Crisis en Arenaza, el pequeño pueblo donde se creó el Mendicrim: ARSA suspende su producción y peligran 200 empleos
La planta láctea más importante del partido de Lincoln frenó su actividad por 30 días. El gremio Atilra denuncia sueldos impagos, aportes sin pagar y una gestión fraudulenta. La noticia impacta directo en esa localidad bonaerense, que cuenta con tan solo 1300 habitantes.
La planta de Alimentos Refrigerados SA (ARSA), ubicada en Arenaza, partido de Lincoln, anunció la suspensión de su producción por 30 días, desatando preocupación en toda la comunidad. Con más de 200 empleados, la empresa es el principal sostén económico del pueblo, y su parate afecta de lleno al entramado social y laboral local.
Arenaza es una localidad bonaerense de alrededor de 1300 habitantes, situada a 35 km de la ciudad de Lincoln, accesible por la Ruta Nacional 188 y la Ruta Provincial 68. El pueblo nació con el impulso del ferrocarril: surgió alrededor de la estación "Los Altos", inaugurada en 1903, y fue nombrado Arenaza en 1906, en honor a José María Arenaza, dueño de las tierras que donó parte del terreno para plaza y edificios públicos. Además de su historia ferroviaria, el pueblo también es recordado por ser el lugar donde el ingeniero Osvaldo Mendizábal creó el famoso queso crema Mendicrim.
En este contexto rural e históricamente ligado a la producción, el freno de la planta láctea -que pertenece al Grupo Maralac- generó un fuerte sacudón. Según el comunicado oficial al que accedió el medio especializado Red Gremial, la decisión responde a problemas estructurales que se agravaron recientemente: cortes prolongados de luz, la quiebra del proveedor Vicentín y embargos judiciales en otra planta que la empresa posee en Córdoba. “En los últimos días se han intensificado una serie de dificultades que impactan directamente en nuestras operaciones, imposibilitando la continuidad de las actividades productivas durante los próximos 30 días”, expresaron.
Pero desde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) apuntan a una realidad aún más preocupante. Denuncian años de gestión irregular, salarios impagos, deudas en aportes patronales y un panorama de precarización creciente. “ARSA ha fraudelantado toda su actividad desde su inicio. Los trabajadores organizados, junto con los representantes sindicales, seguiremos gestionando y luchando para revertir el desastre que dejarán Vicentín y el Grupo Maralac”, indicaron desde el gremio.
La planta hoy funciona con menos de la mitad del personal. Solo se paga el 60% de los sueldos y los empleados denuncian que no cuentan con cobertura social. El clima en la fábrica es de incertidumbre y angustia. “No vamos a permitir que se juegue con el sustento de nuestras familias. Exigimos que se regularice la situación salarial, se cumpla con los aportes y se garantice la estabilidad laboral”, reclamó un delegado durante una asamblea en la planta.
En una comunidad como Arenaza, donde cada puesto de trabajo tiene un impacto directo, el temor es que esta suspensión de 30 días sea el paso previo a un cierre definitivo. Comercios, escuelas y familias enteras dependen del ingreso que genera la planta. Desde Atilra anticiparon que reforzarán gestiones con autoridades locales y nacionales para buscar una solución urgente que garantice la continuidad laboral y frene el deterioro económico del pueblo.
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