Comenzaron a organizar fiestas en la terminal de micros de Pergamino y estalló una insólita polémica entre los pasajeros
El uso del bar de la terminal para organizar cenas show con música generó opiniones divididas en las redes sociales. Algunos pasajeros cuestionan el estado del lugar y la falta de servicios, mientras otros valoran que haya movimiento y más seguridad durante la noche.
La Terminal de Ómnibus de Pergamino se convirtió en escenario de fiestas frecuentes con música y cena show, lo que desató un fuerte debate en redes sociales. Los eventos se realizan en el bar concesionado del lugar y despertaron opiniones cruzadas entre usuarios, vecinos y pasajeros frecuentes.
Algunos comentarios cuestionaron que, pese a la falta de mantenimiento del edificio, se utilice para este tipo de actividades. “La terminal en la noche es una tapera, pero para facturar con un baile sí la pueden abrir”, escribió María Valdez en el Facebook del diario Tiempo Pergamino. También hubo quejas por la falta de servicios básicos, como agua caliente o cafetería durante la madrugada, y por la ausencia de sistemas para anunciar la llegada de los micros. “El abandono que tiene ese lugar es tremendo”, agregó Noelia Couto.
Desde otro sector, los comentarios valoraron la iniciativa como una forma de darle vida al espacio. “No es un boliche para jóvenes, es para gente grande, y los pasajeros que están de paso se van contentos”, expresó Leo Sabartes, dueño del bar que organiza las fiestas. Además, anunció una nueva cena show para el 6 de septiembre, con la participación del DJ local Fer Foglia.
Algunas voces celebraron que el lugar tenga mejor iluminación y movimiento en horarios nocturnos. “Me sentí segura, cuidada y bien atendida”, comentó Loyola Maris Stella, usuaria frecuente de la terminal. Sin embargo, otras señalaron que las condiciones estructurales no han mejorado. “La otra vez se cayó parte del techo. Tengan cuidado, no vaya a suceder una tragedia”, advirtió Erre Per.
Ese antecedente ocurrió el martes 25 de febrero de 2025, cuando una parte del techo cedió tras una jornada de lluvias. El hecho reactivó los reclamos por la falta de mantenimiento de una terminal que algunos llaman “El Palomar”, por la presencia constante de palomas y sus desechos.
Uno de los argumentos a favor de los eventos es que el bullicio podría ayudar a alejar a las aves, aunque hay vecinos que discrepan. “Por más ruido que haya, las palomas no se van porque ya hicieron del lugar su hogar”, opinó la vecina Sofía Mansilla.
La propuesta generó reacciones contrapuestas, pero hasta el momento no hubo una respuesta oficial del Municipio sobre si este tipo de actividades están contempladas dentro del esquema de concesión. En medio del debate, la terminal volvió al centro de la conversación pública.



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