César Torres, el Diputado murguero que baila en los carnavales de la Provincia
El Vicepresidente del bloque bonaerense de Cambiemos integra la murga "Los Viciosos de Villa Martelli". Allí se saca el traje que usa en la Legislatura y se viste con levita y galera para bailar por los barrios. "Me incorporé siendo uno más, cuando bailo no soy Diputado", señaló el legislador en una entrevista a LaNoticia1. Contó que su padre repartía comida en un asentamiento y que su madre le daba de comer a 200 chicos por día. Desde hacer hamburguesas hasta coser ropa, la historia del dirigente de origen humilde que quiere trabajar para los que menos tienen. AUDIO.
Por Christian Thomsen Hall
Una nueva jornada de Carnaval se vive en Vicente López. Ya pasaron las 5 de la tarde y "Los Viciosos de Villa Martelli" se preparan para desfilar en el corsódromo montado en Laprida y el Río, a metros del escenario donde por la noche cantará Márama. La fiesta se vive a pleno cuando al ritmo de bombos y redoblantes la murga hace su ingreso por el corredor Raúl Ricardo Alfonsín y asoma a la zona de tribunas. Encabezando la banda y con ropa de colores aparece un hombre de 46 años, bailando y animando a las más de 50 mil personas que se hicieron presentes en el Paseo de la Costa. Cualquiera podría decir que se trata de un integrante más de la murga que canta y festeja. Sin embargo, nadie se imagina que esa persona, que cambió su traje y zapatos por la galera y unas topper de lona, se trata nada más ni nada menos del Vicepresidente del bloque Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
César Torres tiene 46 años y es Diputado provincial por la Primera Sección electoral. Está casado y es papá de 3 hijos. Su militancia social y su vocación por ayudar a los más humildes llevaron a este Licenciado en Ciencia Política a ocupar una banca en la Legislatura provincial. Pero a pesar de las responsabilidades que implica su cargo, el dirigente del PRO nunca pudo abandonar su pasión por la murga y este 27 de febrero vivió una jornada muy especial cuando bailó por primera vez en su municipio. "Lo viví con una inmensa felicidad, con los nervios propios de debutar como local. Si bien habíamos bailado en otros corsos, como en San Fernando y San Martín, no es la misma magia que cuando salís en tu propio barrio. Nos preparamos mucho para esto, se trabaja durante todo un año. En 'Los Viciosos de Villa Martelli' somos más de 80 personas trabajando todo al año y realizando tareas de contención", contó.
El "Tuta", como lo llaman sus amigos, nació en el barrio porteño de Floresta pero se crió con su familia en Villa Soldati, una de las zonas más pobres de la ciudad de Buenos Aires. Allí vivió en un humilde complejo habitacional en el que había más de 2350 familias. "En la murga arranqué desde muy chico. Mi viejo era el locutor de los carnavales que empezaron en 1964 y yo salía con él a los corsos de Vila Devoto y Villa del Parque desde 1976 hasta 1981. Primero salí con los 'Pecosos de Floresta' y luego con 'Los Elegantes de la Paternal'. Ya viviendo en Vicente López, en 2012 el Intendente Jorge Macri logró el regreso de los carnavales a la ciudad y fui invitado a participar con los chicos de 'Los Viciosos de Villa Martelli', donde todos los años hacemos ropa, cambiamos percusiones y sumamos nuevos ritmos", contó el legislador en una entrevista que brindó a La Noticia 1.
"Me incorporé a la murga siendo uno más y hoy sigo siendo el mismo. Cuando bailo no soy Diputado y cuando bailaba años atrás tampoco era Secretario de Gobierno, considero que soy un integrante más de una de las 14 murgas que tiene el municipio. Por ahí algunos chicos se sorprenden cuando después de haber ido a la Legislatura en La Plata me aparezco a última hora para ensayar o me junto para compartir alguna hamburguesa y coser un poco de ropa. Soy un tipo que se criçó en una familia muy humilde y la verdad que no me la creo. Los cargos son temporarios, yo siempre voy a ser César Torres", expresó el legislador a LaNoticia1. "En Vicente López hay murgas en todos los barrios y no hay una clase social que baila en una murga o en otra. No nos andamos pidiendo domicilio o certificado de riqueza. Cuando uno se pone la levita o la chaqueta, somos todos iguales, somos todos murgueros", agregó.
Una infancia marcada por la pobreza y la solidaridad:
Si bien su infancia no fue nada fácil, Torres confesó que sus padres siempre le inculcaron la importancia de ayudar a los que más lo necesitan. "En mi casa no siempre hubo para todas las comidas. A veces había un desayuno liviano, un almuerzo y en la cena había un café con leche con un pan con manteca para compartir entre todos. Mi viejo tenía frutería y verdulería y cada vez que cerraba los sábados, para que no se eche a perder la mercadería, la traíamos al complejo y la repartíamos con los vecinos. Te puedo nombrar más de 80 vecinos que todavía me sigo hablando", recordó el Diputado, quien agregó: "Para mi el 2016 fue un año muy duro porque perdí a mi vieja, una luchadora incansable en la tarea social, con un comedor que le daba de comer a 200 chicos por día. Esas cosas son las que me enseñaron. A mi me hace bien al alma y a la noche puedo dormir tranquilo".
César considera que su despacho "es en la calle, cerca de los vecinos" y en su primer año como Diputado recorrió los 24 municipios de la Primera Sección. "La política venía con vidrios polarizados, los dirigentes no veían lo que estaba pasando a su alrededor. Por suerte hubo un cambio y estamos haciendo un esfuerzo enorme porque hay muchos que la están pasando mal y hay que trabajar por ellos", señaló Torres, quien concluyó: "Para mí ser Diputado es una bendición y tengo que tener la responsabilidad de ayudar a los que menos tienen. En Marcos Paz me pasó de conocer a un chico muy humilde que tenía que hacer 20 kilómetros en bicicleta para estudiar. A ese chico le conseguimos una beca y a fin de año tuve la enorme alegría de que me mandara su nota promedio del año que fue de 8,77. Esas cosas te llenan el corazón, para mi eso es la política".