Virgen del Rosario: Cardelli hizo un llamado por la familia y la idoneidad de quienes gobiernan
Más de 100.000 personas llegaron hasta "el campito" de la Virgen del Rosario de San Nicolás. Monseñor Héctor Cardelli presidió la ceremonia en la que apeló por una comunidad socialmente sana para que no se destruya la familia y pidió a quienes deben bregar por el bien de la gente sean idóneos para gestionar. La ley de matrimonio igualitario fue puesta en el tapete.
El Obispo pidió que Dios ilumine a las familias argentinas y deslizó críticas a la ley que consagró el matrimonio igualitario.
Los trabajadores de Paraná Metal encabezados por el Secretario General de la UOM, Alberto Piccinini, entregaron a Monseñor Cardelli un petitorio en procura de una mediación para la resolución del conflicto que mantienen con la autopartista Paraná Metal y que ha provocado cortes de ruta durante varias semanas. Hoy, los obreros permitieron el paso de los peregrinos de manera intermitente y liberaron las colectoras ante el pedido de las autoridades eclesiásticas.
Este es el 27º aniversario desde la revelación que se produjo en el hogar de una nicoleña y de allí en adelante cada año, aumenta la cantidad de fieles que en esta oportuidad llegaron bajo la consigna "Madre bendice a nuestra Patria".
Tras el traslado de la imagen de la Virgen del Rosario hacia "el campito" se celebró la misa de la tarde en la que se escuchó el mensaje (texto completo adjunto) a los peregrinos que en algunos casos habían llegado en la noche del viernes para participar de las celebraciones programadas.
Cardelli fue claro a la hora de llamar a la unión entre el hombre y la mujer para formar una familia: "Esta sociedad tiene su núcleo básico, que es el matrimonio y la familia. Esta célula hoy está sometida a leyes que no contribuyen a la estructura sana y positiva que necesitamos los miembros que la componemos. No obstante la familia, a modo de una pequeña iglesia, es la inspiradora de una nueva pedagogía del amor que se expresa en el testimonio más que en el mandato y surge de la esperanza más que del temor. Una pedagogía transformadora de la realidad familiar, que la purifica y eleva hacia un crecimiento tan anhelado como necesario", dijo en obvia alusión a al reciente aprobación de la ley del matrimonio igualitario y agregó: Sería un gran servicio proponer una espiritualidad matrimonial y una mística esponsal donde el amor del varón y la mujer, es decir el amor esponsal fortalecido por el Sacramento, se abra a la amistad de Dios y así se plenifique como amor esponsal".
También en el año del Bicentenario, el prelado abogó para que Dios ilumine a quienes gobiernan expresando: " Aquellos que asumen el sagrado deber de bregar por el bien de nuestra gente, sean suficientemente idóneos para gestionar, acelerar y llevar a cabo simplemente lo que el cumplimiento del deber exige, escuchando aquella recomendación del Señor: “Hay más alegría en dar que en recibir”"...