Rusia 2018: Los vuelos para ir a Europa en épocas del mundial están por las nubes
Pensar en comprar un pasaje de avión desde Argentina hasta Rusia ya es casi un delirio. Entonces muchos fanáticos de la redonda se la rebuscan para llegar el evento mundialista de la manera que sea. Sin embargo, para las fechas donde se disputará el torneo más importante del mundo, los tickets de avión a países de Europa también se dispararon brutalmente.
Argentina es el segundo país del mundo en solicitar la mayor cantidad de entradas para ver el mundial de Rusia 2018 (en primer lugar figuran los anfitriones). En este sentido, obtener un ticket ya es una odisea.
Sin embargo, llegar hasta la plaza mundialista tampoco no se presenta como algo sencillo. Los vuelos con destino a Rusia están por las nubes, y los paquetes para 15 días (con máximo de entradas para ver dos partidos) se destacan en los portales turísticos como "oferta", pero cuestan un cuarto de millón de pesos.
Pero el argentino es un as para el rebusque, y no son pocos quienes por estas horas pretenden llegar al mundial como sea, sin importar los escollos. No obstante, los vuelos a Europa también se dispararon y hoy encontrar un ticket inferior a los 30 mil pesos es casi imposible. Además, esto se suma la escasa oferta de tarjetas para pagar en cuotas sin interés. Sucede que en Europa es temporada alta, y también se sabe que la cercanía a Rusia genera suba en los montos de las aerolíneas.
Una vez llegado a Europa, los vuelos para llegar al mundial no son tan costosos, pero el problema es arribar al viejo continente. También es carísimo llegar por Asia o África.
Consultado al respecto por La Noticia 1, un vendedor de Aerolíneas Argentinas expresó: "La regla de oro es, cuanto más próximo se está del viaje, los precios suben, y precios que suben difícilmente bajen".
Esto se viene notando en los últimos meses, a lo que se sumó la disparada del dólar. A mediados del 2017, los tickets hacia Europa costaban bastante menos, alrededor de un 30%.
Por otro lado, una artimaña popularizada en los últimos tiempos es la de tomar vuelos de países limítrofes, que son un poco más baratos, pero contando el trayecto hacia ese país, no hay "gran negocio". Actulamente, no tiene demasiado sentido esa estrategia.
Y aquí sólo estamos hablando de los vuelos. Falta contar el precio de las entradas (ni hablar si se compran de reventa), el alojamiento, la comida, etc., etc., etc.
No quedará otra que apachurrar la billetera, pedir prestado y/o endeudarse hasta la médula para llegar este 2018 a disfrutar de Messi y los suyos en la imponente Rusia, donde seguramente, como ocurre en cada mundial, el sacrificio económico valdrá la pena.