“El colectivo que me acompañó toda la carrera”: una joven se recibió y se sacó una foto con la línea 242 de Morón
Katherine Correa terminó sus estudios en la Escuela Municipal de Danzas “José Neglia”. Al recibir su título, quiso agradecerle al transporte que la llevó todos los días: el colectivo 242.
“Hoy me entregaron el diploma y no podía no sacarme una foto”, escribió Katherine Correa en sus redes sociales. En la imagen, ella sostiene su título frente a la línea 242, el colectivo que durante años la llevó a estudiar al profesorado en Morón. La joven egresó de la Escuela Municipal de Danzas “José Neglia” y, en un gesto simple pero cargado de emoción, quiso agradecerle al colectivo que la acompañó durante todo ese camino.

“Gracias”, agregó Katherine, posando con una sonrisa que mezcla orgullo y ternura. La imagen no tardó en viralizarse: en un contexto donde estudiar cuesta y mucho —entre trabajos, viajes largos y SUBE agotadas—, su historia tocó una fibra sensible.
“El colectivo que me acompañó toda la carrera”, escribió al pie de la foto.
Una foto que dice más que mil viajes
La historia de Katherine es la de miles de estudiantes que cada día suben a un colectivo para llegar a clases. Pero también es la de quienes, a pesar de las dificultades económicas y del esfuerzo cotidiano, logran sostener el deseo de formarse. Con ese título en mano, Katherine no solo celebró su logro personal: también rindió homenaje al recorrido.
La imagen fue tomada al salir de la Escuela Municipal de Danzas “José Neglia”, una institución pública con más de 70 años de historia, símbolo de formación artística en la región.
Una escuela con raíces profundas
La Escuela “José Neglia” forma parte de una tradición cultural que comenzó en 1949 con la fundación de la Escuela Municipal de Arte Nativo. A lo largo de las décadas, fue transformándose y consolidando una oferta educativa en música y danzas folklóricas, con docentes que, aunque muchas veces autodidactas, transmitieron saberes con pasión y compromiso.

En su origen, la escuela funcionaba en el Club Progreso, y contaba con apenas un puñado de instrumentos, como arpas indias, guitarras y bombos. Desde entonces, formó generaciones de músicos y bailarines populares, muchos de los cuales pasaron luego a integrar ballets folklóricos y agrupaciones culturales de todo el país. Así se detalla en el Instituto y Archivo Histórico de Morón (IAHM).
A fines de los años 40', en Morón ya existía una importante vida cultural, con orquestas de tango, obras teatrales, bibliotecas populares y clubes. Pero fue durante la gestión del intendente César Albistur Villegas (1948–1955), en el marco del primer peronismo, cuando se consolidó por primera vez una verdadera política cultural municipal.

En un distrito que se transformaba rápidamente por el crecimiento industrial y la llegada de nuevas familias trabajadoras, la gestión de Albistur Villegas impulsó una red de instituciones públicas con acceso gratuito a la cultura y la formación: museos, salones plásticos, coros, orquestas, bibliotecas, teatro ambulante y celebraciones masivas como el Día de la Tradición.
Ese impulso —acorde con la línea nacional y provincial del peronismo— puso el foco en los nuevos barrios populares y en democratizar el acceso a la cultura, la educación y el arte. En ese entramado político y social se inscribe también el surgimiento de escuelas como la 28, cuyo presente todavía lleva marcas de ese origen.
El valor de lo cotidiano
El gesto de Katherine también recupera lo que suele pasar desapercibido: la constancia. Los kilómetros recorridos, las esperas bajo la lluvia, las mochilas cargadas, las jornadas dobles. Todo eso cabe en la foto con el 242. Y también una forma de agradecer que, en estos tiempos, puede ser tan importante como el diploma.
Porque a veces el reconocimiento no está solo en un acto de colación, sino también en decir “gracias” al chofer, al recorrido, al asiento junto a la ventana, a todo lo que hizo posible llegar.
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