Economía
Baradero: Con una ordenanza frenarán la instalación de la feria "Saladita”
“Hay consenso para impedir la radicación de este tipo de emprendimientos”, dijo un edil baraderense. El proyecto pasa a Comisión. Tambien buscan restringir el tipo de actividades a realizar en la zona donde quieren instalar una feria similar a La Salada.
En Baradero había preocupación por parte de los comerciantes locales luego de que llegara la noticia de la posible instalación de una feria al estilo La Salada. El Concejo Deliberante analiza proyectos que restringen las posibilidades de radicación de ese tipo de emprendimientos.
Uno fue elevado por el Centro de Comercio local y pasa a Comisión de Legislación. El Concejal de la Coalición Cívica Fernando Bogado explicó que “la idea no es prohibir sino regular para que todos los comerciantes puedan competir en igualdad de condiciones”, aunque destacó que “hay un consenso mayoritario para impedir la radicación” de lo que llaman “La Saladita”.
Sobre la ordenanza, Bogado detalló que “la idea es tenerla aprobada a mediados de febrero” y agregó: “No tenemos apuro en legislar porque está vigente un decreto ratificado por el Concejo Deliberante, de emergencia económica, para la restricción de habilitaciones comerciales hasta el 31 de marzo”.
El otro proyecto intenta pulir una reglamentación de “anillado del Parque Industrial”. El partido de Baradero cuenta con más de 30 hectáreas cedidas por el Estado para erigir un parque industrial que están situadas en el radio del complejo Migliozzi, ubicado en la intersección de la Ruta 9 con la 41 y que fue alquilado por un “grupo inversor” representado por la Lic. Liliana Sanucci.
El proyecto establece que no se podrán instalar emprendimientos de este tipo en un radio de 2 kms. a la redonda del predio del Parque Industrial. Sólo estarán permitidas actividades que coadyuven al desenvolvimiento de las empresas que allí se instalen, tales como ferreterías, empresas de provisión de viandas, tornerías, etc. De este modo lograron armar un listado de actividades que puedan realizarse en sus alrededores entre las que, por supuesto, no figura la posibilidad de feria alguna aduciendo la incompatibilidad con un conjunto de industrias a las que se denominan “secas” por el manejo de sus efluentes.
El predio de varias hectáreas y una mole edilicia de proporciones fue alquilado por un empresario al módico precio de 1.400 pesos mensuales. “El negocio no está en los puestos de venta, es una ganga inmobiliaria”, dijo un martillero muy cercano al emprendimiento sacando la cuenta que por sólo el alquiler de stands podrían llegar a recaudarse más de 50.000 pesos por día.
Un documento con el proyecto de la feria al que nadie tiene acceso, pero muchos conocen, habla de más de 400 locales internos y otros tantos a instalarse al aire libre para comercializar todo tipo de productos al por mayor y menor. No sólo eso: la carpeta indica también que se podrán realizar espectáculos y que su horario de funcionamiento se establecerá de martes a domingo de 8.00 a 20.00, pudiendo extenderse “si las condiciones comerciales así lo requieren”. Más claro imposible: es La Saladita.
Pese a que muchos ciudadanos de la zona defienden su llegada pensando en comprar barato y cerca, los representantes de 12 ciudades de la zona se reunieron la semana pasada en las instalaciones del Centro de Comercio de Baradero para buscar elementos que permitan restringir estos emprendimientos.
Está claro que ya hay estudios jurídicos trabajando para defender lo que considera un atropello a la propiedad privada y pese a que La Noticia 1 intentó contactos con los letrados que representan al emprendimiento, no logró detalles de las acciones que seguirán tras la sanción de esta norma ya que la presentación fue formulada con antelación a la sesión a desarrollarse.
No se sabe si terminarán en una batalla judicial contra la comuna, pero si en un debate en los medios que ya tiene varios heridos y golpeados. Como nunca la gente se ha enfrentado a los comerciantes denunciándolos por vender ropa y calzado de La Salada a precio de las grandes marcas, tanto en Baradero como en San Pedro, donde los concejales oficialistas presentaron un proyecto para impedir este tipo de emprendimientos.
Nada de esto sucedería si el estado provincial, nacional o municipal cumpliese con su rol. Con solo exigir facturas y empleados en blanco; pedir contratos de alquiler, computar impuesto a las ganancias, ingresos brutos y bienes personales, se termina todo. Ni hablar si a alguien se le ocurre corroborar el Impuesto al Valor Agregado o las habilitaciones municipales con sus correspondientes medidas de seguridad.
Es más, parece que hasta ahora nadie se ha preocupado demasiado en saber quién o quiénes están detrás del emprendimiento ni en mirar en qué estado tributario se encuentran los 5.900 metros cuadrados cubiertos que fueron alquilados a los emprendedores que siguen defendiendo en la voz de la Lic. Liliana Sanucci su derecho a llevar adelante un proyecto que “generará gran cantidad de mano de obra”.