Marcha en pedido de justicia por la policía local muerta en un entrenamiento en Lanús
Yanina Giménez tenía 25 años cuando fue baleada por un instructor durante un entrenamiento. "Mientras nosotros estábamos sepultando a mi hija, él ya estaba en su casa", señalaron desde la familia. También exigen que sean imputados sus superiores porque no estaban dadas las condiciones de seguridad necesarias.
Familiares, amigos y allegados de la policía local que murió al recibir un balazo en el abdomen durante un entrenamiento de la fuerza, se movilizaron desde la estación de Lanús hasta la municipalidad para pedir justicia y reclamar la detención de Gustavo Ferrano, por entonces jefe del destacamento de la Seccional Turdera de Lomas de Zamora y que quedó imputado por homicidio culposo, quien le disparó sin advertir que el arma estaba cargada.
"Mientras nosotros estábamos sepultando a mi hija, él ya estaba en su casa con su familia. Queremos que se haga Justicia por Yani y que paguen todos los que tengan que pagar", manifestó en diálogo con InfoRegión Andrea García, mamá de la víctima.
En ese marco denunciaron que durante la práctica en la que perdió la vida la joven policía "no estaban tomadas las medidas de seguridad necesarias. No tenían chalecos antibalas y estaban realizando el entrenamiento con las armas reglamentarias. No lo tendrían que haber hecho, o por lo menos tendrían que haber tenido precaución".
El hecho ocurrió el 25 de agosto, cuando Yanina se encontraba realizando el curso de reentrenamiento en la Escuela de Policía Local y Centro de Entrenamiento y Capacitación Jorge Etcheverry donde la Policía Local realizaba un simulacro de allanamiento.
La joven simulaba ser una delincuente en un simulacro de allanamiento con resistencia y recibió un tiro de un oficial principal que no había descargado su arma como corresponde.
Andrea también denuncia que "no había ambulancias en el lugar" y que "si ella no era trasladada por sus compañeros al Hospital Vecinal de Lanús, hubiera muerto en el establecimiento". Es por eso que exigen no sólo la detención de Ferrano, sino también que sean imputados sus superiores. Además, responsabilizan al secretario de Seguridad del partido, Diego Kravetz, y al municipio por “poner a gente inepta a hacer un trabajo para el que no está capacitada”.