Mario Riorda: "Cristina no se salió de la fórmula y eso da garantías de una transferencia electoral"
Mario Riorda, es Consultor en estrategia y comunicación para gobiernos y partidos. También presidente de ALICE (Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales) y dirige la Maestría en Comunicación Política en la Universidad Austral. En diálogo con LaNoticia1.com, analizó los discursos de los principales espacios. "Un discurso un tanto más radicalizado de crítica hacia el gobierno pareciera ser bastante más efectivo", sostuvo. Planteó reparos sobre la imagen positiva de María Eugenia Vidal y su intención de votos. Cómo serán las campañas y el rol de los nuevos medios y plataformas: La convergencia.
Por Walter Albarracín
-Siendo un especialista en comunicación política, ¿cómo analizás los discursos de cada espacio, Cambiemos, el kirchnerismo y el peronismo federal?
Por un lado creo que la fórmula Fernández - Fernández está planteando un debate sumamente interesante donde no debate el pasado, condena lapidariamente el presente y es tan fuerte la condena del presente que el eje en el cual se sitúa es el futuro, el mirar al futuro y con desafíos de gobernabilidad.
Yo le llamo el intento de plantear el discurso de la reconstrucción argentina tras diciembre. Independientemente de que logre o no plasmarlo, hace o plantea desafíos de gobernabilidad que es como una gran novedad: el desafío no es ganar las elecciones sino en todo caso para lograr sostener a un país que va a quedar devastado empobrecido y endeduado, para citar palabras de la propia expresidente. Incluso, metafóricamente, utilizó la palabra infierno que es en lo que podría caer Argentina la sociedad sufre una nueva frustración.
El discurso del oficialismo intenta plasmar la tesis "ellos o nosotros, republicanismo o populismo" pero que tiene un déficit de eficacia porque la gente ya no atribuye los problemas de Argentina a la herencia recibida sino que, incluso mayoritariamente, lo atribuye a los déficits de gestión del actual oficialismo.
En términos de eficacia, el término pasado aparentemente parace ser no tan eficaz. Tiene dificultades serias para defender el presente porque no se ven resutados positivos a la vista e incluso tiene serios desafíos de gobernabilidad, en tanto y en cuanto, a juzgar, por ejemplo, por lo que sucede en estos días con los socios radicales que también le están endilgando al gobierno problemas de gobernabilidad y a futuro le exigen una ampliación de los aliados que conforman Cambiemos.
Por el otro lado hay un discurso centrista, que no es uniforme. Quizás es uniforme en la exigencia de fórmulas de consenso pero es curioso plantear un consenso nacional porque ni siquiera logran un consenso de destino incluso de las reglas de juego para definir candidaturas. Dividiría en dos a ese discurso que tiene que ver con "Consenso 19" y un discurso de la base fundacional de los cuatro actores de Alternativa Federal que básicamente intentan cerrar la grieta, y generar puentes de diálogo o moderación.
Es interesante pensar en la eficacia de la moderación si es que efectivamente el discurso de la crisis o la gobernabilidad futura cala hondo. El discurso de la gobernabilidad futura es reconocer que hay una situación económica compleja pero es más adosable a esa situación la exigencia de la gestión política que empieza a ser tan significativa, tanto para la política como para la gestión económica.
- ¿Cuál pensás que puede ser el discurso más efectivo, uno más moderado o el que es mucho más crítico en profundo con el modelo actual?
El contexto va determinando lo que es más efectivo, imagino, porque no me interesa hacer futurismo. Es importante reconocer que el discurso de la fórmula Fernández - Fernández, que aparentemente retendría el voto que inicialmente tenía Cristina Fernández, demuestra que la fórmula con más apoyo inicial da pistas de la eficacia.
Hay un planteo numérico que explica bastante el contexto y las chances de un discurso por sobre otro. Le llamo el planteo del "80, 60, 40, 20". Ochenta por ciento significa el rechazo al rumbo económico del gobierno y ochenta es el rechazo promedio en al menos 16 provincias argentinas a la gestión de Macri, no solo a título político sino económico. El sesenta es el caudal de votantes que no está dispuesto a votar una altenativa cercana a Cambiemos en la elección. Lejos está de ser un porcentaje de opciones peronistas, es simplemente opositor.
Cuarenta es la intención de voto proyectada que Cristina Fernández tenía antes de decidirse ir de vicepresidenta. Y veinte es la proyeccción de aquellos que quieren que Mauricio Macri sea reelecto. Es probable que la intención de voto de Cambiemos sea bastante más alta, pero inicialmente aquellos que sean proclives a votar la continuidad es muy bajo. Un discurso un tanto más radicalizado de crítica hacia el gobierno pareciera ser bastante más efectivo.
- ¿Cómo analizás el perfil de la gobernadora, quien tiene imagen positiva y a quien el "círculo rojo" quiere como el recambio de Cambiemos?
Pondría bajo signos de interrogantes a ello. Vidal está mejor en imagen que Macri. Sí, pero esto no significa que esté bien. La propia gobernadora tiene un diferencial negativo muy importante en su propia provincia. Y también ya tiene diferencial negativo a nivel nacional, de hecho su imagen no es mejor que la propia Cristina.
Tiene mayor cantidad de votos Vidal que Macri. Sí, pero muy poquito, se habla de 2 a 4 puntos máximo, sin dejar de sopesar el cambio del presidente en la fórmula y el desbalance que dejaría sacar a ella de la provincia y buscar un reemplazo.
- El video de Cristina del sábado por la mañana, marca una nueva forma de las campañas. ¿Cómo serán de acá en adelante en cuanto a comunicación?
Quien tiene potencia o peso político lo tiene de manera convergente, a sus distintos modos y en la totalidad de los medios. Hay un ejemplo del sábado a la mañana, que es un día no recomendable para las noticias. De las primeras tendencias en Twitter, ubica seis en las diez primeras, algo muy poco habitual.
El mismo sábado genera que no solo todos los medios hablen de ella sino incluso ciertos programas televisivos que no son de los fines de semana tengran programas especiales.
Eso acelera y convulsiona el sistema político: el lunes candidatos lanzan acelerademente o reafirman su pretensión de ser presidente, Lavagna por caso, y ni siquiera es tapa de los principales periódicos. Esto demuestra que pensar a la comunicación política a través de las redes es un error y pensarla convergentemente es lo que representa la Comunicación política en realidad.
Uno y otro medio se ayudan, contagian, multiplican, pero no hay medio predominante. En este sentido, Cristina Fernández entendió esto e inicia el derrotero discursivo en redes pero luego lo continúa Alberto Fernández en los medios convencionales. Es un ejemplo interesante, no un patrón a seguir, para pensar a la Comunicación Política en forma convergente.
- Se puede construir un candidato en tan poco tiempo siendo que Alberto Fernádez tuvo un solo cargo electivo en su carrera política. Pero tampoco es una figura tan conocida.
Hay resguardos, ella no se salió de la fórmula sino que permanece y eso da garantías de una transferencia electoral. En estos días Argentina y en América Latina ha habido fenómenos de transferencia electoral no es sencillo pero se logra.
A juzgar por las primeras encuestas, Alberto Fernández estaría en condiciones de retener la totalidad de la intención de votos de Cristina Fernández.