Forster: "Es interesante que Vidal salga de esa imagen tipo Heidi y muestre lo que efectivamente es"
El filósofo y miembro de "Carta Abierta", Ricardo Forster, dialogó con LaNoticia1.com. Elogió a Axel Kicillof y dijo, tras las críticas de Vidal, que "es alguien que no expresa exclusivamente la mirada de La Cámpora". También refirió que conoce la provincia y sus problemas y sería un "gobernador extraordinario". Evocó a los gobiernos kirchneristas y admitió errores. Luego del triunfo de 2011, "hubo una tendencia a encerrarse y a bloquear la posibilidad de ampliación que siempre es imprescindible", apuntó. "Si el macrismo fuese gobierno de nuevo, literalmente libera todas sus energías destructivas", alertó.
Por Walter Albarracín
- Alberto Fernández ya está recorriendo las provincias, brinda conferencias, y plantea un discurso un poco más moderado que el kirchnerismo en las últimas elecciones, ¿cómo analiza este perfil de candidato al que nadie lo tenía hasta hace unos meses?
Una vez que Cristina tenía la decisión de replantear su lugar en la fórmula presidencial y colocarlo a Alberto Fernández, redefinió el objetivo y el modo de despliegue de la campaña. No es la misma la mirada, la personalidad, el modo como se presenta ante la sociedad de Cristina que la que está expresando Alberto.
La construcción de un frente supone que aquello que se asemeja tiene que, a su vez, también mostrar sus diferencias y el modo en cómo, a lo largo del tiempo, expresaron discrepancias pero que hoy son parte un proyecto común que es caminar hacia una elección que es absolutamente trascendente en términos de impedir un nuevo mandato de un proyecto neoliberal en la Argentina como es que el que viene representando Mauricio Macri y Cambiemos.
La construcción del Frente de Todos tiene que ver con esta unidad muy amplia que introduce matices, incluso diferencias, pero que tiene un objetivo común que es intentar que a partir del 10 de diciembre gobierne un proyecto y un modelo de país distinto.
Alberto le da su propia impronta, su propio matiz discursivo. Incluso cuando uno ve los spots de campaña, hay uno donde dice que su tendencia es a la moderación y a la conciliación porque, de todas formas, frente a la posición de tomar decisiones y medidas él tiene una perspectiva potente y de decisión.
Una cosa es el camino de una campaña electoral, el modo de cómo se busca llegar al electorado, convencer a indecisos y, a partir de eso, la necesidad de encontrar los recursos que el lenguaje, las convicciones y que el proyecto que se defiende tienen que encontrar para inteperlar a los que no piensen como uno. Desde ese lugar se construye la campaña.
- Teniendo en cuenta esta interpelación de la que usted habla, ¿Cuál cree que son los errores que no puede volver a cometer un eventual gobierno peronista - kirchnerista?
A lo largo de 12 años se hicieron muchísimas cosas, el grueso de lo que se hizo lo reivindico profundamente. Muchos de aquellos aspectos que implican hoy una cierta responsablidad en la pérdida de unidad o de interpelación mayor como por ejemplo la 125, la recuperación del sistema jubilatorio y ese gran debate que concluyó en la Ley de Medios. Fueron momentos constitutivos de un proyecto progresista, popular y democrático.
De la misma manera que miraría más críticamente que después del triunfo electoral del 2011, enorme, del 54%, se creyó que ese caudal prácticamente abría un camino sin grandes fricciones y problemas y nos convencimos que el proyecto estaba en su punto de máximo esplendor. Eso nos llevó a creer un triunfo en el interior de la batalla cultural y se perdió de vista que un proyecto democrático y popular necesita renovar siempre sus vínculos, alianzas, frentes y aperturas. Hubo una tendencia a encerrarse y a bloquear la posibilidad de ampliación que siempre es imprescindible.
También nos enfrentamos a problemas que enfrenta cualquier proyecto democrático y popular que es cómo encontrar la solución para que la reconstrucción del mercado interno, el mejoramiento del poder adquisitvo, la ampliación del acceso al consumo, no termine generando un tipo de ciudadano consumidor que acaba por tomar como propias las concepciones de la vida y del mundo de un régimen consumista y neoliberal. Quiero decir: si la base es la ampliación del mercado, del consumo y de la movilidad social ascendente, terminarámos generando un nuevo género "-ísta" en la sociedad, que lejos de preocuparse por lo común o colectivo, tiende a mirarse en el espejo en su propio narcisismo o en su deseo.
Cuando Cristina habla de un nuevo contrato y una ciudadanía responsable, está señalando muchos de estos problemas, estas carencias. No se trata de reconstriuir solo el mercado interno. Si solo se la satisface per se, corremos el serio peligro de volver a generar las condiciones para una regresión neoindividualista y neoliberal y de vaciamiento de lo que debe ser un punto nodal de una reorganización de la vida social que es lo común, lo colectivo y los derechos en un sentido amplio.
- La gobernadora Vidal dijo que La Cámpora va gobernar la provincia y el proyecto es "Máximo 2023". Luego la Hermana Pelloni dijo que esa agrupación es el brazo del narcotráfico del kirchnerismo. ¿Qué opinión le merece La Cámpora y si cree que una vez llegada al gobierno puede gobernar sola?
Sobre lo que ha dicho esta señora Pelloni hay que ver la saga familiar que la acompaña, gente que viene de la dictadura. Ni siquiera merece una respuesta, es parte de la campaña sucia, de un tipo de un visión del mundo reaccionaria.
Por su lado, es interesante que Vidal salga de esa imagen tipo Heidi, de sonrisa en estado de meditación profunda, y que muestre lo que efectivamente es, una persona que ha construido una lógica del odio en la política.
La Cámpora es una organización política, que ha logrado convocar a un sector importante sobre todo de jóvenes con convicciones e ideales políticos que han nacido del interior de procesos históricos como los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Obviamente como toda agrupación política que tiene un proyecto pone todo su esfuerzo en tratar de que se pueda llevar adelante.
Axel Kicillof es alguien que no expresa exclusivamente la mirada de La Cámpora. Expresa una mirada muy profunda sobre la vida social, económica, política, cultural. Es una personalidad que le hace muy bien a la política, que se ha formado como pocos que aquellos que intentan asumir resposabilidades políticas.
Creo que hay en Axel hay una trayectoria, una experiencia, un saber que uno podrá discutirlo y estar de acuerdo o no. Pero otra cosa es la descalificación, el lenguaje cloacal y canalla, el insulto, el macartismo de cuarta categoría como el (Miguel Ángel) Pichetto.
Me parece que hace mucho que la sociedad argentina y lo mejor de su estructura democrática se merecen otro tipo de discusiones y Axel siempre las ha dado y sería un gobernador extraordinario.
- Cómo comulga ese perfil técnico con preocupaciones de los habitantes de la provincia como la actividad agropecuaria, justamente el campo que no es un sector afín al kirchnerismo, y con la seguridad, que es algo de lo que no habló por lo menos hasta ahora.
Axel Kicillof viene recorriendo la provincia hace por lo menos 3 años. No solamente el conurbano que por supuesto que también lo conoce muy bien como la problemática de la seguridad, del trabajo, de los principales cordones, cuya población son quizás de los más lastimados por las políticas neoliberales. También ha recorrido y ha conversado muchísimo con esa diversidad que es la producción agropecuaria.
Porque uno dice campo y pareciera que es lo mismo tener 10 mil hectáreas en la zona núcleo que ser un pequeño productor o ser un chacarero. Hay que aprender a diferenciar.
Axel tiene una concepción de la economía, del mercado, de la relación estado- mercado, que lo ha puesto en evidencia y actuado en su gestión y que nunca ha ocultado.
Aparte me consta que está absolutamente interesado y preocupado por las problemáticas de la violencia y la inseguridad. Que yo sepa no se resuelven los problemas de inseguridad liberando a la policía para que haga cualquier cosa o queriendo invisibilizar el crimen siniestro de Monte donde fueron asesinados 5 jóvenes.
Creo que se trata de encontrar políticas que conjuguen crecimiento económico, mejoramiento de calidad de vida, del poder adquisitivo, con políticas de seguridad que hagan que las fuerzas sean compatibles con la democracia, los derechos. Y no pensando que la mano dura o que un policía mate por la espalda sea el camino a la seguridad. Lleva a la discrecionalidad y a la vulnerabilidad de la sociedad.
- Sandra Russo dijo que hubo una "derechización" en las listas del oficialismo y que si no gana la oposición habría un "baño de sangre" en la Argentina, ¿ Está de acuerdo?
No leí el artículo de Sandra Russo. Yo no utilizaría términos de titulares amarillos. Para mi sería muy grave por el presente y el futuro de la Argentina la renovación de un mandato como el de Mauricio Macri que representa la destrucción sistemática de casi todas las esferas económicas y social de la vida argentina. No hay sector salvo bancos y empresas energéticas y de la exportación agropecuaria, que entre los 3 suman un procentaje ínfimo, que hoy pueda decir que su actividad y su vida no ha sufrido un profundo retroceso en estos 3 años y medio.
Las políticas neoliberales en Argentina significan destrucción, muerte, exclusión social, hambre, pobreza. Traduzca como quiera o pongale el título que quiera. A nivel global, regional y país ya hemos experimentado, y estamos atavesando de nuevo una experiencia de desendeudamiento y desindustrialización, y sus consecuencias inmediatas. No en teoría, ni en libros de historia, lo vemos en la vida concreta de las personas que habitan nuestro país.
No se trata de proyectar títulos catástrofe, o de hablar de "baños de sangre", se trata simplemente de ver la realidad de un país gobernado por políticas neoliberales de exclusión, que busca la flexiblización, volver a un sistema jubilatorio que hemos conocido y nos llevó a una catástrofe social. Si el macrismo fuese gobierno de nuevo, literalmente libera todas sus energías destructivas.
Desde ese punto de vista hoy vivimos un momento fundamental que hay que resolver en términos electorales. Y será el soberano el que decidirá si quiere efectivamente transformar un modelo de sociedad que hoy le está haciendo mucho daño o si prefiere continuar con ese daño. Ese es ya otro cantar, otra discusión.