Top 5: Las mentiras clásicas más comunes sobre Europa
Los clichés y lugares comunes sobre "el primer mundo" abundan a nuestro alrededor. Europa aparece, en este marco, no solo como una generalidad homogénea sino que, por sobre todo, ornada de cuestiones fantasiosas, destinadas principalmente a exponer presuntas bondades en contraposición a las "carencias" argentinas. Aquí, brevemente, algunas de las mentiras más clásicas que comúnmente se repiten y que tienen nulo o escaso asidero con la realidad.
1) Limpieza
¿Cuántas veces escuchamos la frase: "En Europa está todo impecable, no hay ni un papel tirado en la calle"? O la subsiguiente: "Si tirás un papel en el piso te meten una multa enorme?”.
Más allá de Europa, no encontrar ni un papel en la calle o una colilla de cigarrillo en cualquier lugar turístico es una quimera; pero más allá de la exageración se entiende que lo que se intenta expresar con esta tópica es que la vía pública está bastante limpia.
Pero basta pisar Roma o París para darse cuenta de que esto es falso, y que ni siquiera está sujeto a interpretaciones personales. Bolsas de basura amontonadas, veredas repletas de deshechos, aromas poco agradables son algunas de las cosas que demuelen la teoría. Es cierto que en determinados espacios de otras ciudades europeas no sucede lo mismo, por eso aquí decanta el inconveniente de hablar de Europa como una totalidad homogénea. Y sobre el tema de las penalidades, es prácticamente imposible ser multado por arrojar un papel en la calle, pero la legislación tiende a funcionar como disuasión.
2) Seguridad
"Europa es re seguro". Una generalidad que no tiene sustento. Más allá de lo metodológico, haciendo un esfuerzo analítico podemos decir que es más difícil que en parte de Europa te asesinen a tiros para robarte las zapatillas que en grandes urbes argentinas, pero esto dista mucho de calificar como "seguro". En Madrid (una de las ciudades más "segura" del continente), en dos semanas (del corriente mes) se registraron 5 homicidios, en otras ciudades los carteristas (y hasta pirañas) se hacen un festín con los turistas. Un guarda de seguridad del metro de Barcelona explicó a La Noticia 1: "Acá está lleno de carteristas, los conozco y nadie hace nada. Algunos han sido detenidos muchas veces y minutos después dejados en libertad. Y no los podés tocar porque te denuncian". Y agregó: "La policía cuida a las instituciones aquí, no a la gente".
Por otro lado, el trato policial en determinadas ciudades de Europa se parece bastante a la Argentina: Muy burocrático, lento, ineficaz y, por sobre todo, sin la mayor intención de ayudar a la gente. Claro, no es siempre así, por eso volvemos a plantear el problema de la generalización. Pero queda claro que no todo es color de rosa en Europa, y que si te roban lo mejor es olvidarlo rápidamente porque nadie hará prácticamente nada para recuperar lo sustraído.
Es cierto y destacable la labor de los países escandinavos en la materia (como una integralidad que abarca siempre otros factores), pero esta región no es la totalidad, aunque a veces se utilice adrede la contigüidad en este sentido, cosa que nunca pasa con países de Europa del este, por supuesto.
La situación de seguridad no sólo varía en cada país, sino también en los sectores de las ciudades donde se pose la mirada.
3) Sistema de transporte
Si nos basamos en generalizaciones, el sistema de transporte europeo es muy bueno, principalmente por sus servicios de trenes y vuelos. Ahora bien, una cosa es Holanda y otra cosa es Italia o Francia. El metro de París es muy viejo, sin climatización y mucho menos wi fi. Suele romperse y dejar a los usuarios a pie en reiteradas oportunidades a pesar de que supuestamente es el segundo mejor de Europa después del de Londres. Roma, por su parte, tiene problemas de tránsito terribles, y producto de la dificultad para excavar por sus ruinas, la mayoría de los vehículos públicos son terrestres, donde gran parte de los usuarios no pagan dado el laxo sistema de ticket que presenta. Esta modalidad se replica en muchas ciudades italianas. Poco tiempo atrás, Barcelona avanzó en más controles en sus metros ya que se "colaban" 40 mil personas por día. Por otro lado, tampoco es cierto que se viaja cómodo... Hay momentos que en determinados trenes la gente ingresa (si puede) agolpándose sobre la masa ya dentro, como ganado.
No es menor el dato del costo del metro o colectivo (bus). Un ticket cuesta, en promedio según la ciudad, $70, cuando en Argentina se paga exponencialmente menos.
4) Protesta social y sindical
"En Europa no hay paros ni piquetes". Falso. Holanda tuvo a fines de junio pasado, por citar solo un ejemplo reciente, un paro (strike) de colectivos en todo el país durante 4 días continuados. En Madrid las mujeres llevan adelante un acampe en el centro de la Puerta del Sol hace tiempo en lucha contra la violencia machista. En Barcelona, semanas atrás, trabajadores despedidos del Museo Picasso encabezaban en las puertas del mismo una ruidosa y colorida protesta. Y la lista sigue y sigue. No es menor que en ciudades de Europa con, entre otras cosas, determinado poderío económico y buen nivel de distribución de riqueza, la pax social (en general) suela ser otra.
5) Sociedad "avanzada"
Es cierto que en Europa hay cuestiones ya resueltas hace tiempo. Por ejemplo, ahora que Argentina está llevando adelante la discusión por la legalización del aborto, en el "viejo continente" es ya un problema resuelto. Pero la idea de "sociedad avanzada" o incluso la definición de "primer mundo" obedece más a una cuestión de poder que a una lógica cuantificable. ¿Quién mide y con qué sociedad es "más avanzada"? ¿Qué significa "más avanzada"? ¿No hay reyes aún en Europa con gran poder? ¿Reyes bastantes conflictivos y envueltos en tramas de corrupción? Es cierto que existen categorías de análisis para la expresión incluso cotidiana pero la imposición de determinados estereotipos, más allá de que existan casos de evidencia empírica, se imponen por una cuestión de hegemonía más que de lógica.
El trato a los inmigrantes, las implicancias bélicas, los bolsones de pobreza (sí, señor, también allá hay muchisimos pobres e indigentes), el miedo de recibir en cualquier momento un ataque terrorista son algunos de los temas que Europa (o parte de ella) no ha resuelto. Es cierto que ha resuelto otros, conforme a cuestiones internas pero también externas. Pero no todo lo que brilla es oro y, por ende, quienes piensan en cruzar el Atlántico encontrarán muchas grandiosas maravillas, que sin ninguna duda valen la pena visitar, pero claro, no hallarán el mundo de fantasía que antológicamente nos han vendido.
Capusotto con su humor se burló de los clichés sobre el "primer mundo" mediante su personaje Luis Solari, "el hombre que nunca viajó afuera pero le contaron".