Aunque la mayoría de la gente mide la velocidad de su conexión a internet móvil en función del tiempo que tarda en cargar un video o un selfie, lo cierto es que esta velocidad viene determinada por varios parámetros. Además de la velocidad de descarga –cuando se reciben datos de internet– y de carga –cuando se envían–, también importa la latencia, que es el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar entre el dispositivo del usuario y el servidor.
Una mayor velocidad de datos móviles permite una mejor conectividad y equivale a una mayor calidad de vida. Facilita el acceso a información que puede servir para conseguir un empleo, estar en contacto con los seres queridos, o avanzar en los estudios. Ahora bien, esta velocidad promedio varía en los distintos países de América Latina. Repasar estas diferencias permite entender mejor qué países latinoamericanos necesitan mejorar su infraestructura digital.
Por qué importa la velocidad de los datos móviles en América Latina
Cada año aumenta la importancia de la conectividad móvil en múltiples ámbitos, desde las relaciones interpersonales hasta los estudios o el trabajo. Con internet es posible comunicarse en tiempo real con familiares que están a miles de kilómetros de distancia, y también se pueden descargar materiales educativos gratuitos especialmente necesarios para quienes disponen de menos recursos económicos.
La accesibilidad a los datos móviles es entonces especialmente relevante en las zonas rurales, donde las familias tienden a tener menos ingresos que en las grandes ciudades, y donde el acceso a recursos educativos es mucho más escaso. Además, desde la pandemia global, esta conectividad también es ideal para aplicar a ofertas de empleo, tramitar servicios gubernamentales, comprar artículos en tiendas online, o incluso teletrabajar.
Panorama regional: Velocidades medias y clasificaciones
Según las pruebas de Speedtest Global, Entre los países latinoamericanos con mayor velocidad de internet destacan especialmente Brasil y Uruguay, con velocidades promedio de entre 75 y 85 Mbps. Por contraste, los países de América Latina con una velocidad de internet más lenta son Venezuela y Bolivia, con promedios iguales o inferiores a los 15 Mbps.
País | Velocidad de banda ancha móvil (en Mbps) |
Brasil | 85,34 |
Uruguay | 75,63 |
Chile | 52,14 |
Rep. Dominicana | 45,25 |
Guatemala | 43,89 |
Costa Rica | 41,97 |
Argentina | 36,68 |
Honduras | 36,62 |
México | 34,68 |
El Salvador | 34,38 |
Panamá | 28,47 |
Perú | 24,13 |
Nicaragua | 23,25 |
Colombia | 22,03 |
Paraguay | 19,50 |
Ecuador | 19,35 |
Venezuela | 15,08 |
Bolivia | 11,25 |
Factores que explican las diferencias de velocidad
Esos son los datos en bruto, pero ¿cómo interpretarlos? Los factores que pueden explicar estas diferencias de velocidad promedio son múltiples, y abarcan desde una mayor o menor inversión en infraestructura el entorno regulatorio y las diferencias entre los entornos urbanos y rurales de determinadas regiones.
Inversión en infraestructuras
Países que han dedicado más recursos económicos a potenciar su infraestructura digital presentan una mayor velocidad de datos móviles en promedio. Aquí son determinantes las torres de telefonía 4G y 5G, que permiten velocidades muy superiores pero que son costosas y se han ido desplegando poco a poco. Países con menos recursos económicos como Venezuela o Bolivia disponen entonces de menos medios para instalar estas torres.
Entorno regulatorio
Tanto Venezuela como Bolivia son además países que optan por una regulación mucho más estricta de internet, sobre todo en el caso de Venezuela. Monitorear las redes y filtrar el tráfico consume muchos recursos y ralentiza la velocidad de conexión, sobre todo en instancias de supervisión intensa como los periodos preelectorales. Países donde estas regulaciones son más laxas, como Uruguay o Chile, tienen entonces una velocidad promedio más elevada.
Geografía y densidad de población
Otro problema que puede lastrar la velocidad promedio de los datos móviles es la poca densidad de población. Países donde la mayoría de la población reside en pueblos, aldeas o pequeñas ciudades –casos de Paraguay o la propia Bolivia– lo tienen más difícil para actualizar su infraestructura en todas partes. En cambio, la mayor densidad poblacional de Brasil, Uruguay o Chile facilita este proceso y mejora la velocidad promedio de internet.
Brecha urbano-rural
Al concentrar una mayor cantidad de población en un área reducida, los núcleos urbanos son ideales para mejorar la velocidad de internet móvil de un gran número de personas con una inversión relativamente pequeña. Las zonas rurales dificultan este proceso, que es todavía más complejo si se trata de áreas montañosas. Esto es especialmente notorio en el caso de Bolivia, cuya geografía es una de las más complejas en este aspecto.
Asequibilidad y acceso
Más allá de todos estos parámetros, también es importante la disponibilidad presupuestaria para actualizar la infraestructura, lo que suele estar relacionado con el nivel adquisitivo de los usuarios. El caso de Venezuela es el más evidente, con el segundo salario promedio más bajo de toda América Latina: solo por detrás de Cuba. Menores ingresos implican una menor demanda y, en consecuencia, menos dinero para mejorar la oferta digital.
En los países con menos recursos es especialmente útil contar con el apoyo de familiares que residen en el exterior para poder hacer frente al pago de los gastos de conectividad móvil. Aplicaciones como BOSS Revolution permiten hacer recargas móviles desde Estados Unidos a países como la República Dominicana, Nicaragua, Honduras, El Salvador y muchos más. Estas recargas se pueden pagar con dólares y suponen una gran ayuda para quienes las reciben.
Países destacados
El ejemplo de Brasil es notable, liderando América Latina con una velocidad de internet móvil promedio de 85,34 Mbps. En buena medida responde a que Brasil es la economía más robusta del continente, seguida muy de cerca por México, que, sin embargo, tiene una geografía más dispersa, lo que lastra sus cifras promedio. La mayor densidad poblacional también juega a favor de Uruguay y Chile, situados en los puestos 2 y 3 del ranking.
A la cola de la lista encontramos a Bolivia y Venezuela, mientras que Cuba ni siquiera computa debido a que su acceso a internet móvil es extremadamente limitado. Queda de manifiesto entonces que los países con las economías más débiles del continente son los que tienen más dificultades para ofrecer una mejor conectividad, y esta conectividad, además, se ve lastrada por sus mayores restricciones en la comunicación digital.
Conclusión
América Latina presenta grandes diferencias entre las velocidades promedio de internet móvil. Hay un enorme salto entre dos países que comparten frontera, como Brasil y Venezuela. La velocidad de internet móvil en Brasil es más de ocho veces superior a la de Venezuela, reflejando el contraste entre una gran potencia económica y un país donde un 82% de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
Se confirma entonces el paralelismo donde una mayor velocidad de internet viene acompañada de una mayor calidad de vida, y viceversa. Esto también puede verse en el contraste entre los grandes núcleos urbanos y las zonas rurales, un contraste que sigue vigente en toda América Latina y que constituye la principal área donde el sector todavía tiene un amplio margen de mejora.
Para comentar, debés estar registradoPor favor, iniciá sesión