Mar del Plata: Juez autorizó aborto terapéutico
El magistrado dispuso la interrupción de un embarazo de más de 5 meses tras considerar que el niño por nacer no podría sobrevivir y que de proseguir la gestación se vería perjudicada la salud de la madre. El Obispo Juan Alberto Puiggari criticó el fallo por considerarlo que "atenta contra la vida".
El Juez Civil y Comercial de Mar del Plata Alberto Vidal dispuso la interrupción de un embarazo de más de 5 meses al considerar informes médicos que señalaban que el niño en gestación tendría escasas posibilidades de sobrevivir y que de continuar con el embarazo la madre podría sufrir graves perjuicios en su salud física y psíquica.
El abogado patrocinante José Luis Zerillo fue quien confirmó esta medida, y sostuvo que el magistrado optó por considerar los derechos de la madre referidos a su salud, puesta en riesgo con un embarazo cuyo final se sabía, de antemano, trágico.
El Letrado se refirió a la cuestión de la legalidad de este tipo de abortos, señalando que debería haber un protocolo médico que establezca cuáles son los pasos a seguir en el caso del aborto no punible, sin necesidad de requerir autorización u orden judicial previa, como en este caso.
El abogado indicó, además, que su clienta, "actuó en todo momento en el marco de la ley, pero estas situaciones muchas veces terminan en abortos clandestinos, con los riesgos y consecuencias que ello implica".
Desde otra óptica surgieron las declaraciones del Obispo marplatense Juan Alberto Puiggari, quien se opuso al fallo por considerarlo que "atenta contra la vida".
En un comunicado, Puiggari argumentó: "Habiendo tomado conocimiento de que un Juez en lo Civil y Comercial de Mar del Plata, autorizó la interrupción de un embarazo de cinco meses de gestación, la Iglesia no puede quedarse callada, porque su vocación es defender al hombre contra todo lo que podría degradarlo y ser la voz de los que no tienen voz".
"La dramática situación, ¿puede hacernos olvidar de este ser humano inocente? La gravedad del caso ¿puede justificar la eliminación deliberada de un ser humano inocente en el inicio de su existencia? La presión que conllevan innegables circunstancias difíciles ¿debería eximirnos de defender el primer derecho humano, que es la vida, y recordar la grave responsabilidad que sobre esa vida tienen en particular los órganos decisorios, los profesionales de la salud que deberían velar por ella?", se preguntó el Obispo.
"No debemos juzgar a nadie, y mucho menos desde la fe. Pero es bueno recordar que la administración de la justicia sólo es justa cuando se ejerce en conformidad con la verdad y el bien moral. La gran contradicción de la cultura actual es que por un lado se proclaman los derechos humanos y por otro se vulneran los de los más indefensos y cuánto más en nuestro ordenamiento jurídico, que desde la misma Constitución prescribe defender la vida desde la concepción", concluyó.