Ultimo adiós a Ernesto Sábato
Antes del mediodía, la familia retiró el féretro del club Defensores de Santos Lugares, donde el escritor era velado desde ayer, cuando falleció a los 99 años producto de una bronquitis. Un cerrado aplauso acompañó la partida de su cuerpo rumbo al cementerio. Fue inhumado en un cementerio de Pilar. Confirmaron el homenaje en la Feria del Libro para hoy.
Una importante caravana acompañó como cortejo fúnebre a Ernesto Sábato dese el club Defensores de Santos Lugares, en Tres de Febrero, donde fue velado dese ayer a las 17.00, y por donde pasó una gran cantidad de personas.
Sus restos eran inhumados en en el cementerio parque Jardín de Paz, en Pilar. Afuera de su casa, ubicada a metros del club Defensores, sus admiradores dejaron mensajes de despedida y condolencias.
Esta tarde será homenajeado en la Feria del Libro, desde las 18.30, tal como estaba previsto antes de su muerte, según confirmaron desde la Fundación El Libro y el Instituto Cultural de la Provincia, organizadores del homenaje.
El acto será en la sala Jorge Luis Borges del predio ferial. Participarán la escritora María Rosa Lojo, que hablará sobre la vida y la obra del autor, y el titular del Insitituo Cultural bonaerense Juan Carlos D'Amico.
En el marco del homenaje, será proyectado el documental "Sábato, mi padre", realizado por el hijo del escritor, Mario Sábato.
Uno de los más sentidos homenajes lo hizo el periodista y escritor Orlando Barone, quien consideraba a Sábato su "generoso maestro de juventud".
En su blog, escribió: "Maestro de tantos. Nada solemne para decir: así es la vida. Y la de él fue larga, peleona y profunda. Chau Ernesto. Escribí tu apellido sin acento, como enseñaste. Pero me siento dolido con acento. A tus casi cien años la muerte no sorprende pero se llora".
Barone reunió en 1974 a Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges, dos de los escritores más grandes de la literatura argentina, para una entrevistq eu fue publicada en un libro.
En la ciudad bonaerense de Rojas, donde Sábato nació en 1911, decretaron duelo local. El escritor dejó esa ciudad para ir a estudiar a La Plata. Desde 1945 vivía en la casa de Santos Lugares, partido de Tres de Febrero.