Sanclementinos por el mundo: La travesía en bicicleta que llegó a Panamá
Maricel Iglesias y Mariano Apdepnur son dos jóvenes bonaerenses que en septiembre de 2002 iniciaron este viaje en bicicleta y hoy en día llegaron a la costa del Pacífico. “Hemos dormido en estaciones de servicio, en cuarteles de bomberos, en escuelas rurales en medio de la ruta, en plazas, parques”, dijeron en diálogo con LaNoticia1.com
por Aldana Farinelli
Hace un año, dos jóvenes de San Clemente se propusieron emprender una aventura sobre ruedas: unir La Costa con Alaska pedaleando.
En diálogo con LaNoticia1.com, Maricel Iglesias y Mariano Apdepnur relataron cómo llevan estos más de 300 días de viaje que hoy en día los encuentra en Panamá. “En unos días vamos a subir a 1.500 msnm, a conocer unos pueblos que nos llaman la atención y luego seguimos hacia Costa Rica”.

¿Cuáles fueron los principales desafíos con los que se encontraron y qué dificultades tuvieron?
Cuando cruzamos de Argentina a Chile teníamos que cruzar 170 km de puro desierto, pensamos que lo lograriamos, pero se tornó imposible, hacía mucho frío, no había nada, el viento era muy fuerte y constante, aún en las bajadas no nos dejaba pedalear, nos estresamos mucho porque empezamos a sentir miedo. No pasaban autos por horas y al anochecer la temperatura desciende muchísimo, al punto de que si no tenes buen equipo de acampe y abrigo no se puede estar, pero decidimos bajarnos de las bicis, rezar y esperar que alguien pase y así fue, nos llevó un camión hasta San Pedro de Atacama, el primer pueblo. Luego nos dimos cuenta de que no podíamos hacer 170 km, lo máximo que hicimos en todo el viaje fue 100 km, y fue muchísimo.
Algunas veces nos pasó que de pedalear tanto llegábamos a lugares sin dinero y sin energía para vender nuestras artesanías, y a veces dormíamos en la calle, lo que fue incómodo al despertar no tener un baño, y no poder dormir bien por los ruidos.. así fuimos aprendiendo a administrar mejor nuestro tiempo y energía, sin exigirnos tanto, para poder tener el tiempo necesario para vender o tener energía para conseguir un mejor lugar en caso de llegar a un pueblo donde no tenemos previsto donde pasar la noche.
Hemos dormido en estaciones de servicio, en cuarteles de bomberos, en escuelas rurales en medio de la ruta, en plazas, parques y fue una grata experiencia, porque así también hemos estado en casa de familia, en camas muy cómodas, acampamos en playas hermosas, nos han regalado muchísima comida y colaborado mucho con la compra de nuestras artesanías.

¿Cuál es su anécdota más recordada hasta el momento?
Cuando llegamos a Penonome Panamá no teníamos ni un centavo así que activamos modo venta de artesanías, para almorzar algo, en ese instante un señor me dice: “Que buena camiseta” (camiseta de ciclismo con la bandera de Panamá) enseguida le digo, “te la vendo”, el me dice, “claro, ¿A cuánto?” , “3 dólares” le respondo (es el valor de una comida) y ahí mismo me saqué la camiseta me dio 3 dólares y nos fuimos a comer
¿Cómo es su día a día?
Cuando pedaleamos nos despertamos a las 5 am y antes de las 6, apenas sale el sol, arrancamos. Pedaleamos hasta el mediodía, porque estamos en zonas de mucho calor, y a veces nos quedamos en algún lugar en la ruta como restaurantes o estaciones de servicio y aprovechamos para vender. A veces ya entramos a algún pueblo y también vamos a alguna plaza a ponernos a producir y de paso vender, o vamos averiguando a dónde podemos pasar la noche.
Maricel y Mariano estiman volver en un año y medio. Mientras continúan su travesía recuerdan (y extrañan) a su familia, amigos y las hamburguesas de legumbres.
Quienes deseen seguir la travesía de estos dos jóvenes pueden hacerlo a través de su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/sanclementinosxelmundo/
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