Fenómeno: Aparece un arroyo que atraviesa un barrio en medio de una feroz sequía
Una correntada de agua inundó varios sectores de la ciudad de Bahía Blanca. Nadie puede dar una explicación concreta sobre el fenómeno. Sospechan de alguna deficiencia en el sistema de agua corriente bahiense.
El paisaje era inusual para la zona y la coyuntura tampoco permitía creer lo que se veía. De hecho parecía más una ilusión óptica como aquella de ver un oasis en el desierto. Es que la escasez de agua en la ciudad de Bahía Blanca es noticia hace ya varias semanas y que una correntada inunde varias calles de algunos barrios era más que una ironía.
El recorrido del lecho de agua llegó hasta la estación transformadora y de ahí a la Ruta 35 de la ciudad. Los vecinos perplejos fueron rápidamente a abrir sus canillas para ver si la fortuna se había acordado de ellos y el agua volvía a estar fácilmente disponible. No fue así. El caudal pasaba por la calle, por los grifos el panorama continuaba siendo desolador.
Los barrios más afectados son Los Chañares, Don Ramiro y Villa Bordeu. Los vecinos del lugar, conocedores de la zona aseguran: "Reventó el Saladillo y se inundó todo”. Además de quejarse por lo complicado que fue el acceso a su vivienda debido a la inundación un bahiense declaró, “debe haber llovido mucho por la zona de La Vitícola y la corriente se vino para acá".
Como no creerle y sostener la hipótesis de uno de los lugareños pensaron los funcionarios que buscan evitar que se corten las vacaciones para investigar un caso inaudito. Sin embargo en aquella zona sólo se registraron precipitaciones inferiores a los 15 milímetros aproximadamente.
Los productores ganaderos de la zona manejaban otra teoría. Ellos sostienen que en la localidad de Tres Picos existe una manga que tiene la capacidad de descargar 100 milímetros en menos de dos horas pero la policía del lugar fue hasta allí para constatar que eso no haya sucedido y, efectivamente, el agua seguía en el lugar.
El paso siguiente era consultar a los expertos en meteorología que, quizá para no dejar de ser llamados “expertos” sostuvieron que “algunas células de tormenta han podido descargar significativos volúmenes de afluentes del Saladillo García donde no se toman registros”. Cosa que más allá de sonar muy sofisticada no parece ser una explicación concreta. Tiene más de suposición que de hecho comprobable.
Eduardo Bidonde es el responsable de la Delegación Municipal Norte y expresó su dubitativa conjetura: "Parece que llovió fuerte en la zona de Pigüé. El agua bajó con gran fuerza desde las proximidades del predio de la Fisa y para canalizar la circulación estamos trabajando junto con la delegación Noroeste".
Lo importante en este tipo de situaciones más allá de la explicación es el estado de salud y las condiciones de vida de los afectados. Mario Tejeda de Defensa Civil aseguró que no hubo evacuados ya que la correntada tomó la calle sin interferir con las viviendas más allá del trastorno de no poder cruzar con los vehículos hasta las moradas.
Por último, Luis Araoz, subsecretario de Servicios de la comuna tomó la determinación que aparece como la más sensata "Prontamente evaluaremos estas contingencias con las autoridades provinciales de Hidráulica". Lo importante es explicarse como, en una ciudad con la severa escasez de agua como tiene Bahía Blanca hay un arroyo espontáneo que recorre sus calles.