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El cadáver de Beatriz Zaramati, de 78 años, fue hallado por su hijo, el concejal del PRO Sergio Santana. Los investigadores creen que la mujer fue atacada mientras cocinaba en un intento de robo a su vivienda. La bifera, que se cree fue empleada como arma homicida, fue preservada y secuestrada por los peritos para ser analizada en el laboratorio ante la posibilidad de hallar "ADN de contacto" del autor del crimen.
En medio de la conmoción por el asesinato de la madre de un concejal del Partido de la Costa, este mediodía se conocieron nuevos detalles del caso. Ahora se supo que la mujer fue asesinada a golpes con una plancha para hacer bifes en la cocina de su casa de la localidad balnearia de Mar de Ajó.
Así lo informaron hoy fuentes policiales y judiciales. El cadáver de Beatriz Irma Zaramati, jubilada, y de 78 años, fue hallado ayer a las 17.30 por la tarde en su casa de Mar de Ajó por su propio hijo, Sergio Omar Santana (53), quien se desempeña como concejal por el PRO en el Partido de la Costa.
De acuerdo a los detalles de la investigación, la mujer vivía sola en ese complejo de dúplex donde tenía otras unidades que alquilaba a terceros. Según lo que explicó, Santana pasó a visitar a su madre, luego de haber estado unos días de vacaciones y la encontró tendida en piso de la cocina.
Los investigadores creen que la víctima estaba cocinando cuando fue atacada por el asesino, ya que una de las hornallas estaba encendida. El médico forense que revisó el cadáver en la escena del crimen determinó que Zaramati presentaba una lesión en el cráneo producida por un elemento contundente.
"Le pegaron con la churrasquera. La mataron a golpes con ese elemento", dijo a Télam un jefe policial que participa de la pesquisa. Según la primera estimación forense de la data de muerte, Beatriz fue asesinada entre las 20 y las 23 horas del domingo último, es decir, un día antes del hallazgo.
Una fuente judicial explicó que la hipótesis de un robo se analiza porque "falta una cajita donde la mujer guardaba dinero", aunque aclaró que más allá de una silla caída, no se halló "nada revuelto". La causa está en manos del fiscal Martín Prieto, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 De La Costa.