Con Claudia, de jeans y convidando pizza: Así fue la primera entrevista a Diego Maradona como jugador profesional
FOTO INÉDITA | Hace 44 años Alberto Deán le hizo el primer reportaje a Maradona como futbolista profesional. Fue en la noche del 20 de octubre de 1976, apenas unas horas después de su debut con Argentinos frente a Talleres en La Paternal. Diego llegó a la redacción del diario Crónica acompañado por su joven novia, Claudia Villafañe y su primer representante, Jorge Cyterszpiler. "Era un pibe, tenía solo 15 años, pero de chiquito ya se veía que era un caudillo terrible", señaló el periodista de Ezeiza a LaNoticia1.com. La desconocida historia del nacimiento de una leyenda.
POR CHRISTIAN THOMSEN HALL
Periodista de LaNoticia1.com
Tras la muerte de Diego Armando Maradona en Tigre, los medios de comunicación comenzaron a rememorar viejos reportajes al astro que fueron producidos en diferentes etapas de su vida. Sin embargo, hay uno que no mostró nadie. ¿Se imagina usted hacerle la primera entrevista como jugador profesional a quien años más tarde resultaría ser una leyenda, el mejor futbolista del mundo de todos los tiempos? Eso fue lo que le pasó a Alberto Deán, un periodista y escritor bonaerense que fue el principal protagonista de una historia hasta hoy desconocida. Luego de un intenso trabajo de rastreo e investigación, LaNoticia1.com logró dar con el paradero de este hombre que tuvo el privilegio y la fortuna de concretar una nota que marcó su vida para siempre: Fue el primero y único en entrevistar a Maradona tras su debut en la primera división del fútbol argentino.
Pero antes de repasar esta curiosa historia situémonos en contexto. Diego Maradona debutó el 20 de octubre de 1976 con apenas 15 años y a diez días de cumplir los 16, en la Primera de Argentinos Juniors. Por el viejo Campeonato Nacional de aquel año, el conjunto de La Paternal perdió de local 0-1 con Talleres de Córdoba, pero el resultado y el rival fueron simples anécdotas. Lo mejor -y lo peor- en la vida de este fenómeno del fútbol mundial llegaría después. Con la casaca número '16 en la espalda, el "Pelusa" ingresó en el entretiempo por Rubén Giacobetti y apenas comenzó el complemento mostró una pincelada de lo que sería su legendario talento: En su primera intervención le tiró un caño a Juan Domingo Cabrera que hizo delirar a toda la hinchada del "Bicho". Se trató de un día histórico para nuestro fútbol argentino, sin embargo aún nadie lo sabía.
El 28 de septiembre de 1971, con solo diez años, Maradona ya había aparecido por primera vez en el diario Clarín. La nota decía que "había un pibe con porte y clase de 'crack'", aunque en la nota lo llamaban "Caradona". También comenzó a ser conocido por los simpatizantes de Argentinos Juniors, ya que durante el entretiempo de los partidos de la Primera, el "Cebollita" los entretenía haciendo malabares con la pelota. Debido a esta habilidad, fue convocado a uno de los programas de televisión de mayor audiencia de la época, "Sábados Circulares" conducido por Pipo Mancera, donde estuvo 45 minutos haciendo jueguitos. Por aquel entonces -obviamente- no existía internet y ni siquiera se televisaban los partidos que revestían menor relevancia. Las radios y los medios gráficos eran las "vedettes" del periodismo en aquellos cotejos que no captaban la atención de la mayoría.
Aquel 20 de octubre de 1976, Alberto Deán llegó a la redacción de Crónica sin saber que la vida lo iba a conducir a una experiencia inolvidable. El periodista deportivo hacía cinco años que trabajaba en ese diario cubriendo los partidos de primera división y tras acomodarse en su escritorio, aguardó las indicaciones del jefe de deportes, Carlos Poggi -un profesional y docente fallecido en 2010, quien también se desempeñó en La Nación y El Gráfico, padre del actual periodista de ESPN Guillermo Poggi-. Fue aquella tarde cuando Carlitos, como lo recuerda Alberto, le indicó: "'Hoy vas a ir a la cancha de Argentinos Juniors porque parece que debuta este pibe Maradona, el que hace jueguitos con la pelota'". "Y así fue como agarré mi grabador y me fui a La Paternal", recordó este reportero -actualmente jubilado- ante los micrófonos de LaNoticia1.com.
Alberto Dean tiene 72 años y es un periodista de fuste. Desde 1977 hasta 2009 trabajó en la redacción del diario Crónica y le tocó vivir por dentro los años dorados de aquel periódico. Durante su carrera como cronista cubrió la primera división del fútbol argentino y viajó a tres copas mundiales. Actualmente vive en la localidad bonaerense de Canning, en el partido de Ezeiza. Allí convive junto a su mujer Rosa: "A ella le debo mi vida". También tiene dos hijos: Cecilia y Ariel. Criado en el corazón del barrio porteño de Boedo y "Cuervo" desde la cuna, fue el autor del libro más emblemático en el centenario del club fundado en 1908 por el Padre Lorenzo Massa: "San Lorenzo querido, 100 años de pasión", que relata los hechos más trascendentes de ese equipo como nunca antes se habían contado y que incluye entrevistas con los ídolos máximos de la institución azulgrana.
"Del partido me acuerdo todos los detalles. Los periodistas que estábamos en la cancha en ese momento éramos muy poquitos. En aquella época, ese tipo de partidos de mitad de tabla no tenían la cantidad de periodistas que se pueden ver ahora en cualquier cancha. Ese día apenas éramos un puñado", indicó Deán para subrayar las diferencias de aquellos tiempos con la actualidad. "Recuerdo que el entrenador Juan Carlos Montes lo mandó a Diego al campo con el dorsal 16 en el segundo tiempo en reemplazo de Rubén Giacobetti. En la primer pelota que tocó le hizo un caño a un rival. Más tarde hizo otra jugada en la que gambeteó a varios y cuando disparó al arco, el tiro se fue desviado por muy poquito. Diego era un pibe, tenía apenas 15 años, pero de chiquito ya se veía que era un caudillo terrible", revivió Alberto en diálogo con este portal.
¿Pero cómo fue que este periodista logró hacerle la primera entrevista al 'Pibe de Oro'? "Por encargo de mi jefe, al termino del partido fui hasta el vestuario y cuando salió Diego le pedí que venga a la redacción de Crónica para hacerle una entrevista y sacarle una foto para publicar en el diario. Me dijo que no sabía porque estaba con la novia (una jovencita Claudia Villafañe)y quería ir al cine. Yo atiné a responderle que venga con ella también. 'Hacé una cosa' me dijo, preguntale a Jorge y si te dice que si, vamos para allá'". Diego se refería a Cyterszpiler, su primer representante quien lo acompañó desde su primer partido. "Entonces fui y me acerqué a él, le expliqué que queríamos hacerle una nota a Maradona para que salga en el periódico y enseguida accedió. 'Quedate tranquilo que en un rato vamos para allá y hacemos la foto' me respondió", detalló Alberto.
Según comentó Deán, con el paso del tiempo logró comprender que todo lo que vino en las horas posteriores a ese acuerdo fue "un regalo del cielo" que quedaría "para la eternidad". "Después del partido llegué a la redacción llevando conmigo la promesa de que el pibe de Argentinos vendría a sacarse una foto para el diario. Había pasado una hora y cuando empezábamos a dudar acerca de si cumpliría con la visita, la recepcionista del edificio me llamó por teléfono y me dijo: 'Señor Alberto, lo buscan en la puerta'. Les pedí que los haga subir hasta el piso de la redacción y me acerqué a recibirlos hasta el ascensor. De allí salió Diego de la mano con Claudia y Jorge Cyterszpiler. Algunos compañeros del piso se acercaron para verlo porque ya se hablaba de un pibe que hacía malabares con la pelota. Pero la realidad es que a Maradona todavía no lo conocía nadie", señaló.
Maradona llegó al diario vestido con el mismo pantalón de corderoy con el que más temprano había salido de su casa para tomarse el tren y luego el colectivo 135 para encontrarse con su papá, quien volvía de trabajar, y dirigirse juntos a la cancha de Argentinos Juniors -por aquel entonces el plantel no concentraba-. También lucía una remera Puma manga larga -una marca de indumentaria que lo escoltaría a lo largo de toda su carrera-. "Muchos de los que estaban en ese piso se acercaron para conocerlo, les pedí que nos dejen tranquilos ya que Diego me había dicho que no tenía mucho tiempo porque quería ir al cine con Claudia", recordó Alberto. Luego invitó al jovencito "Pelusa" a que lo acompañe hasta su despacho. Allí, Diego se acomodó en uno de los asientos acolchados, apoyó su cartera de mano sobre el escritorio y reposó su brazo izquierdo sobre otra silla de plástico que estaba a su lado.
Sin saberlo, Alberto Deán estaba concretando la entrevista más importante de toda su vida. El periodista comenzó hacer sus preguntas de rigor y a escribir en su resplandeciente máquina Olivetti, mientras que un joven y relajado Maradona respondía con seriedad y espiando de reojo los movimientos de la redacción. Sobre aquel breve reportaje, Alberto recordó: "Diego venía de romperla en los Cebollitas y lo primero que le pregunté era si creía que en primera división iba a poder desplegar ese mismo tipo de juego. Y él me contestó: 'No sé como se jugará en primera, hoy apenas sumé algunos minutos. Pero voy a tratar de jugar siempre de la manera que juego. Voy a tratar de agarrar la pelota e ir para adelante'". "Y vaya si lo hizo", acotó el periodista a LaNoticia1.com, quien catalogó su nota al "barrilete cósmico" como "una vivencia que marcó mi vida para siempre".
De aquella entrevista histórica, cuya edición de papel hoy se encuentra digitalizada en los archivos de Crónica, Deán recuerda un gesto de Diego que preludió la gran personalidad que adoptaría el astro con el paso de los años. "Algo que me quedó muy grabado fue que cuando estábamos terminando la entrevista llegó un comerciante con un carrito que pasaba todas las noches por la redacción a vender porciones de pizza. Era muy común en ese entonces. Diego se dio vuelta y dijo: 'Uh, mirá la pinta que tiene eso'. A mi se me escapó una sonrisa y lo primero que atiné a decirle es: '¿Querés comer? Agarrá una porción. Y él, rápido me contestó: 'Más vale que voy a comer'. Diego se comió una porción de muzzarela y otra de fainá. Pero lo más curioso es que comenzó a convidarnos pizza a todos los trabajadores del diario, por lo que enseguida se armó un revuelo bárbaro".
Aquella actitud de Maradona anticipó un semblante generoso que caracterizó a lo largo de su vida al "marciano", tal como lo llamaban sus hermanos durante su humilde infancia en Villa Fiorito. "Cuando Diego comenzó a convidarle pizza a todos los trabajadores, Cytesrpiler se puso nervioso, estaba como preocupado, hasta que se acercó y me dijo: 'Mirá, Diego está loco. Yo no tengo tanta plata como para pagar todo esto ahora'. "Yo le dije que no se preocupara, que nos hacíamos cargo nosotros. Sin embargo, al otro día el representante de Diego mandó un tipo que vino con dinero a la redacción y nos pagó todo lo que se habíamos consumido. Fue un gesto para destacar", subrayó. De aquella noche inolvidable, Alberto rememoró: "Al final de la nota les agradecí, los acompañé hasta el ascensor, nos dimos un beso y Diego con Claudia se fueron al cine".
En total, Maradona estuvo unos 30 minutos en la redacción de Crónica. Durante el reportaje se sacó una foto para el diario, mientras que el mismo fotógrafo del periódico hizo otra captura que no salió jamás publicada en ningún medio ya que fue un recuerdo exclusivo para el periodista: "Conservo la imagen como uno de los tesoros más preciados de mi vida". En la fotografía se advierte a un Diego distendido mientras Alberto tomaba nota. De fondo se observa a toda una redacción trabajando para cerrar la edición del periódico. "Diego cumplió, vino al diario, nos dio la entrevista y comió con nosotros. Si bien algunos lo habían escuchado nombrar porque hacía malabares en los entretiempos, todavía era un total desconocido. Nadie se imaginaba en aquel entonces que iba a llegar hasta donde llegó. Pero esa noche descubrí que estábamos ante un futbolista distinto", analizó Deán.
Cuarenta y cuatro años pasaron ya de aquella noche que Alberto aún recuerda con añoranza y un dejo de melancolía. "Esa entrevista me marcó para toda la vida. Era un Diego desconocido y revulsivo", graficó Deán, quien por último se refirió a la sorpresiva muerte del ídolo. "Cuando me enteré de la noticia quedé impactado. Pero no te voy a exagerar, tampoco es que anduve llorando. Diego vivió como quiso, él mismo eligió su vida. Alguno podrá decir que tendría que haber hecho esto, que tendría que haber hecho lo otro, pero nadie mejor que él sabía lo que tenía que hacer con su vida. Esa fue su elección y yo lo felicito. Y nadie tiene por qué venir hablar de su vida", remarcó Deán, quien por último expresó: "Además del primer reportaje, a Maradona lo volví a ver en otros partidos y en dos mundiales. Y pese a que nunca llegué a tener una relación con él, a Diego siempre lo quise mucho".
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