Laura, la vecina de Olivos que hace magia con su celular: "Cualquiera puede ser fotógrafo"
Nació en Bragado pero se enamoró de Vicente López. Llegó a la fotografía por casualidad y ahora es furor en las redes por las impactantes imágenes que comparte cuando sale a pasear por el barrio. Muchos la felicitan y otros la acusan de hacerle publicidad a la marca. Pero ella busca demostrar que "todos tienen la posibilidad de ser fotógrafos": "Me gusta capturar momentos y contar historias. Es cuestión de salir y mirar arriba".
Por Christian Thomsen Hall
La fotografía es una de las artes contemporáneas, que al igual que la pintura, la escultura o la música pretenden ser una forma de expresión del artista para expresar emociones, sentimientos y pensamientos. Así lo siente Laura Bertora, una vecina de Vicente López que en el mundo de las fotos encontró una escapada necesaria de la rutina y la cotidianeidad. Por estas horas, la mujer de 36 años es furor en las redes sociales por compartir asombrosas fotos de su barrio que tienen una particularidad muy especial: Todas son tomadas con un celular. "Quiero demostrar que cualquiera puede ser fotógrafo utilizando su teléfono", contó durante una entrevista con La Noticia 1.
Laura es fotógrafa profesional y la fundadora de Flow, una importante productora que trabaja para las principales firmas de nuestro país. No obstante, en sus tiempos de ocio descubrió poseer una inesperada habilidad: Cada vez que sale a caminar por el Paseo de la Costa, saca su teléfono Huawei Mate 9 y logra retratar verdaderas postales, que luego comparte con un grupo de vecinos en Facebook. Sus posteos tienen tanto éxito que cada vez son más usuarios los que le piden una imagen: "Me encanta el ida y vuelta que se generó con la gente. No quiero abusar del espacio porque parece que me estoy vendiendo, por eso no las firmo. Pero cada vez son más los amigos que me piden que comparta las fotos".
La blonda remarcó que "nunca le había dado bolilla a sacar fotos en la calle". "Para mí sacar fotos era estar laburando. Pero ahora, después de un día agotador, salgo de casa a caminar con la excusa de sacar a mi perro a pasear por el Paseo de la Costa. Me pongo música y miro para arriba. Es mi momento de relax, donde trato de desconectarme de todo, del trabajo y del mundo". En ese sentido, comentó: "Soy muy fanática de los atardeceres y cuando veo una postal que me gusta, paro, saco una foto y sigo. Es algo bien rápido, no es que ando haciendo una superproducción ni nada por el estilo. Por eso me llamó mucho la atención la respuesta que tiene en la gente".
"Varios me preguntaron si le hacía propaganda a Huawei, pero la realidad es que la marca del celu la pongo a propósito para que la gente se de cuenta que con cualquier dispositivo puede hacer buenas fotos. Mucha gente cree que para sacar una buena foto necesita la mejor de las cámaras e invertir una fortuna en accesorios. Mi intención es mostrar que en sus manos tienen la posibilidad de captar una buena foto y de emocionar a las personas que tienen a su alrededor", indicó la mujer, quien de todas formas consideró: "La cámara no hace al fotógrafo. Cuando el fotógrafo pone el ojo y pone el alma, puede tener un celular Nokia 1100, y va a sacar una buena foto".
Según contó ante nuestros micrófonos, Laura es psicoterapeuta y trabajó cinco años ejerciendo esa actividad hasta que se dio cuenta que quería dar un giro en su vida. "Llegó un punto donde el trabajo me enfermó y odiaba que sea lunes. A los 25 años decidí buscar alternativas de todo tipo, desde ponerme a tejer para María Vázquez hasta enseñar danzas árabes. Hasta que un día, accidentalmente me llamaron para sacar unas fotos y ahí fue cuando me compré una cámara para poder ir a trabajar", recordó la joven, quien confiesó: "Nunca antes había sacado fotos". "Yo vengo del interior y ni siquiera sabía lo que era un cumpleaños de 15 o un baby shower", recordó con una sonrisa.
Tal como relataba, Laura nació en el partido bonaerense de Bragado, a 210 kilómetros de la Capital Federal, pero de grande se mudó al Conurbano bonaerense. Al llegar a esa zona, se enamoró de Vicente López, donde vive desde hace años junto a su novio Mariano. "Con la fotografía recorrí muchísimo la provincia de Buenos Aires, me conozco todos los lugares, pero la verdad que vivir en el barrio de Olivos y frente al Río de la Plata, para mí es un sueño. No sé si los que vivimos por esta región somos tan conscientes de lo afortunados que somos de tener un lugar así, como el Paseo de la Costa, para salir y desconectarnos del mundo", reflexionó.
Acerca de su interacción en redes sociales, Laura comentó: "Muchos vecinos me piden fotos para tenerla como fondo de pantalla o para guardarlas en su computadora. Si con una foto yo pude generar algo a través de una pantalla y conmover o emocionar a alguien, yo soy feliz. El arte es eso, atravesar ese límite entre la obra y la persona, y generar algún sentimiento". Sin embargo, esta apasionada indicó que "no todo es color de rosa" y que también existen aquellos que la critican: "Muchos me dicen que las fotos son malas, o están trucadas, pero generar opiniones opuestas también es parte del arte". "La fotografía es eso, es mirar con el alma y capturar el momento", sostuvo.
"La fotografía para mi es el canal de comunicación que existe para tocar almas sensibles. Es mi vía para llegar a las personas y conmoverlas. Por mi trabajo, a mi me encanta capturar momentos, pero nunca me había pasado de salir a la calle y sacar fotos por disfrutar. Cuando voy caminando, ya veo la foto y la tengo en la cabeza. La fotografía me permite contactarme con alguien y tener un ida y vuelta. Que se tomen la molestia de escribirme para contarme lo que sintieron al ver mis fotos, para mi es increíble. Por eso yo también me tomo el tiempo de contestarle a todos los que me hablan, porque es buena energía que recibís y que devolvés", subrayó.
Según decía el famoso fotógrafo estadounidense, Ansel Adams, "el componente más importante de una cámara está detrás de ella". De esta manera lo explica Laura, quien aseguró que "cualquiera puede ser fotógrafo": "Me encanta poder seguir conociendo y sensibilizando a la gente, sobre todo en estos momentos que estamos viviendo, donde todo es muy agresivo. La fotografía te permite generar estos espacios que son de placer. Ese es el mensaje y la energía que quiero dar. Mostrar un atardecer, la puesta del sol, hace que al menos por un ratito, los comentarios dejen de ser peleas y que al menos durante ese minuto, la gente se conecte con otra energía".