Abogado de San Isidro presenta medida cautelar por Ruta 31
El Dr. Diego Isabella dice que el estado de la ruta es "flagrante y calamitoso". Pide que el estado alerte a los automovilistas hasta que arreglen la fatídica Ruta.
Los vecinos de la zona están cansados de reclamar. El accidente de los Pomar puso en primera plana el estado de las rutas provinciales. El sanisidrense Diego Isabella no quiere que se pierdan más vidas ni tiempo y por ello recurrió a la justicia con el propósito de solicitar una medida cautelar que obligue al Estado a reparar la Ruta 31 y -mientras lo hace- a alertar a los automovilistas sobre los peligros que corren cuando la transitan. El escrito pide que se adopten las "medidas necesarias para garantizar el tránsito seguro en ese camino", aunque desde hace 20 años el abogado recorre los kilómetros que lo separan de San Isidro para llegar al campo que su familia tiene en Salto. Reclama el arreglo total y fundamenta: "es imposible transitar sin poner en riesgo la vida y donde los accidentes como el que le ocurrió a la familia Pomar son moneda corriente". Isabella no tuvo suerte. Viajó el pasado viernes con su presentación pero la burocracia provincial le puso un freno. Según relata el letrado "no había gente para atender" y agregó "se negaron a recibirlo porque según me explicaron no había ningún funcionario trabajando porque era el día del empleado de Gobierno".
La ruta "no tiene en casi toda su extensión demarcación alguna" como tampoco están trazadas las líneas blancas que señalan los bordes de la cinta asfáltica.
Aunque las voces de los medios nacionales se han acallado tras el caso Pomar para transformarlo en una rencilla entre el Ministro de Seguridad y la Policía, los habiantes de las ciudades que padecen el tránsito por la Ruta 31 saben que los reclamos de los intendentes que los representan ante los mandatarios provinciales "siempre figuran en los presupuestos pero nunca llegan los fondos ni las máquinas".