Inundación en Azul: Ya no hay agua en la ciudad y aumentan las críticas al Intendente Inza
En la ciudad no hay clases y cientos de personas siguen autoevacuadas por cuestiones sanitarias. El desborde del arroyo homónimo se produjo entre la noche del viernes y la mañana del sábado. Los vecinos aseguran que reinó la desinformación y la falta de resolución del comité de emergencia. Varios se negaban a abandonar sus viviendas ante los hechos de inseguridad registrados en las zonas afectadas.
Mientras en la ciudad fue dictada la emergencia Hídrica, Social, Económica y Financiera por parte del Intendente José Inza, el agua que inundó varias calles en los alrededores del Arroyo Azul volvió a su cauce natural.
Fueron más de 1500 las familias afectadas y aún no hubo una evaluación de los gastos económicos que el agua dejó tras de sí. La crecida del arroyo comenzó en la noche del viernes y se prolongó hasta el sábado en horas de la mañana. Si bien sólo fueron 18 los evacuados registrados oficialmente, la mayoría optó por la autoevacuación sin dar aviso a las autoridades.
A esto se sumaba un nuevo temor, el de dejar la casa sola ante los casos de inseguridad que incluso se repitieron esa noche en la que la tensión estaba puesta en el avance del agua por las calles de la ciudad.
El periodista local Martín Castañaga dialogó con La Noticia 1 y dio precisiones sobre la disconformidad creciente de muchos vecinos por el accionar del Intendente y los funcionarios municipales ante la emergencia hídrica. "Faltó conducción de las autoridades, la resolución ante la emergencia fue muy pobre", aseguró.
El trabajador de prensa indicó que reinó la desinformación y que los medios y las redes sociales sirvieron para contener a los vecinos. "Hubo mala información, nos decían que el pico pasaba a las 03.00 de la tarde, después a las 08.00, después a las 02.00 de la mañana", manifestó Castañaga.
El periodista también hizo referencia a obras hídricas sobre el Arroyo Azul que fueron suspendidas sin saber si se trata de falta de recursos económicos o decisión política.
Por último Castañaga relató que aunque desde el Municipio negaban los hechos de inseguridad, patrulleros y policías recorrían la ciudad, se registraron robos a viviendas e incluso hubo persecuciones por los techos de casas linderas a las que fueron víctimas de robos.