Crimen de Carlos Soria: La empleada doméstica aseguró que Freydoz bebía cada vez más alcohol
La mujer trabajó con la familia durante 18 años. Aseguró que el Gobernador no saludaba a su mujer: "La ignoraba como si no estuviera". Manifestó que la viudad realizaba gimnasia de manera compulsiva. "Luego llegaba derecho a tomar, abría la heladera, llenaba su vaso de vino y lo tomaba puro, como agua", declaró.
El juicio por el asesinato del primer mandatario de Río Negro ocurrido el 1° de enero en la casa de General Roca sigue sumando testimonios que complican a la única imputada, la viuda Susana Freydoz.
En la cuarta jornada del juicio declaró la empleada doméstica que estuvo 18 años junto a la familia. "Don Soria llegaba a la casa después de tres o cuatro días de estar afuera por la política; a mí me saludaba y a ella no... pasaba para adentro con sus valijas como si ella no estuviera, como si fuera un mueble más. Y ella le salía atrás preguntándole cosas", señaló la mujer.
Según el relato reproducido por el Diario Río Negro, Freydoz realizaba gimnasia de manera casi compulsiva. Salía de la casa temprano y volvía para cocinar el almuerzo a su marido. "Llegaba derecho a tomar, abría la heladera, llenaba su vaso de vino y lo tomaba puro, como agua. Mientras preparaba la comida se tomaba como tres vasos" describió la mujer. "Cajas y cajas compraban, y cuando ella iba al supermercado traía también", manifestó.
La mujer aseguró ante el tribunal que las peleas eran cada vez más frecuentes. Muchas veces el matrimonio se encerraba a discutir en una habitación y "se escuchaban los gritos de ella, que le preguntaba a don Soria si la quería realmente".
Nuevamente la hipótesis de los celos y las sospechas por la existencia de una supuesta amante del Gobernador motivaron el trágico desenlace en la madrugada del primer día del 2012.