Invasión de barigüi en Junín y Bragado
Pese a las fumigaciones en los barrios y en los márgenes de los ríos, los insectos avanzan y hacen imposible la actividad al aire libre. Ya durante el 2012 los molestos "bichitos" habían reaparecido en la ciudad debido a una tropicalización del clima de la región, a la que se suman lluvias y calor incesante.
La invasión de barigüi alcanzó su máxima expresión diez años atrás, cuando hizo su presentación oficial por esas latitudes. Las fumigaciones que se realizan y los larvicidas que se esparcen a las márgenes del río parece que no serán garantía de frenar su proliferación: los huevos del barigüí pueden vivir años en estado latente.
Las abundantes lluvias que provocaron inundaciones en la zona contribuyen también a la proliferación de estos insectos que impiden cualquier tipo de actividad al aire libre.
Al picar, estos bichos provocan pruritos y hasta infecciones en la piel. Los alérgicos además pueden verse afectados por un episodio de varios días de duración.
Loes esfuerzos de los Municipios no han dado aún resultado y en épocas de calor intenso, no poder disfrutar del aire libre dificulta también la llegada del turismo a la zona.
Tal como informa el medio La Verdad de Junín, los barigüí, a pesar de nacer y reproducirse a orillas del agua, llegan a la ciudad ayudados por el viento, y tienen un ciclo de vida que oscila entre los veinte y cuarenta días. El ciclo biológico es el siguiente: la mosquita pone el huevo en el río, se forma la larva con los nueve estadíos hasta la adultez, el macho vive a la costa del río y fecunda a la hembra, que necesita sangre humana o animal para terminar con su generación. No tiene un poder de vuelo muy importante, de más de 300 ó 400 metros, y debe volver a orillas del río a poner sus huevos.