Escuelas agropecuarias: Los "sin tierra" de Oporto y Scioli
4 de las 18 escuelas vinculadas a la producción primaria que estuvieron en el acto encabezado por Scioli de entrega de equipamiento, sólo recibieron una parte de lo prometido. En una hacen soja para mantenerse y no tienen edificio. En otra no tienen tierras para hacer prácticas. Ninguna hace inseminación artificial pero recibieron instrumentos.
En Berazategui, el gobernador Daniel Scioli, acompañado por el Director General de Cultura y Educación Mario Oporto, y el Ministro de Agricultura Ariel Franetovich, encabezaron un acto de entrega de equipamiento para escuelas agropecuarias.
"Estamos dando otro paso cualitativo muy grande con este trabajo de fortalecimiento en la educación agropecuaria". Y agregó: "sabemos que la producción agropecuaria nos va hacer mas competitivos, pero para eso necesitamos jóvenes bien informados".
En el lugar estuvieron presentes los Intendentes Carlos Selva (Mercedes), Oscar Brasca (Salto), Liliana Denot (Chascomús); Aníbal Loubet (General Guido), Leonel Zacca (Alberti), Juan Veramendi (General Paz), Raúl Iribarne (Monte), Aníbal Regueiro (Presidente Perón), Hugo Oreja (Roque Pérez), María Gianini (Carlos Tejedor); Raúl Feito (Trenque Lauquen), Gustavo Trankels (Tornquist), Pablo Guacone (San Pedro); Pablo Bruera (La Plata), Aldo Carossi (Baradero), Héctor Equiza (Punta Indio), Juan Patricio Mussi (Berazategui) y Estela Lennon (San Antonio de Areco), acompañados por directivos de los respectivos establecimientos.
Algunos directores presentes en esta entrega de subsidios hablaron tras el acto con La Noticia 1 y confesaron con reservas que recibieron mucho menos de lo anunciado, con la promesa que el resto llegará en algunos días.
Un mínimo relevamiento tras la publicacion de la gacetilla oficial, hizo que este portal consulte en cuatro de las 18 escuelas presentes.
La Directora del Centro Educativo para la Producción Total Nº 9, de Carlos Tejedor, Marita Rodríguez, reconoció que regresó de Berazategui con los elementos para armar un invernadero, cajones e instrumentos para apicultura y un kit de inseminación artificial.
Sin embargo esta escuela de 20 años y con unos 80 alumnos necesita al menos 300 mil pesos para terminar una obra ahora inconclusa y que provoca que se llueva dentro del edificio, arruinando todo lo que el establecimiento ha logrado con esfuerzo.
Otra de las consultadas fue la Directora de la escuela agropecuaria de Tornquist, un establecimiento que el próximo año cumplirá 25 años y que alberga a unos 65 alumnos que incluso viven en el antiguo edificio, ya no en condiciones.
En este caso cuentan con un predio en la zona rural, a 35 kilómetros del edificio escolar lo que complica las actividades prácticas de los alumnos. Pero las gestiones están más avanzadas aunque ahora frenadas. Es que el Ministro de Agricultura de la Nación Julián Domínguez entregó al Intendente Gustavo Trankels un subsidio de un millón de pesos para la construcción de un edificio.
Si bien el dinero no bastará, permitirá avanzar sobre el edificio. Pero las obras aún no comenzaron porque deben ser aprobados los planos de la construcción, algo que aún no sucedió. Mientras tanto, la Cooperadora Escolar debe hacerse cargo del transporte de los alumnos y de la seguridad del predio rural, algo innecesario si todo el edificio estuviera integrado.
Mientras espera, la escuela recibió el kit completo para inseminación artificial. La directora lamenta que el equipamiento no pueda ser correctamente utilizado por la falta de infraestructura necesaria.
Lo mismo sucede con las netbooks recibidas por el programa impulsado por Cristina Fernández: no hay lugar en el que las mismas puedan ser utilizadas. De hecho, tampoco pueden cumplimentar con lo pactado por el programa: quienes egresan no pueden llevarse los equipos ya que los mismos no son repuestos luego.
El Director de la Escuela Agropecuaria de San Pedro, Marcelo Paladini, también volvió con las manos vacías, con apenas algunas herramientas de mano y kit de inseminación, a su escuela sin edificio propio y con un campo en el que deben hacer soja para mantenerse.
La escuela que ya cumple 22 años también tiene desdoblado su edificio y el predio en la zona agraria donde los alumnos pueden hacer las prácticas. Y las soluciones, a pesar de las numerosas gestiones, no han llegado aún.
En Roque Pérez, la Directora Laura Maccormack del Centro de Educación Agraria Nº 23, también cuenta una situación que dista y mucho de ser la ideal. Actualmente comparten un edificio con una Escuela Secundaria Básica con orientación en Ciencias Naturales, alejada del centro de la ciudad. Pero no tienen tierras para hacer huertas, tener animales ni ninguna práctica acorde a la educación ahora teórica que reciben los alumnos.
Además del problema edilicio, Maccormack cuenta que no hay transporte para los alumnos por lo que los docentes y ella misma tienen que hacerse cargo del traslado de los alumnos.
La directora cuenta que le hizo llegar su reclamo a Scioli e incluso le entregaron una carta en mano a la Presidenta Cristina Fernández pero nunca obtuvieron respuesta.
Por el momento volvió de Berazategui con el kit de inseminación, aunque las vaquitas son ajenas y no hay cómo usarlo. Una situación que se repitió en todos los casos consultados.
La situación deja al descubierto las graves falencias. Y aunque todos insisten en señalar que valoran lo recibido porque es mejor que nada, lejos están de lograr que el Gobierno de la Provincia dote a sus establecimientos agropecuarios de las mínimas condiciones para el aprendizaje de actividades productivas. Los casos citados son sólo ejemplos que asustan pensando en la falta de criterio a la hora de decidir las inversiones y contradecir el modelo nacional, obligando a las cooperadoras a alquilar campos o sembrar soja para poder sostener la actividad escolar.
"Los sin tierra" de Oporto y Scioli esperan tener predios para cultivar, vacas para inseminar y palas para labrar la tierra acompañados de edificios propios para las clases teóricas que permitan perfilar el desarrollo en el interior de la Provincia que abandona sus cultivos tradicionales a manos del monocultivo más rentable.