Proteccionistas repudian a Vidal por permitir caza de jabalíes en Patagones
La Dirección de Flora y Fauna provincial reconoció que el jabalí es una plaga y autorizó la caza con perros como método de control poblacional. Proteccionistas de "Sin Zoo" y "Proyecto Galgo Argentina" repudiaron la decisión y alertaron por los riesgos de triquinosis y de confundir al animal con otras especies protegidas.
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires autorizó la caza del jabalí en Carmen de Patagones con perros como método de control poblacional. La Dirección de Flora y Fauna provincial tomó esta decisión luego de reconocer que el jabalí es una plaga que ocasiona daños y autorizó la caza a través de la disposición provincial N°54, firmada el pasado 26 de junio.
Según precisaron desde "Sin Zoo" y "Proyecto Galgo Argentina", el jabalí fue importado al país hace 110 años, por el atractivo económico que proporcionaba la caza "deportiva". En ese sentido, indicaron que "los deportes no implican la muerte como finalidad" y señalaron que "la caza pertenece a una tradición que como base tienen la explotación y el sufrimiento animal".
A través de un comunicado, el proteccionista Andrei Chtcherbine repudió "la caza del jabalí, el uso de perros, y toda actividad humana que implique sufrimiento y muerte para otras especies animales. Y agregó: "Instamos a Fauna Provincia a modernizarse, atrasan 100 años, y que empiecen a pensar que si quieren erradicar una plaga lo mejor será usar cebos anticonceptivos".
"Es una vergüenza y es solo salir a matar en una situación espantosa para el animal y donde cientos de perros galgos serán destrozados ya que son la primera línea de ataque. La caza del jabalí entraña además otros peligros como contraer triquinosis por ingesta de la carne del animal, y confundir jabalíes con pecaríes (especie protegida), además de la falta de controles", explicó.
"El cazador no busca extinguir esta especie. Eligen machos grandes, de a un individuo por 'salida', no les disparan a las crías, no por 'humanidad' sino porque no sirven ni cómo trofeo ni como carne. Está estudiado que una población que crece exponencialmente no se puede erradicar haciendo algunas matanzas aisladas", concluyó el proteccionista ante la prensa.