Últimos días de la víctima: Suspicacias por la muerte de Nisman
Como publicó La Noticia 1 en su columna de Humor, existen tantas teorías por la muerte del Fiscal como personas involucradas en el tema a través de las informaciones que van surgiendo. Desde un principio, estuvieron aquellos que intentaron demostrar que se trató de un asesinato a raíz de lo que presenta la película Últimos días de la víctima, de 1982. Esta hipótesis se reforzó cuando un nuevo estudio para detectar pólvora en las manos de Alberto Nisman dio negativo. En el film de Aristarain, basado en el libro homónimo escrito por José Pablo Feinmann, se presenta a un sicario profesional que disfraza su crimen de suicidio, utilizando el arma de la víctima y dejando puertas cerradas desde adentro. ¿Realidad o ficción? Aquí el fragmento del largometraje que causa estupor.
"Últimos días de la víctima" es una película estrenada en Buenos Aires el 8 de abril de 1982, dirigida por Adolfo Aristarain y protagonizada por Federico Luppi y un gran elenco. Ganadora del Cóndor de Plata a mejor director en 1983.
En el film se relata el final de Mendizabal (Luppi), un asesino a sueldo envuelto en una oscura trama que desconoce.
Al principio de la película se lo puede ver en acción cumpliendo con un encargo. El sicario asesina a un empresario y construye la escena para que parezca un suicidio. Utiliza el arma de la víctima, usa guantes para no dejar huellas y cierra la puerta del baño, donde se encuentra el empresario muerto, dejando la llevo adentro utilizando una curiosa técnica.
Estos argumentos despertaron la suspicacias de muchos en relación a la muerte del Fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado sin vida en el baño de su departamento, con la puerta cerrada por dentro y sin restos de polvora en su mano, como ya demostraron dos peritajes.
A medida que avance la investigación se podrá apreciar si Aristarain aportó 33 años atrás y sin quererlo una teoría que sería determinante en el caso, ya que por el momento no hay certezas acerca de si se trató de un suicidio o un homicidio. La ficción y la realidad vuelven a enlazarse, al menos, para despertar suspicacias.