Lomas de Zamora: dijo que habían matado a su novio en un robo, pero terminó presa por el homicidio
La mujer se negó a declarar luego de ser acusada. Previamente relató que 4 personas entraron al domicilio mientras dormía con su pareja. El cuerpo fue hallado dentro de un tanque de agua en desuso. La supuesta novia dijo que los ladrones la obligaron a depositar ahí el cuerpo. Cuáles fueron las contradicciones que alertaron a los investigadores.
Una mujer denunció que su novio había sido asesinado a puñaladas por personas que ingresaron a la vivienda con intenciones de robo, sin embargo, algunos elementos hallados en las pesquisas y contradicciones en las que incurrió la mujer, llevaron a los investigadores a la conclusión de que la denunciante fue la autora del homicidio.
El hecho ocurrió este domingo en una propiedad ubicada en la calle Sáenz Peña 2178, de la zona de Villa Galicia, ubicada en la localidad de Temperley, partido de Lomas de Zamora. Allí, fue hallado el cuerpo del hombre, identificado como Juan Mangoni (56), dentro de un tanque de agua en desuso que se encontraba en un patio.
La presunta novia de la víctima, Adriana Luzuriaga (50), le contó a los efectivos de la comisaría 8va. que todo ocurrió durante la madrugada del domingo, cuando ella y Mangoni descansaban y, cerca de las 4 de la mañana, fueron sorprendidos por una banda compuesta por tres hombres y una mujer jóvenes que entraron con fines de robo, todos con los rostros cubiertos con pasamontañas.
Según informaron las fuentes a la Agencia Télam, la mujer dijo que los asesinos la habían obligado a introducir el cuerpo de su novio en el tanque de agua de plástico que está en desuso. Ese punto del relato despertó la sospecha de los investigadores: "No creemos que ella haya podido meter sola el cadáver en el tanque, por el porte de la víctima", explicó una fuente judicial.
Como la denuncia original señalaba que se trataba de un homicidio en ocasión de robo, en la causa comenzó a intervenir la Unidad Funcional de Instrucción 11 Especializada en Entraderas, de Lomas de Zamora, a cargo de Ricardo Silvestrini. Pero, ante todo el cuadro de indicios y las contradicciones de su testimonio, Luzuriaga terminó detenida como acusada del delito de "homicidio agravado por el vínculo".
Descartado el crimen en el marco de un robo y al verificarse que no hubo faltantes, Silvestrini declinó su competencia y la causa pasó a la órbita de la UFI 16 Especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar, a cargo de la fiscal Marcela Juan, quien esta tarde indagó a la acusada aunque esta se negó a declarar.
Las contradicciones que cambiaron el eje de la causa
Lo segundo que llamó la atención de los efectivos fue que el lugar había sido lavado, Luzuriaga explicó que los delincuentes también la obligaron a limpiar la escena del crimen.
Peritos de la Policía Científica realizaron pruebas de luminol y detectaron que pese a haber sido lavada, la escena primaria del crimen había sido la entrada a la casa, en el living y, al retirar el mobiliario, detectaron que debajo de los muebles se había escurrido sangre que no había llegado a ser limpiada.
A su vez, voceros policiales indicaron que la mujer comenzó a incurrir en una serie de contradicciones, como cuando se desdijo de la versión inicial y aclaró que los asesinos no eran cuatro, sino solo dos, un hombre y una mujer, de entre 19 y 27 años, aproximadamente.
También refirió que habían ingresado por los fondos, pero los investigadores determinaron que resultaba imposible en virtud de la altura de los muros que rodean la edificación. A su vez, los peritos no encontraron ningún acceso violentado y se verificó que la casa posee alarma pero que estaba desactivada.
Luzuriaga también había dicho que cuando asesinaron a Mangoni se dio una pelea "a los gritos", pero ninguno de los vecinos llegó a escuchar nada. Pero lo que terminó por complicar a Luzuriaga es que tanto el teléfono celular de la víctima como el suyo, que según su relato habían sido robados por los delincuentes, fueron hallados tirados en el inodoro.
Además, se secuestraron una computadora y una notebook bajo la ducha abierta del baño, en una clara maniobra por dañar los elementos donde podrían haberse almacenados las imágenes de las cámaras con la que contaba la propiedad.
Mientras que el cadáver de Mangoni fue remitido a la morgue judicial de los tribunales de Lomas de Zamora, donde se realizará la autopsia en las próximas horas. La víctima era un técnico que reparaba heladeras y otros equipos de refrigeración, detallaron voceros de la investigación.
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