NOTA DE OPINIÓN
Por Emmanuel Rossi
Periodista de lanoticia1.com
Tiempo atrás, y a raíz de la propuesta del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri de fusionar a toda la oposición en un solo frente, comenzó a hablarse en el ambiente político de la "nueva Unión Democrática". Sin embargo, la iniciativa del líder del PRO no prosperó pero desde las distintas fuerzas han realizado declaraciones en los últimos días que coinciden en sus intenciones: Trazar acuerdos para ganarle a Cristina, como sea.
De esta manera comenzó a gestarse una suerte de Unión Democrática Posmoderna, fragmentada pero con el mismo objetivo que la original. Desde hace tiempo, cada referente de la oposición, desde su lugar, no hace otra cosa más que declarar, con distintas improntas, su interés en vencer al kirchnerismo de cualquier modo.
El candidato a presidente por UDESO Ricardo Alfonsín sostuvo en las últimas horas que en un hipotético ballotage entre Cristina Kirchner y Eduardo Duhalde apoyaría a este último. El pragmatismo del radical es palmario desde hace tiempo y se tornó claramente visible cuando selló la alianza con el empresario Francisco De Narváez, con el objetivo de sumar los votos que el Colorado logró en las legislativas de 2009 (en un escenario totalmente distinto).
Alfonsín no es la primera vez que se pronuncia por encima de la supuesta ideología que posee su Partido en pos de derrotar al Frente para la Victoria. Tras las
elecciones en la
ciudad de Buenos Aires, afirmó que si fuera porteño
votaría por Mauricio Macri en el ballotage y no por el postulante de la Rosada, Daniel Filmus. Tras esto,
dirigentes de su
propio espacio salieron a cuestionarlo, pero al hijo del ex presidente pareció no importarle ya que continuó en la misma lógica.
A su vez, el propio Duhalde, aspirante a la presidencia por Unión Popular, deslizó que después de las primarias el candidato opositor que más votos obtenga debía recibir el apoyo del resto de cara a las generales del 23 de octubre.
Por otro lado, la postulante al Sillón de Rivadavia Elisa Carrió, y detrás de ella toda la Coalición Cívica, señaló sin pelos en la lengua sobre los comicios porteños: "Yo quiero que gane Macri en la segunda vuelta. Las diferencias que tengo con él no son momento de decirlas porque quiero que gane la oposición en la Ciudad y jamás vamos a votar a un candidato del kirchnerismo".
También Fernando "Pino" Solanas, de Proyecto Sur, opinó en este sentido. Sostuvo que su espacio no votará ni a Macri ni a Filmus el próximo domingo beneficiando con esta decisión al Jefe de Gobierno porteño que lleva una importante ventaja sobre el delfín de la Presidenta.
Este juicio también prima en gran parte de la población, que siente un particular encono con el kirchnerismo. Incluso en espacios autodenominados de izquierda plantean como objetivo principal que el FpV no gane en octubre. Son los mismos que incluso participaron del acto de las patronales agrarias en el Monumento a la Bandera en Rosario durante el conflicto por la 125, que tuvo como principales oradores a Luciano Miguens (titular de Sociedad Rural en ese momento) y a Mario Llambías (Presidente de CRA).
De esta manera, la oposición expresa, de una u otra forma, una lógica similar a la que tenía como premisa la Unión Democrática que aglutinó a comunistas, socialistas, radicales y demócratas progresistas para vencer a Juan Perón en el 46. Hoy Cristina Fernández es el blanco, y hasta octubre sus detractores buscarán la forma de erradicarla del trono presidencial. La gobernabilidad, para otro día; las ideologías, también.