Video: Así fue la misa "anti-grieta" con Mauricio Macri y Alberto Fernández en Luján por el Día de la Virgen
El presidente saliente y el mandatario electo compartieron la celebración ante el llamado de la Iglesia, que a días del cambio de Gobierno convocó a "rezar juntos por la Patria". La homilía estuvo a cargo de monseñor Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján, que brindó un fuerte discurso. Pidió que los pobres "recuperen sus derechos" y llamó a "no desfigurar el mensaje del Papa Francisco". Repudió la corrupción y aseguró que "el odio enfermó el alma del pueblo".
A dos días del cambio de gobierno, el presidente Mauricio Macri y el mandatario electo Alberto Fernández compartieron hoy una misa por la "unidad y la paz" convocada por la Iglesia católica en la basílica de Luján. La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) convocó "al Pueblo de Dios y a todos los sectores políticos a rezar juntos por la Patria" con ocasión del día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
La celebración religiosa comenzó a las 11.00 y estuvo presidida por Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la CEA, mientras que la homilía estuvo a cargo de monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján. A la convocatoria de la Iglesia respondieron rápidamente Macri y Fernández, quienes concurrieron acompañados de otros dirigentes y colaboradores.
"Hacer este gesto a los pies de la Virgen me parece que es un regalo de ella misma para la Nación teniendo en cuenta los momentos tan delicados para América Latina y para la Argentina", analizó monseñor Scheinig a la agencia de católica de noticias AICA, donde remarcó que "la intención de esta misa es pedir para que podamos hacer una Patria de hermanos" en un "momento histórico para nuestra democracia".
Macri y Fernández, si bien compartieron comunicaciones telefónicas y mensajes de Whatsapp, no se ven desde el 28 de octubre, el día posterior a la primera vuelta presidencial, cuando se encontraron en la Casa Rosada en el inicio de la transición. El presidente saliente se mostró acompañado por su esposa, Juliana Awada, mientras que el mandatario electo llegó junto a su novia, la periodista y actriz Fabiola Yáñez.
"Estamos en un momento del mundo y de América Latina. Queremos caminar con los argentinos para consolidar la fe cada día más. Pidamos para que nuestra democracia se afirme. No somos ingenuos, no creemos que una celebración sea la solución de los problemas. Pero este gesto habla por si mismo y queremos que esta nueva etapa sea de unidad y en paz", sostuvo durante la misa el monseñor Schening.
"Agradecemos la presencia de todos ustedes, fundamentalmente del presidente saliente y el presidente electo. A todos los que han tenido y ahora tendrán responsabildiades, gracias por compartir este momento. Agradecemos al santo pueblo de Dios que persevera en la oración de manera infatigable. María es una ayuda valiosa para pedir por nuestra Patria, tan sufrida, debilitada y enemistada", agregó.
"Ningún grupo en solitario es la Patria, todos somos la Patria. La unidad es una tarea que nos compromete a todos, porque es muy frágil y la rompemos con facilidad. La unión de un pueblo es una lucha que comienza en el corazón de cada uno, donde debemos vencer maldades, mentiras y orgullos. También es una batalla comunitaria que debemos afrontar y a la que todos estamos invitados", añadió el religioso.
"En la Patria, el otro es mi hermana y hermano. El odio se convierte en un sentimiento poderoso para nuestra autodestrucción. Es una enfermedad que nos va carcomiedo y que debemos ayudar a extirpar del alma del pueblo porque complica el presente y aniquila el futuro. Lo que viene, lo que ya estamos viviendo en América Latina, no es fácil. Por eso, para seguir contruyendo esta Nación necesitamos de todos", completó.
"Necesitamos escucharnos y volver a dialogar todas las veces que sea necesario", indicó Scheinig, quien también llamó a alcanzar un pacto social y "lograr políticas de Estado que perduren en el tiempo": "Es fundamental que todos los ciudadanos podamos lograr que todas y todos podamos alcanzar una importante estatura moral y un nivel ético social, donde los valores sean parte de la vida cotidiana".
"Es muy importante estar atentos para no caer en lo que la Iglesia llamamos estructura de pecado, es decir, quedar atrapados en un sistema como en una telaraña donde puedas convivir sin culpas y sin cargos de conciencia el que opta por ser deshonesto y corrupto y el inmoral y corruptor. Pidámosle juntos a Dios y A María de Luján que en nuestras corazones crezca un sentimiento de unión que nos de un sentido de pertenencia", agregó.
En otro tramo, el monseñor sostuvo que "los pobres, son para nosotros los cristianos, personas que nos hablan de Dios, por eso nos oponemos a que sean reducidos a un hecho macroeconómico". "Deseamos que los pobres recuperen los derechos y las oportunidades a la que está llamada toda persona humana", remarcó Scheinig en un fragmento de su discurso que fue fuertemente aplaudido por todos los presentes.
"Finalmente deseo recordar el mensaje que nuestro querido Papa Francisco dio a los jóvenes que se encontraban rezando por él en 2013. Cuánto bien nos haría conocer el pensamiento del Papa de manera directa y no por quienes lo parcializan o desfiguran su mensaje. Decía Francisco: 'Caminen juntos todos, cuídense entre ustedes, cuiden la vida, a la familia y que no haya odio. Y acérquense a Dios'", concluyó.