Cobos entre la imagen y la resignación quedó sólo frente a Cristina y la justicia
La Justicia debe expedirse sobre la causa Redrado y uso de Reservas. Cobos decide entre preservación política o el desafío con otra 125. Redrado paladea que sea Aníbal Fernández quien le diga que aún es el Presidente del Central. Jura Joaquín Da Rocha.
La crispación presidencial canalizó rápido en la lengua de Aníbal Fernández y del reaparecido José María Díaz Bancalari, haciendo chistes sobre las circunstancias más dramáticas vividas durante todo enero en otro capítulo de la innecesaria crisis institucional que se desató tras los decretos. El sainete del Central está lejos de terminar; con la apertura de los tribunales las causas comenzarán a tomar otros rumbos y el dinero del Fondo del Bicentenario deberá esperar hasta marzo para recibir legal tratamiento en el Congreso. La seducción a gobernadores y la posibilidad de darle otros destinos como la compra de empresas aventó todas las posibilidades de contar con las reservas de manera inmediata y cumplir con los anuncios de pago de compromisos externos.
El renunciado Procurador del Tesoro fue menos explícito que Martín Redrado pero lo suficientemente elocuente como para dejar en claro que el juramento que en el día de hoy sentará a Joaquín Da Rocha en el sillón de clavos se parezca a una condena más que a un reconocimiento, toda vez que resuena la frase "lluvia de dólares" en algunos de los exabruptos de los que quieren ser más kirchneristas que Kirchner.
Juliio Cobos se debate entre la vida pre presidencial y la muerte lenta y agónica que le desean desde la Casa Rosada. O se anima a otra "125" con su voto no positivo y comienza a hacer campaña o se levanta del sillón para dar los primeros pasos al precipicio del olvido en el que sueñan verlo varios radicales que por arte de la fortuna retoman protagonismo en horas aciagas y calurosas que transcurrieron con trabajo forzado pero eficaz para sus mezquinos intereses.
Cristina Fernández puede seguir participando en actos de campaña con menos presión que la semana pasada. Mucho de lo que tiene que suceder ya no depende de su decisión ni de la firma de nuevos decretos. Néstor será quien monitoree el comportamiento de propios y extraños, buscando cada pelo en la leche agria que le han dado a tomar, sobre todo los sincericidios de legisladores que simularon fidelidad hasta que se animaron a expresar que "así los lleva a la derrota".
Duhalde no logró llevarse ninguna pieza importante en su periplo pesquero por las aguas de Punta del Este a bordo del yate del empresario Fernández Prieto pero ve que está llegando su hora para comenzar a pescar en territorio argentino. Tiburón, Delfín y Mojarrita lo esperan para comenzar a batallar en el conurbano y reclutar ex y nuevos referentes para su proyecto 2011 en la Costa Atlántica, donde Luis Barrionuevo lo espera con cotillón de lujo.
Una nueva semana comienza con alerta naranja, golpe de calor y los últimos capítulos de este concurso sin ganadores a la vista porque los cortes programados a raíz de la crisis energética pueden caer justo en el horario de la novela diaria que muestra a argentinos que no han podido comprar los dos millones de dólares para ampararse de una devaluación como bien lo hicieron en 2008 "los amigos del poder.
"Daniel Scioli", ahora que Martín Redrado se fue de "la casa", está nominado para entretener a la audiencia con algún acto de gobierno que lo muestre preocupado por el bienestar de la provincia y el rojo de sus cuentas. El territorio bonaerense está minado de furiosos y dirigentes que se prueban el traje para sucederlo. Gran Hermano lo condena por una semana a vivir sin aire acondicionado ni paseos por la costa.