Piratas del asfalto, polícias y secretos bien guardados
El escándalo desatado en Ramallo tras denuncias que involucran al Comisario Gilberto Jaime con una banda de piratas de asfalto. Un informe especial de La Opinión Semanario de San Pedro profundiza la investigación y revela datos esclarecedores para una trama que se teje con muchos hilos.
El escándalo policial que envuelve a la Departamental San Nicolás atraviesa su etapa investigativa. Tras la denuncia efectuada por cinco efectivos, en contra del Jefe de la Policía Distrital Ramallo, Comisario Mayor Gilberto Jaime, es la Auditoria General de Asuntos Internos de la Policía Provincial quien tiene en sus manos desentramar la causa.
A esta altura de las circunstancias y tras escucharse distintas voces sobre la supuesta participación policial en una banda de piratas del asfalto, si algo hay en concreto, es que, como sea, una de las partes involucradas en esta clara disputa policial ha tenido participación. Todo se desprende de las acusaciones mutuas que existen y sólo los resultados de la investigación le darán la razón a una u otra parte.
Como sucede cada vez que se pone en jaque el accionar de la policía, y como ya es lamentable costumbre en la gestión Stornelli, se puso el ojo sobre la permanencia de la cúpula de la Jefatura Departamental San Nicolás. En este caso, el lunes regresó de sus vacaciones el titular de esta cartera, Comisario Inspector Hugo Prado y por el momento seguirá a cargo de la misma.
El único movimiento se produjo en la Jefatura Distrital de Ramallo, donde el titular fue sustituido en su cargo apenas se conoció que se había efectuado una denuncia en su contra.
Secretos bien guardados
Si bien nadie se atrevió a confirmarlo, La Opinión está en condiciones de adelantar que desde la Jefatura Departamental, diez días antes de que se desencadenara este escándalo, se había solicitado el traslado de Gilberto Jaime. Según se pudo saber, la medida obedeció puramente a una cuestión de reordenamiento en esta región, ya que también se aguardan novedades en la Jefatura Distrital de nuestra ciudad puesto que el Comisario Oscar Sequeira ocupa el cargo interinamente pues no posee el rango necesario para desempeñarse en ese rol.
Jaime es considerado un buen policía pero conflictivo entre algunos pares y frontal a la hora de actuar. Hasta el momento goza de una licencia por vacaciones y ni siquiera se lo ha llamado a declarar. Una alta fuente policial aseguró que por el momento hay efectivos sospechados pero no imputados.
Más que El Paraíso un infierno
Curiosamente, no es la primera vez que el campo ubicado en El Paraíso es escenario de un hecho de estas características y la línea investigativa lleva a pensar que allí se centralizaban las tareas de una banda de piratas del asfalto. Desde hace aproximadamente dos años y medio el grupo se movía entre las localidades de Ramallo y Baradero, “tirando” a sus víctimas, siempre, entre Zárate y Pacheco.
Cigarrillos, transporte de carga en general y fertilizantes fueron los botines elegidos por la banda y la otra punta de la investigación tendrá que recaer en la comercialización.
El primer hecho que trascendió en abril de 2009 tuvo lugar luego de que los sujetos equivocaran el camino y se introdujeran en un campo del paraje La Buena Moza, a unos 15 kilómetros de El Paraíso. Un camión con carga general fue avistado por la policía y secuestrado, lo mismo que los ocupantes de un vehículo que llegó minutos después con la orden de descargar el vehículo. En aquella oportunidad lograron detener a seis personas oriundas de Zárate aunque una de ellas tenía domicilio en nuestra ciudad.
De ese hecho se desprende que algo falló y que el ilícito no terminó como lo habían planeado. A partir de allí se sucedieron distintos casos de piratería. Camiones abandonados sin su carga, apariciones extrañas y hasta la trágica desaparición del “Nene” Moreno, un conocido delincuente con frondosos antecedentes que fue hallado asesinado en cercanías de la localidad de Alsina, aparentemente por mantener diferencias con los propios integrantes de la banda. A Moreno lo ejecutaron de un escopetazo en la cabeza luego de fallar en el atraco a una camioneta que transportaba cosméticos.
En la investigación tampoco se descarta que el hallazgo de un container con una máquina agrícola en su interior, en un campo de Gobernador Castro, la aparición de un acoplado abandonado en cercanías del cementerio de esa misma localidad y otro carretón con máquinas agrícolas interceptado en la ruta tengan relación con la misma banda.
Las sospechas sobre el campo ubicado en El Paraíso comenzaron a tomar forma cuando en noviembre pasado, mientras se realizaban tareas de prevención, efectivos de la Comisaría 1ª de Ramallo, destacamento El Paraíso y DDI San Nicolás con asiento en Ramallo, divisaron el ingreso a la autopista, desde un camino vecinal de tierra, de un camión escoltado por dos automóviles cuyos conductores al advertir la presencia policial se dieron a la fuga. El camión fue interceptado y se constató que se trataba de un Mercedes Benz modelo 914 C, con inscripción de la firma Exo Logística, conducido por un hombre de 44 años de edad, domiciliado en la localidad bonaerense de Lavallol.
Examinado el semirremolque, verificaron que en su interior había un motor completo de grandes dimensiones, una caja de cambios, dos guardabarros delanteros, un equipo de aire, dos paragolpes y dos estribos, de los cuales el conductor carecía de la respectiva documentación, no pudiendo justificar su procedencia. Así, se procedió al traslado del chofer a sede policial.
Iniciadas las averiguaciones, luego de la obtención de la numeración del motor incautado, pudo establecerse que poseía pedido de secuestro activo por el delito de Robo Automotor con fecha del 4 de noviembre, a pedido de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 7 de Morón.
A partir de allí, la investigación logró dar con la ubicación del campo desde donde partiera el camión interceptado y establecer que los vehículos que se dieran a la fuga acompañaban al rodado hasta cercanías de la localidad de Luján, donde comercializarían el motor.
Allanado el campo, precisamente un galpón ubicado en el Cuartel XIII de El Paraíso, secuestraron el resto del camión sustraído en Morón: un Scania 1620, blanco, además de un plato para enganchar remolque, tres tanques de combustible, varios guardabarros, cuatro hojas de elástico, autopartes en general y tres largueros.
Como si todo fuera poco, se pensaba que el robo del camión que desató el escándalo había sido el último, pero no fue así. Aunque nadie se atrevió a confirmarlo, el pasado viernes estuvo a punto de perpetrarse un nuevo hecho. Según pudo saber La Opinión, un vehículo marca Audi de color oscuro intentó interceptar un camión que transitaba por la ruta 9 pero la atinada intervención policial evitó la comisión del delito.
La denuncia fue efectuada en Capital Federal. Este último episodio podría ser tomado como una señal de tono mafioso; de presencia por parte de la banda, más allá de todo lo que está sucediendo.
A medida que se ahonda en esta historia aparecen capítulos por demás de interesantes. La banda tenía, o tiene, todo muy bien diagramado. Previamente se eligió puntualmente este campo por su ubicación. Según cuentan existe una cruz imaginaria que forman las rutas 9, 188, 51 y 7, esos serían los caminos elegidos para moverse en la región y llegar al punto de destino.
Además para cualquier participante, ya sea policía o civil, el sueldo que se ofrece para participar en atracos de estas características se ubica en los 7 mil pesos, mientras que se abonarían unos 5 mil como alquiler del campo.
Poliladrones - Polipiratas
El protagonismo de cada parte está por aclararse pero nadie en su sano juicio imagina ver a la policía fuera de todo esto. Sin su participación activa o pasiva, los hechos no se hubiesen perpetrado. Se han roto todos los códigos y eso puede ser muy peligroso, puesto que puede llegar a terminar de la peor manera. La venganza está presente y el ajuste de cuentas a la orden del día.
El hecho en cuestión se registró el viernes 19 de Febrero en horas de la noche. Un móvil sin identificación perteneciente a la DDI San Nicolás con dos ocupantes tomó conocimiento sobre las operaciones de una banda que había robado hacía instantes un camión cargado de cigarrillos cuyo valor supera largamente el millón de pesos.
Al arribar al campo los policías fueron recibidos a los tiros, al intentar interceptar un camión que llevaba de remolque a otro, se produjo un enfrentamiento armado que terminó con uno de los piratas perdiéndose en un campo sembrado de soja y la detención del chofer, de apellido Godoy, y el dueño del campo, de apellido Leguizamón. Tras prestar declaración, una semana después recuperaron su libertad.
Lo acontecido esa noche fue lo que desencadenó la denuncia y este verdadero escándalo que se llevó puesto al Comisario Mayor Jaime, al menos desde la Jefatura Distrital de Ramallo.
Un grupo de al menos cinco policías fueron los que denunciaron al Jefe ante la Fiscal Marcantonio por una supuesta complicidad con la banda. Lo acusan de haber colaborado facilitando la liberación de la zona. La causa está caratulada como “Robo doblemente Agravado”.
Jaime: “Yo no tengo nada que ver”
El Comisario Mayor Gilberto Jaime aseguró que todavía nadie se comunicó con él, no fue notificado de nada. Todo lo que sabe es a través de los medios.
La investigación podría arrastrar a más uniformados y civiles, entre ellos varios sampedrinos que de un día para otro mejoraron notablemente su estilo de vida. Eso también resulta llamativo pues algunos se hacen llamar “EMPRESARIOS”.
Según se supo, Auditoría de Asuntos Internos desde hace tiempo viene investigando los lazos de Jaime en este tipo de ilícitos aunque tampoco desconoce a la parte denunciante. Aparentemente habrían salido a la luz diversas relaciones de Jaime y otros policías con piratas del asfalto y en su mayoría relacionados con los atracos perpetrados en la zona.
Jaime, de 47 años, oriundo de Santa Lucía y a punto de cumplir 30 años como policía (el viernes 26) permanece en uso de su licencia. A través de La Radio brindó su punto de vista y tuvo conceptos tan duros como relevantes. “Esto es una historia meramente de interna policial. Desde el sábado (por el día posterior a la denuncia) he escuchado cómo se habló y acusó sin tener en cuenta un montón de cosas”, explicó. “La mayoría de las personas que lo hicieron no tienen vergüenza en hablar y es por eso que decidí expresarme. Si hay policías implicados, Jaime no es –dijo hablando en tercera persona de sí mismo, como a lo largo de toda la entrevista-; yo no tengo nada que ver con todo esto que se está diciendo, se trata de una interna policial de la cual yo soy víctima y tanto el poder político como la Red de Seguridad de Ramallo han tenido participación”, acusó.
“Desde mi llegada a San Nicolás no tuve una buena relación con estos; evidentemente Jaime les molestaba”, dijo sobre sus compañeros de trabajo. Esta última frase del policía está relacionada con alguna cuestión vinculada al juego clandestino y una red de prostíbulos existentes en Ramallo y San Nicolás que sí o sí deberían permanecer abiertos por alguna orden que nadie se atreve a desnudar.
“Ese viernes yo estuve en el campo y no facilité nada como se dice. Un policía se anotició a través del sistema satelital del camión, que el rodado había sido robado y todas las policías de Ramallo, El Paraíso, Gobernador Castro y San Pedro salieron en su búsqueda. Yo concurrí junto al Comisario de la Comisaría Ramallo 2ª y al llegar al lugar nos encontramos con los policías de la DDI que decían haber mantenido un enfrentamiento con los ocupantes del camión”, relató el Jefe Policial.
“Yo no soy perito, pero sería bueno establecer por qué si los vehículos quedaron enfrentados, la camioneta en que se movilizaban los efectivos tenía un disparo de atrás hacia delante”, señaló.
En esta causa se vincula también la participación de policías sampedrinos y el propio Jaime se encargó de puntualizar esta situación: “Se está queriendo involucrar al policía Daniel Arenel, y lo que nadie sabe es que este policía, ese viernes, estuvo participando de un allanamiento que se registró en el mismo momento en que efectuaba el hecho en El Paraíso, todos sus compañeros están de testigo. Acá se rompieron muchos códigos y no me caben dudas que una vez que concluya la investigación esta historia será a la inversa, se van a sorprender”, afirmó.
“A uno de los policías que me denunció yo lo había detectado queriendo entorpecer la investigación con respecto al primer allanamiento realizado en el campo de El Paraíso. Que la Justicia y Asuntos Internos se encarguen de demostrarlo”.
Cabe destacar que en los últimos tiempos el intendente de Ramallo Ariel Santalla había sido muy crítico con la gestión de toda la policía ramallense y hasta les había dado un ultimátum para que mejoraran su trabajo. Allí es donde tomaría fuerza la versión del traslado de Jaime antes de que se desatara este verdadero bochorno.