Renunció el juez de San Isidro denunciado por acoso sexual y laboral
Se trata de Ernesto García Maañón, presidente de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro.
García Maañón presentó su renuncia al cargo luego de haber sido denunciado por acoso sexual y laboral por una auxiliar letrada que trabajaba con él. En los últimos días, al juez se le había abierto una investigación penal y otra mujer lo acusó por un hecho similar.
El magistrado presentó su dimisión este jueves por la mañana ante la Secretaría de Personal de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, mientras avanzaba un expediente en su contra en la Subsecretaría de Control Disciplinario del Máximo Tribunal provincial. Ahora, su renuncia será evaluada por el gobernador Axel Kicillof.

Según el escrito presentado por Adrián Murcho, abogado defensor de García Maañón, el juez "tenía previsto presentar su renuncia para después de la feria judicial, pero, finalmente, decidió hacerlo un día antes de que termine el receso para estar más tranquilo y defenderse de las acusaciones en su contra, de las que estamos convencidos de su falsedad”.
En ese sentido, en el documento destacó que el magistrado de 76 años entiende que, con su acción de dar un paso al costado, “se tiene mucha más libertad desde la fiscalía para investigar lo que creemos son hechos inexistentes”.
En el ámbito penal, el presidente de la Cámara de Apelación y Garantías sanisidrense es investigado en una causa a cargo del fiscal José Amallo. El expediente tuvo su inicio luego de que la Procuración General bonaerense, a cargo de Julio Conte Grand, diera intervención a la Fiscalía General de la mencionada jurisdicción de la zona norte de Buenos Aires, a cargo de John Broyad.
García Maañón, de extensa trayectoria en la Justicia, fue denunciado a mediados de julio por una serie de episodios de presunto acoso sexual, abuso de poder, hostigamiento laboral, degradación institucional y hasta una situación amenazante por “blandir un arma de fuego cerca del rostro de la víctima”, identificada con las siglas G. B. S..
La denunciante, que trabaja en la Secretaría de presidencia de la Cámara y su vínculo laboral con el magistrado empezó a crecer a principios de este año, sostuvo que los distintos hechos "deterioraron su salud mental" y afectaron su desempeño profesional y personal. La auxiliar letrada comentó que no pensaba hacer la denuncia, pero cambió de parecer cuando el juez afirmó en un grupo de WhatsApp que no quería trabajar más con ella porque “se había mandado varias macanas”.
“Esa situación violenta me indignó: no era justo que abusando de su posición me desprestigiara mentirosamente frente a los demás jueces, vertiendo conceptos que en definitiva afectaban nuevamente mi dignidad, porque me humillaba de forma pública, pero esta vez ante mis superiores”, dice el documento al que tuvo acceso el medio La Nación. La mujer aseguró que todo comenzó ante su negativa de mantener cualquier tipo de relación sentimental con él.
Ante el texto que escribió el magistrado en el grupo laboral de la mencionada aplicación de mensajería, G. B. S. pasó un mensaje de voz de ocho minutos de duración que le había enviado el juez en abril pasado, a la 1.20 de la madrugada, donde le hablaba que tenía "mucha atracción sexual" por ella.
“Soy muy auténtico, te dije a vos que me atraías, que me hubiera encantado tener una relación con vos del nivel que sea (...). Quería ir a comer con vos, movernos en otro contexto, porque me parecés muy atractiva", se le escucha decir en otro tramo del audio.
Por otro lado, la funcionaria destacó un momento en el que había quedado sola con García Maañón leyendo un expediente y otro día en el que él se habría puesto a manipular su arma reglamentaria presuntamente frente a su cara.
En ese contexto, otra mujer que se presentó como testigo en una audiencia ante la Subsecretaría de Control Disciplinario, relató que ella también fue víctima del magistrado, cuando supuestamente "la manoseó en su despacho e intentó besarla".
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