sierra Chica y sospechado por la violación de un compañero de celda.
El resto de los "apóstoles" eran Jorge Alberto Pedraza (32), Carlos Gorosito Ibáñez (35), Marcelo González Pérez (43), Jaime Pérez Sosa (29), Víctor Esquivel (36), Oscar Olivera Sánchez (25), Carlos Villalba Mazzey (33), Héctor Cóccaro Retamar (41), Marcelo Vilaseco Quiroga (26), y Héctor Galarza Nannini (27).
La jueza penal de Azul, María de las Mercedes Malere, llegó al penal para darle respuesta a algunos de sus reclamos. Pero los presos tenían otra idea: la magistrada fue tomada como rehén y desde allí la historia comenzó a cambiar en el penal.
Además de la Jueza y su Secretario, los presos tomaron como rehenes a 13 guardias y dos pastores evangélicos.
Unos mil presos del penal adhirieron al motín. Los líderes, además, aprovecharon la ocasión para ajustar cuentas con sus enemigos: mataron personalmente a ocho internos acusados de ser informantes de los guardias.
Por pedido de "Los 12 Apóstoles", los presos descuartizaron los cuerpos en los piletones de las duchas del pabellón 12 e incluso jugaron a la pelota con la cabeza de uno de ellos, el más odiado.
"Pateamos un poco, al fútbol no jugamos porque una cabeza pesa", sostuvo años después Marcelo Acuña, uno de los presos que se sumó a ese motín.
Los cuerpos fueron cocinados y comidos en empanadas y estofado. Ningún cadáver apareció y partes despedazadas fueron quemadas en el horno de la panadería de la prisión.
Tras 8 días, "Los 12 Apóstoles" decidieron entregarse y fueron trasladados. Recibieron penas menores a los 15 años e incluso algunos ya están en libertad.
De hecho Brandán Juárez fue recapturado en enero de este año, luego de un tiroteo con la policía tras haberle robado a dos comerciantes junto a un cómplice. Al ser apresado no fue reconocido por la Policía quien sólo lo hizo 48 horas después.
Entonces se supo que el cabecilla de "Los 12 Apóstoles" había sido beneficiado con el 2x1.
El próximo 7 de abril se cumplirán también 15 años del fin del motín. Entonces habrá una misa en la Iglesia Nuestra Señora de Luján, de Sierra Chica por las víctimas y para que no se repita el horror.