#BuscandoAlCalamar: Perdió su peluche en la cancha y la búsqueda es furor en las redes
La historia de Manu refleja el sentimiento de los hinchas de Platense. El nene de 7 años vive en Beccar y la misma noche que extravió su muñeco de la suerte, el equipo de Vicente López perdió la chance de seguir puntero. Su familia inició una búsqueda y la campaña es furor en Twitter. La vida color marrón y blanco.
Por Christian Thomsen Hall
"Qué noche llena de hastío y de frío. El viento trae un extraño lamento. Parece un pozo de sombras, la noche; y yo en las sombras camino muy lento". "Garúa" es uno de los tangos más recordados del "Polaco" Goyeneche, pero su letra podría ser el fiel relato de lo que fue una jornada oscura para Platense. Es que este martes el equipo de Vicente López perdió un partido clave en la lucha por el campeonato de la B Metropolitana y para colmo, la violencia terminó de opacar una noche negra que quedará para el olvido.
En medio de la frustración y la locura de los grandes, la historia de Manu asoma entre nosotros para recordarnos cual es la verdadera escencia del fútbol. Este pequeño hincha, que formó parte de las 20 mil almas que colmaron el estadio Ciudad de Vicente López para alentar a Platense, se fue a su casa llorando. Y es que además del sabor amargo que le dejó la derrota por 1 a 0 ante Estudiantes, el nene de 7 años perdió a "Calamar", su muñeco de peluche que desde hace tiempo lo acompaña y según él "le trae suerte al equipo".
"El martes a la noche fuimos a la cancha en familia, mis hijos Manu y Pancho, mi marido Ale y yo. Cómo era un encuentro importante teníamos entradas anticipadas para la tribuna que da a la calle Liniers, asique llegamos para el comienzo del partido, dejando el auto lejos porque había muchísima gente", relató María, la mamá del nene que dialogó con La Noticia 1, donde recordó: "El partido lo vivimos con muchos nervios y expectativas. Y con bastante frustración proque las cosas no salían".
"La noche era fría y ventosa y Manu estaba desabrigado. En el segundo tiempo no aguantaba el frío y el papá le puso su campera. Ahí se sentó, lo abracé y se quedó dormido con su calamar en la mano adentro de la campera que le quedaba gigante. Yo no pude ver la última media hora porque lo tenía al él dormido encima mío", recordó la mujer, quien sostuvo que esa fue la última vez que vieron al muñeco de peluche de su hijo, una cábala infaltable para que gane Platense.
"Cuando terminó el partido salimos muy enojados por el resultado. Nosotros y toda la gente. Apurados, con frío, hambre y Manu medio dormido. Cuando salimos de la tribuna, esquivando la policía montada, le pregunté por el calamar y ahí se dió cuenta que no estaba. Se palpó la campera que le quedaba por las rodillas y nada. Se puso a llorar. Como estaba tan angustiado, el papá volvió a ver si lo encontraba pero ya estaban apagando las luces. Nos fuimos consolándolo, le compramos una cajita feliz pero cada tanto se acordaba y volvían las lágrimas".
Según indicó María, "el Calamar es un regalo muy especial": "Este año estuvimos de vacaciones en una Isla muy chica de Brasil que se llama Boioeba. El cumple de Manu nos agarró allá sin regalo ni juguetería en la isla. Su hermano vio unos calamares muy coloridos en la feria de artesanos y le encargó uno marrón y blanco para el cumple. Nos costó hacer entender el color ya que la chica que lo vendía nos ofrecía otras opciones. Fuimos varias veces hasta que consiguió la lana adecuada. Y eso... El calamar vino viajando desde esa isla de Brasil hasta Buenos Aires".
De acuerdo a lo que contó la mamá de Manu, al peluche lo bautizaron "Trapito Vega" en homenaje al goleador histórico de Platense. "Los goles que hizo este año los vimos por la compu con el calamarcito en el medio de la cama. Seguimos los partidos de visitante en el canal de YouTube de 'Platense a lo Ancho' porque no tenemos cable. Y de local lo empezamos a llevar a la cancha y ganamos. Entonces dijimos que era nuestra cábala. El muñeco estaba siempre ahí haciendole compañía a Manu, en un lugar privilegiado de su cuarto".
Manu es un calamar de pura cepa y como su familia vive en Beccar, juega al Básquet en un club de Victoria, muy cerca de la cancha de Tigre. "Todos lo conocen y le hacen bromas porque va a entrenar con el pantaloncito de Tense. Cuando hay partido en Victoria y se va con ropa del club le pido que se ponga un buzo para no tener historia con algún desubicado". Además de ir a la cancha, al pequeño le gusta ver los partidos con el celular en la mano e ir consultando páginas de estadísticas. "En medio del partido te tira datos de cómo van los rivales, que pasa si gana tal o cual, es como un mini Alejando Apo", comentó María con una sonrisa.
Sin embargo, esa alegría que tenía Manu se fue con su peluche y es por eso que su familia lanzó una campaña en las redes sociales para dar con el paradero del muñeco. Bajo el hashtag #BuscandoAlCalamar, María comenzó una intensa búsqueda a través de Twitter y la respuesta que recibió fue increíble: "Cuando llegué a casa se me ocurrió postear a ver si alguien lo habia encontrado. Al día siguiente tuve muhismos RT y comentarios de gente que no conozco y ni me sigue. Es impresionante la buena onda de la gente".
María contó que incluso gente que trabaja en el club se puso en contacto con ella para tomar conocimiento de la situación y comenzar a buscar el muñeco, tanto en la tribuna como en las calles aledañas al estadio. "Hasta ahora no hubo novedades. Tal vez alguien se lo llevó, no lo sabemos. A Manu le decimos que seguro lo agarró un jugador y lo tiene de cábala en el vestuario para que se ponga contento. Yo no creo que ande tirado por ahí, estoy segura que el peluche lo tiene algún hincha calamar. Y eso de algún modo nos reconforta".